Reto 1#

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*CAPITUO L*

Pasado:

Verona.

Abrí mis ojos perezosamente, me removí entre las sabanas, me di cuenta que Adrián no estaba junto a mí, miro a mi alrededor y noto el escrito en el espejo deduje que su madre lo había solicitado, me voy a mi cuarto para cambiarme, estaba feliz de haber dormido con Adrián, agarré esa costumbre desde que viajamos en el barco, hubo una tormenta y por primera vez sentí mucho miedo, el barco se mecía bruscamente, los truenos retumbaban en mis oídos, Adrián se quedó durante todo el tiempo que transcurrió la tormenta, sentía que nada nos iba a pasar si estábamos juntos.

Me fui a mi cuarto y me cambié me puse un vestido manga 3 cuartos, de color gris oscuro, con detalles en plateado brillante, peiné mi cabello y una de las sirvientas lo trenzó de forma que daba la ilusión que tenía 3 rosas en mi cabello, ella sujetó mi cabello con pinzas de planta las cuales tenían piedras azules de pequeñas de adorno.

Una vez lista fui a buscar a Sianna, no la volví a ver desde que era niña, quien recurría más a visitarme eran Aniano y Cyra, pero era muy poco, ellos me dejaban pócimas para ocultar mi olor, pagaban el internado, cruzaba algunas palabras con ellos y ya. Le pregunté a una de las sirvientas sobre donde podría estar y esta me informó que estaba en la habitación de los Diarios, es una habitación que está al final del pasillo de los cuadros de la familia, todos los lideres o reyes de Clanes tienen que escribir su biografía, como aporte histórico y como informe de todas las cosas que han pasado en el Clan incluso informe de sus propias vidas. Al entrar llamé su atención llamándola formalmente, estaba sentada en un escritorio, estaba escribiendo con una pluma, se veía que era muy fina su color era azul rey, ella me dirigió la mirada a lo que yo hice una reverencia.

—Su alteza Sianna —dije a lo que yo sentí sus ojos azules posándose sobre mi escaneándome, estaba muy seria, ¿había algo mal en mí?

—Verona, ya eres toda una mujer —dijo por fin sonriéndome —Es un gusto tenerte de nuevo aquí —por un momento ella me dedicó una mirada seria y luego negó.

—También es un gusto verla, quería saludarla, ayer se me había informado que usted estaba en una reunión con la líder del Clan Velvet —le expliqué mientras ella se levantaba de su haciendo guardaba su diario y me dedicaba su atención.

—Así es quieren emparentarse con nosotros para hacer fuertes lazos de hermandad —dijo suavemente mientras ella se retiraba de la habitación y yo la seguía.

—Vaya, ¿Quieren una boda con Vicent o Cristofer? —pregunté muy curiosa.

—No, realmente quieren realizar la unión con Marcus o Adrián puesto que ellos creen que ellos podrían ser los legítimos herederos —mi corazón se paró cuando mencionó a Adrián y Sianna notó rápidamente mi cambio de expresión facial.

—Verona... Si crees en alguna deidad que ella te ampare si te has enamorado de Adrián, Cyra no permitirá que cualquiera se emparente con ella, además... para ti se te había planificado integrarte en la corte de los humanos o ponerte en un lugar donde nunca te falte nada y este con personas como tú —dijo con clara expresión de preocupación.

—Entiendo majestad mi futuro siempre ha estado en las manos de ustedes —dije un poco desanimada.

—Ven, ¿porque no me ayudas a revisar que a los sirvientes se les esté pagando un salario justo? —dijo cambiando de tema bruscamente, era claro que esa conversación no era muy cómoda para ninguna de las dos.

La acompañé donde estaba la oficina del contador, se ubicaba justo al lado de la biblioteca, este se encontraba, escribiendo en un libro grande, al acércanos este paró de escribir e hizo una reverencia, yo pude observar de reojo que estaba, anotando las ventas y los gastos del oro que se trabaja en el pueblo.

El Clan Black RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora