Cosas de Adultos

23 0 3
                                    

CAPITULO XII

Pasado: 1882

Marcus:

Vero ya había partido a Rumania, nos despedimos con un abrazo, también se despidió de mis hermanos, incluyendo a Adrián en quien no confío, lo extraño es que se dieron la mano, Vero lo perdonó seguramente, todos estábamos muy tristes, Vero jugaba con todos nosotros, Cristofer, Vicent y David partían de nuevo a Balaur Sabie, nosotros podríamos volver después de vacaciones, pero Verona va a volver en unos años, tengo pensado mandarle cartas y cuando esté ahí planear encuentros con ella para jugar y pasear juntos.

Adrián estaba con Daniel, ambos jugaban y reían juntos, extraño a David, es el mejor hermano mayor, aunque casi no jugamos juntos porque él prefiere a Cristofer, aunque a veces quisiera estar con ellos sé que no voy a encajar por ser el más pequeño, así que voy a buscar a mi madre, y escucho a la señora Cyra y a mi padre discutir.

—¿Por qué no me puedes amar como ella? Soy por mucho mejor que ella, ella solo es bonita y amable con todos, yo me he ganado todo y me ha costado sangre y lágrimas —gritó a todo pulmón yo me quería alejar, no quería saber nada de esos problemas de adultos.

—Porque eres una arpía quieres conseguir las cosas llevándote a tu paso todo lo que tengas al frente, además ser amable y cariñosa la hace por mucho mejor que tu —contestó también gritándola con ira.

—Es increíble Aniano Marconi, eres un egoísta... aparte que nos has usado a las tres experimentado con nuestra genética, solo estas con Sianna porque es muñequita perfecta, elegante perfecta para llevar a fiestas, amable para llevarla con los ancianos, hermosa para lucirla como si tuvieras una reina de oro y piedras preciosas ahora ¿qué vas hacer cuando todo tu escenario de la familia perfecta se te caiga? a Cyra la tienes para que resuelva tus problemas y a Cristine para que te cuide tus hijos, ¿Dime que vas a hacer cuando ellos descubran lo que en verdad son? Son tus experimentos, ¡Tus armas de guerra! Y que estas ausente porque prefieres jugar con genética o en su defecto estar con Sianna, Cristofer y Vicent porque al parecer son tus únicos hijos —no podía terminar de procesar eso, así que corrí hasta donde estaba mi madre, sabía que la iba a encontrar en el jardín.

Ella estaba llorando frente al lago a su alrededor había un montón de rosas llenas de sangre, me preocupé y fui más rápido, estaba de espaldas sentada, así que toqué su hombro para llama su atención, al verla, lloraba sangre y en sus manos había 3 cartas sus manos estaban temblando.

—¿Madre porque estas triste? —ella me miró con ira y odio.

—Mi vida es una maldita mentira, una maldita mierda —esa respuesta no la entendía y me sorprendió mucho lo que me hizo sentir muy triste.

—¿Qué dicen esas cartas? ¿es algo que te dijeron? —pregunté con la voz temblorosa.

—¡Nada! —las rompió en mi cara —Nada que le importe a un niño, lo que si debes de saber que tu padre es un maldito imbécil y que tal vez ni tu ni tu hermano debieron existir en primer lugar déjame sola —me puse a llorar en ese lugar mis piernas cedieron y mi madre se fue duré un rato, llorando, tal vez si tenga razón, nunca debí nacer. La señora Sianna al rato pasó por el jardín y se sentó junto a mí.

—Puedo hacerte compañía, ¿pequeño príncipe? — apenas ella dijo esas palabras le di un abrazo, quería que fuese mi madre, pero está triste y enojada, no sabía que hacer o que decir para hacerla sentir mejor.

—¿Tú sabes si le hice algo a mi madre? —sentí sus brazos rodear mi espalda y luego una de sus manos acariciándome la cabeza.

—No, tú eres un niño muy bueno, ¿Qué pasó con Cristine? —nos separamos un poco y ella limpió mis lagrimas —ya no llores, te prometo que ambos resolveremos lo que pasa con tu mami, juntos — me volvió a abrazar con un poco más de fuerza.

—Hay papeles por ahí ella los rompió eran una carta, ¿será que le dijeron que hice algo malo? — ella se vuelve a separar un poco de mí y me mira a los ojos con una cálida sonrisa.

—No creo que tu tengas la culpa mi pequeño príncipe —dijo esta vez levándose y ofreciéndome su mano —¿te gustaría que pase el día contigo para que no te sientas solo? —me preguntó sonriéndome sin mostrar sus dientes, no entiendo porque la señora Cyra odia tanto a la señora Sianna si es muy linda y amable.

—Está bien señora —dije con la cabeza baja miraba el suelo.

(...)

Francia septiembre 28 de 1882.

Querida amiga Verona, hoy oí al señor Aniano y a Cyra discutir asi que me fui con mi madre y ella me gritó y me trató mal no sé qué pasa ¿Tienes alguna idea?

Tu amigo Marcus Maximus

—No mi bebe, las lágrimas no son debilidad, las lágrimas limpian el alma, simbolizan que aun tienes sentimientos y sentir te hace fuerte, débil es el que no siente, porque la soledad y sus aptitudes lo llevaran a la muerte

—Cristine Marconi

El Clan Black RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora