T/n ¿Granger? ~Draco Malfoy~

La cosa/sombra/espía.

Lancé varios hechizos contra esa criatura y todos los atraviesa como si fuera una simple sombra.

Conjuré el Expectro Patronum para ver si puede hacer algún efecto como con un dementor pero lo seguía atravesando.

Entonces vi que la cosa esa no se movía y tampoco se acercaba así que dejé de lanzar hechizos al recibir un Patronum de mi padre.

- Cariño, no puedo entrar al castillo porque hay como una barrera y tengo a varios mortífagos al rededor lanzando hechizos y ya envié un mensaje a Dumbeldor y a tus hermanos - su voz se escucha a rápida y parecía bastante asustado, yo había causado eso, me sentía mal- , tranquila cariño, eres muy fuerte y poderosa, se que podrás con eso, no tengas miedo y cúbrete de cualquier peligro, no quiero perderte.

Me puse muy nerviosa al ver que la cosa no se movía, pero necesitaba dejar a todos tranquilos, no necesito que le pase nada a nadie más.

Mandé el mismo Patronum a mi padre como a Dumbeldor para que mi padre avisara a mis hermanos y así nadie se preocupe.

Cuando lo envié me fijé en la cosa que seguía ahí flotando como si nada y entonces recordé.

Flashback*

- ¡Cedrucho! - Le grité a Cedric desde mi habitación en el orfanato de pequeña.

Volví a llamarle y justo entró a mi habitación, que se encuentra al lado de la suya, agitado.

Ups, alguien se ha levantado de su siesta.

- ¿Qué ha pasado? ¿A quién mato? ¿Estás bien? ¿¡QUIÉN CHUCHAS TE HA HECHO DAÑO!? - Empezó a recorrer mi habitación con una escoba en mano y en la otra su cojín de mariposas rosas, que nunca había visto.

- Calma fiera, primero jajaja adoro tu cojín - al  decir eso el se aferró a él como si fuera su mayor tesoro y gesticulando un: "Es mío" - segundo, necesito saber una cosa, tu que supuestamente eres mago pero te defiendes con una escoba y un cojín, deberías saber que es eso.

- ¿Qué es qu... - dejó la pregunta al aire cuando señalé una sombra a unos metros fuera de mi ventana flotando-, Santa mierda.

Se quedó mirando eso atónito mientras que se acercaba a mi para, con la mirada todavía en la sombra, cubrirme con mi manta, que había dejado tirada, hasta la cabeza.

Me libré de la manta y miré como Cedric abría la ventana con la escoba mientras dejaba el cojín con cuidado en el puff negro que me había regalado en mi cumpleaños.

Entonces Cedric gesticuló unas palabras que parecían otro idioma, prácticamente porque no las entendía, y luego que aparezca un palo y un libro volando de la nada.

- ¿Qué putas...

- Shh, cállate. - Cogió el palo al aire y el libro le dio en la nuca, cosa que causó risa en mi y un gesto de dolor y molestia en el.

Entonces Cedric lanzó la escoba hacia la cosa/sombra flotante que no se inmutó ya que la escoba lo traspasó sin ningún problema.

- ¿¡Quién mierda ha lanzado una jodida escoba!? - Se escuchó a un hombre enfadado desde abajo.

Cedric quitó la mirada de la cosa para luego mirar el libro que había recogido del suelo y abrirlo para empezar a buscar entre las, probablemente, cien páginas que debía de tener.

- Según esto es una criatura mágica que es invocada por enemigos para vigilar a una persona...-¿enemigos?

¿Quién sería mi enemigo si estoy encerrada las 24 horas del día durante 7 días a la semana? - No es capaz de dañar, tocar o ser tocado, solo tiene la capacidad de escuchar y ver. - Giró la mirada hacia mí y encaró una ceja, o eso intentó porque se quedó con una mueca graciosa.