No Juegues con la Comida

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CAPITULO VIII

Pasado:1882

Marcus:

Luego del almuerzo nuestros padres se dedicaron a conversar cosas de dinero, reinados y política, este tipo de conversaciones me aburrían, no solo tengo que lidiar con las políticas francesas sino también con las políticas de los ancianos vampiros franceses, más bien me puse a pensar que realmente no sé porque me siento tan atraído a una humana, pensar en su sangre me hace sentir extraño, estoy empezar a experimentar nuevas sensaciones.

Llevé a Verona al jardín del Ángel —El cachorro de Cristofer salió disparado a saludar a su amo moviendo la cola a gran velocidad haciendo movimientos circulares, se veía en los ojos del animal un profundo amor a su amo sin embargo yo nunca pensé que la mirada de un animal fuera a expresar tanto, noto que el cachorro sale disparado en nuestra dirección y salta a los brazos de Verona.

—Dame al cachorro —chilló Cristofer —No me lo vas a robar —la fulminó con la mirada.

—Lo siento — Dijo Verona poniendo en el piso al cachorro y este se posicionó junto a Cristofer —Lo lamento, el solo vino a...

—No hables humana —dijo Adrián la interrumpe como siempre hace con todos sintiéndose siempre superior a todos.

—¡¡Largo!! — Le gritó David a Adrián.

—Esto es ridículo me excluyen y aceptan a una escoria humana — Dice Adrián se veía muy molesto.

—No repitas lo que dice tu madre, acaso sabes ¿Qué es escoria? — Dije algo molesto, estoy defendiendo a una humana... no ella no es cualquier humana es... mi amiga.

—No, pero debe ser algo malo y muy feo— respondió Adrián.

—Tu respuesta es muy tonta — él se molestó mucho y agarró a Verona y se la llevó a la torre norte yo fui a tras él. Cuando llegue estaba ahorcando a Verona.

—Que gracioso que ustedes los humanos sean tan frágiles tal vez si aprieto un poco más... — tenía una sonrisa que jamás había visto en él, yo no estaba viendo a Adrián estaba viendo a un espectro, le salte encima y le quite a Verona de sus manos.

—No vuelvas a tocarle ni un pelo ¡¡¡Adrián Marconi!!! — estaba muy molesto.

—Qué te pasa Marcus solo es una humana ni que fuera la gran cosa — apreté mi puño y lo plante en su cara.

—¡¡¡Es mi amiga!!! ¡Te mataré!!! — sentía una rabia que no sabría explicar porque la siento.

—¡¡¡Niños!! — Grita Cyra, todos volteamos a verla.

—No peleen por la comida —Ríe —Marcus... no esperaba que tu pelearas por una humana, ¿Cristine no te ha enseñado modales? —dice mi nombre como si de verdad estuviera sorprendida a quien engaña.

—Adrián la iba a matar— genial, ¿Eso es lo más inteligente que se te puedo ocurrir? Bravo Marcus.

—Naturalmente, eso es lo que hacen los vampiros con los humanos o acaso... ¿Sientes afecto a tu comida? ¿Cómo cuando los humanos se encariñan con los cerdos? — cada palabra era como si le agregara pólvora y se la echaran al fuego, cada una de las palabras que botaba aquella mujer hacía que mi rabia creciera aún más.

—Ella no es comida es mi amiga— Ella se ríe de mi —no ejemplifiques con animales, porque los humanos no lo son —dije molesto.

—Son casi lo mismo cariño —se ríe de mi argumento —está bien me has conmovido, Adrián discúlpate con Marcus, pero... Adrián puedes morderla en el cuello asi como un beso de bienvenida a nuestro mundo —Miro a Verona por un breve instante que para mí fue lo suficiente como para detallar su cara de terror, casi se podría decir que lloraba tal vez de miedo tal vez de tristeza, en parte es mi culpa porque nunca le dije lo peligrosa que podría llegar a ser mi casa.

—¿Por qué? —pregunto ella, mis otros hermanos solo se dedicaban a ver sorprendidos la escena ante sus ojos, incapaces de hacer algo eso me llenaba más de ira.

—Porque pequeña... — Cyra se pone a la altura de Verona y acaricia su mejilla— eres inferior a nosotros casi tan igual como un animal, Adrián le da un abrazo y le muerde el cuello y se alimenta de ella.

—No.... me duele... por favor me está ¡¡¡quemando!!! Marcus auxilio —Cyra uso su magia como es costumbre y nos paralizó a todos, luego que Adrián se alimentará y dejará a Verona casi sin sangre Cyra deja usar su magia, lo primero que hice fue abrazarla a los pocos segundos perdió el conocimiento es mis brazos.

—Madre, su sangre es muy dulce es magnifica, lo mejor que he probado —esa fue la gota que derramó el vaso, acosté a Verona en el suelo y me fui encima del estampando repetidas veces mis puños en su cara.

—Ya basta —nos volvió a separar —¡¡¡Marcus!!! —Cyra levanto su mano, pero mi madre apareció y ella la bajó.

—Marcus ¿qué? — podía ver que mi madre estaba muy molesta.

—Aleja a tu engendro del diablo de mi hijo — se va con Adrián.

—Marcus, ¿Estas bien? ¿Y qué le paso a Verona?

—Adrián... se alimentó de ella —le expliqué asustado mi madre suspiró.

—Tú probaste su sangre primero ¿verdad? — yo asentí, aunque no sé qué tiene que ver.

—Bien... hazle lo mismo que yo te hago cuando tú estas débil— asiento, me muerdo, abro la boca de Verona y dejo caer unas cuantas gotas de sangre.

Ella abre los ojos y me abraza a lo que mi madre sonríe, no quiero que ella vuelva aquí, temo que Adrián o Daniel le hagan daño, a lo lejos veo que viene mi padre con los padres de Verona.

—Verona se viene a vivir con nosotros y sus padres —no entiendo porque quieren que verona este aquí.

—No siempre se puede reprimir el dolor yo lo sé por experiencia, en algún momento vas a sucumbir a los pies de la depresión por eso es impórtate que constantemente expreses lo que siente a alguien que te quiera escuchar

—Cristine Marconi

El Clan Black RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora