—Buenos días.— Es Mar, nuestra profesora de Español y Literatura quién nos saluda en la entrada del aula.
—Buenos días profe.— Respondemos a coro Gloria y yo que vamos algo retrasados al primer turno.
—¿Alguno de los dos puede explicarme lo que le pasó para llegar a estas horas?— su cara no es de odio, no es de preocupación; simplemente es inexpresiva. No sabría decir si nos detesta o no, por ser impuntuales escasos minutos en el horario escolar.
—Prof...— Gloria intenta explicarle pero se entrecorta, es normal, nunca la han corregido antes.
—Entren, no podemos perder más tiempo, al fin y al cabo los iba dejar entrar aunque me hubiesen dicho que no han leído nada de Ágata Christie.— nos empuja cariñosamente y Gloria y yo sonreímos calladamente, y sí profe, hemos leído a La Gran Dama del Misterio, nuestras miradas completamente cómplices lo afirman.
No acabo de sentarme en mi silla cuando ya Mar me pregunta con una inmensa sonrisa en el rostro:
—Puedes leernos tu tarea, Bruno— y no es una pregunta, es una afirmación; inquiere mi subconsciente.—Pues sí profe. Mi texto lleva por título "Gloria", y antes de que pregunte no utilizo este título como un nombre propio sino como un sustantivo común.— Coloco mi voz de locutor experimentado, y antes de fijar mi vista en el cuaderno de trabajo observo por el rabillo del ojo la mirada inquisitiva de Alejandro sobre mí. No sé por qué me incomoda. No quiero que me mire. Intento obviar sus ojos castaños y olvidar que mis demonios internos piden sangre. Comienzo la lectura.—
"Gloria"
¿Qué es la gloria?
Gloria es pronunciar el nombre de tu madre y acordarte de cada detalle de sus besos y sus caricias, de cada letra de las palabras que salían por su boca cuando castamente te regañaba y cálidamente te consentía. Gloria es ver el rostro de tus hijos y saber que esa maravilla fue creada y esculpida en las primeras sendas de la vida por ti. Gloria es observar a tu media naranja a tu lado, en la cama, dándote los más cálidos besos y las más reconfortantes caricias para que la pasión fluya por las venas de ambos, para que el deseo se funda con el amor. Gloria es sentir la satisfacción del trabajo bien hecho y saborear los frutos de tus propios logros. Gloria es ser la admiración de tu madre y tu padre, de tus hijos, de las personas que verdaderamente te quieren y te rodean con una única aurora de cariño y verdad implícitas. Gloria es sentirte acogido por los brazos de un amigo aún cuando las cosas no han salido como esperabas, gloria es saber llegar a su regazo y recostar la cabeza para, aunque no quieras, salir fortalecido. Gloria es sentirte aceptado sin necesidad de cambiar tu personalidad en este mundo que es dominado por una puta sociedad homofóbica, misógina y altamente convencional que cada día se pervierte más al no dar cabida en su seno a esa parte de la especie humana que es diferente al resto. Gloria es entender que no por ser diferentes somos menos, sino que en nuestras diferencias están nuestras verdaderas potencialidades. Gloria es demostrarle al mundo que no dejaremos de ser, que no nos aplacaremos ante su aplastante peso. Para mí gloria no es ser el primero, sino ser el que deje huella. Para mí gloria no es más que alcanzar la felicidad con esas cosas tan simples que muchas veces obviamos por ser ciegos a la hora de apreciarlas. Para mí la gloria no es más que la importancia de poder vivir en este mundo, de poder compartir con mis iguales estos tan cortos quince minutos de vida. Gloria es eso: saber vivir, y saber hacerlo bien.
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Bruno
Teen Fiction¿Por qué el amor de mi vida no puede ser el antagonista de mi historia? Una historia de amor, rechazo y abuso familiar, pero sobre todo un romance único que te hará suspirar mientras derramas algunas lágrimas. Encontrarás la pasión de Bruno y sus du...