Arrepentido

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Capitulo XXXIX

Presente: 2002

Aniano.

Arreglé todo, cada documento cada papel todo está ordenado, la sucesión del trono la herencia de mis hijos e incluso la liberación de todos en el clan y la ruptura de la maldición, solo hay que esperar que todo siga su curso. Se que Cyra no se va a quedar de brazos cruzados, tanto ella como yo tenemos mucho de culpa de que nuestros hijos sean como son, sé que no fui el mejor padre del mundo y que estuve mucho tiempo ausente quizá si hubiese tenido la madurez que tengo en este momento solo hubiese buscado la forma de romper la maldición y ya, soy un egoísta lo sé, Marcus sacó eso de mí.

Estaba guardando documentos de cada una de las personas que habitaban aquí, soy el rey más repudiado tan solo porque siempre he tenido afinidad en mi corazón por los desterrados, los odiados y los incomprendidos, muchos creen que mi clan es un sitio peligroso, actualmente, probablemente si lo sea pero confío mucho en mis súbditos y en los refugiados, Cyra hizo un desastre a propósito, ella no lleva 3 días dirigiendo esto ella sabe cómo hacerlo, luego que me mando a dormir nunca se preocupó en realizar el 100% de las tareas solo hacia un 10% de ellas a lo mucho y mi hijo Cristofer hacia 60% sin embargo había cosas que faltaban por hacer y él no las podía hacer aun está un poco verde en esto de majarse entre los clanes y los ancianos yo estoy muy orgulloso de él será un gran líder.

En la sucesión de cargos, dejaré a Adrián como consejero del rey, a Daniel como el encargado del calabozo, David si estuviera en el clan lo dejara a cargo de la guardia, a Vicent estará a cargo de cada una de los habitantes del clan tendrá que saber todo sobre ellos y velará por su bienestar pero aún no tengo claro a quien dejarle la corona a Cristofer o Marcus, aunque Cristofer sea muy maduro y tenga sus ideas claras le hace falta más autoridad la cual la tiene Marcus pero es muy egoísta... sin embargo estos días evaluaré su desenvolvimiento.

Una vez guardados todos los documentos me siento en el escritorio y fijo mi mirada en la pintura de Cyra, la cual está al frente mío al lado de un estate de libros, siempre fue una mujer extremadamente hermosa pero envenenada por el odio y el rencor, yo nunca supe manejas sus sentimientos y su fragilidad hacia el amor y su visión de los hombres, yo solo la tomé como si fuese un hermoso objeto creo que me comporte igual que los hombres que hicieron sufrir.

Cristine era la mujer más sencilla, sensible y pura que alguna vez haya conocido, Cyra y yo sabíamos que si se enteraba de toda la verdad perdería la cabeza, mi padre no quería que ella se fuera del clan el quería que ella se volviera la Duquesa White un título que el mismo había creado para ella, pero su corazón no eligió a un vampiro o un humano, ella eligió a nuestros enemigos los Lycans, ahora que ha pasado este tiempo pienso que si la hubiera dejado ir hubiese sido muy feliz, ella era mi hermana y que no era feliz aquí conmigo yo de verdad la quería proteger mi padre odiaba a las brujas y a los lycans y bueno mírame padre, una de mis esposas es una bruja y muy cruel por cierto. Perdí a mi mejor amiga Bifer, a mi amada, pero supongo que lo tenía merecido, me contenta que se haya muerto sin recordar que ella y yo nos conocíamos desde hace mucho, yo la conocí cuando era una adolescente indefensa.

No me gustaba para nada el imbécil con que se casó, ella era una mujer tan abierta de mente y a las cosas nuevas, ese imbécil era un fanático y cualquier idiotez era un pecado, no estaba de acuerdo que las mujeres trabajan o si quiera aprendieran a leer, cuando supe que Verona nació hice hasta lo imposible para ellos la trajeran aquí, mi plan era hacerme cargo de su educación no quería que creciera pensando las babosadas que Vector le enseñara.

Yo realmente no quise hacerme cargo en un 100% de ella porque sé que ella necesitaba de sus padres, pero creo que Cyra hizo que el destino de Verona cambiara radicalmente, siempre quise tener una hija y a decir verdad yo la siento como tal, hice todo lo posible para que fuese feliz, le hice muchas fiestas, le compré los mejores vestidos, la joyas más bonitas, le di la mejor educación hasta quería hacerle una hermosa boda, la verdad nunca pensé que ella y Adrián fueran a enamorarse, siquiera que ella fuera a sentir algo por alguno de mis hijos, sabía que ella tiene una conexión especial con Marcus pero yo esperaba que ella tal vez ella elegirá a otra persona fuera de la familia.

Se que los que más han sufrido han sido Daniel, Adrián y Marcus, quisiera remediar, aunque sea un poco de las cosas que he hecho, también quisiera ayudar a Verona a recordar quien es realmente, yo de verdad me siento muy contento de ser abuelo, estoy muy ansioso de conocer a mis nietas Rosalie e Isabella.

—Señor los cuadros de la señorita Verona están en su antigua habitación junto con todas las cosas que le pertenecían —dijo el sirviente.

—Perfecto, cuando sus recuerdos en Noapte vuelvan será la señal para que los saquen y los coloquen donde estaban antes —dije contento de que Cyra no se haya desecho de ellos.

—¿Incluso el cuadro del día del compromiso? —esa pregunta hizo que mi sonrisa se borrara.

—Si incluso ese, así destruya una familia que nunca debió existir ella tiene que saber la verdad —Anuncie firme.

(...)

Verona.

—¿Qué fue eso tan grave que te hicieron? —pregunté el siguió un momento en silencio y al fin me respondió.

—No creo que este sea momento de hablar de eso además creo que ya es tu turno —dijo señalando a la enfermera que cargaba un cuaderno el cual rezaban escritas las personas que se iban a hacer pruebas en el laboratorio —te prometo que en otro momento hablaremos mejor —me dedico una débil sonrisa al finalizar de hablar.

Me levante y esta me llevó a una habitación donde había una mesa con agujas, tubos para colocar la muestra de sangre, algodón y alcohol, yo me senté en una silla que estaba junto a la mesa, la enfermera me dijo que reparara profundo mantuviera la respiración cuando fuese en insertar la aguja, luego que tomaron mi muestra vi que mi sangre era muy espesa y de un color Vinotinto casi negro.

salí de la habitación despidiéndome de Adrián, justo cuando voy a salir del laboratorio todo se pone negro y mis piernas pierden fuerza, caigo en el suelo y lo último oigo es el sonido de una mujer que gritaba ayuda.

—Porque no puede recordar cuanto te amo.

—Verona Leduc.

El Clan Black RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora