T/n ¿Granger? ~Draco Malfoy~

El Baño

¿Porqué sonaba divertido? ¡Me estoy ahogando!

Se empezó a reír y sentí como se tumbaba a mi lado.

- ¿Puedes parar de fingir que te has ahogado? - Se volvió a inclinar encima mío y aún con los ojos cerrados puedo notar su sonrisa burlona. - Estabas huyendo de mí, ¿te crees que te puedes ahogar así de la nada?

Mierda, tiene razón.

Bien, conciencia querida, ¿qué debo hacer?

Si abres los ojos aceptas tu derrota, haciendo que Malfoy se burle por un tiempo.

¿Entonces me quedo así?

¡No! Si te quedas así se burlará por más tiempo y parecerás ridícula.

¿¡Entonces que hago!?

Yo había optado por desaparecer de este mundo.

No ayudas.

No pretendía hacerlo.

- ¿T/n?

Suspiré abriendo los ojos - ¿Si?

- ¿Qué hacías? - Preguntó divertido aún con su cara encima de la mía.

- Natación sincronizada. - Murmuré sarcástica.

Su semblante divertido cambió por uno inexpresivo. - No utilices ese tono conmigo.

Su tono serio me hizo estremecer pero no lo mostré.

- Que miedo. - Volví a usar ese tono que a Draco no le gusta.

- T/n, no estoy bromeando, no vuelvas a usar ese tono conmigo. - Esta vez su tono se volvió más serio.

- ¿O qué? - Acerqué mi cara a la suya.

- No me retes.

- ¿O qué, Draco? - Le acaricié con un dedo la mandíbula apretada cuando utilicé su nombre porque se que eso le causa algo que no comprendo.

- T/n... - Su tono de advertencia no causó miedo en mi pero si algo que no comprendo ni se lo que es exactamente.

- ¿A qué has venido? - Preguntó menos serio tratando de volver a la normalidad.

No lo dejes, serio y cabreado nos pone calientes.

Mentira.

No trates de ocultar la verdad querida, eso es así.

Bueno, quiero seguir molestándolo pero no porque me ponga caliente que quede claro.

Ajá.

- Ya te lo he dicho, a practicar natación sincronizada.

- T/n... - Trató de calmarse pero yo insistí en la pregunta de antes.

- ¿O qué, Draco?

- O no voy a poder resistirme y haré algo que a tus hermanos y padre no les gustará nada y quiero seguir viviendo. - Me quedé confundida ante su respuesta ya que no especificó bien nada.

- ¿Resistirte a qué? ¿Y qué harás? - Me levanté del todo quedándome sentada yo enfrente de él aún en una distancia muy corta.

- Deja de provocarme... - Susurró mirándome con algo que no logré entender en los ojos.

Provócalo.

Tírate dentro de la bañera gigante como si te hubieras resbalado y cuando se tire por que no sales le agarras de los hombros y te agarras como si tu vida dependiera de ello.

Entendido.

- ¿Provocarte? Suena una buena idea. - Murmuré mucho más cerca de sus labios mirándolos con picardía.

Estuve a punto de tocarlos cuando me levanté y agité mi pelo tratando de secarlo inútilmente.
Pero con esa distracción me fuí acercando a la bañera con cuidado.

- T/n, cuidado con... - Me caí en la bañera y me sumergí -... La bañera.

Pasados unos segundos solté todo el agua para sumergirme más y al soltar el agua salieron burbujas en la superficie de la bañera para que fuera más creíble.

- ¿T/n? Sal ya. - Trató de esconder su preocupación con burla pero fue en vano.

Me dejé sumergir como muñeca de trapo aguantando la respiración lo máximo que puedo.

- T/n, fuera bromas, sal.

Draco al no obtener respuesta ni movimiento alguno dentro del agua se tiró directamente a la bañera sin pensárselo dos veces.

Ni siquiera se ha quitado la camiseta que se había puesto antes.

No te rías que te ahogas de verdad.

Me agarró del brazo y más tarde de la cintura para luego sacarme a la superficie.
¿Ya puedo agarrarme a el como si mi vida dependiera de el, o más tarde querida conciencia?

No, espérate, haz como si te ahogaras de verdad y luego cuando...

¿Cuándo...qué?

Estas a punto de descubrirlo.

Draco me tumbó en el frío suelo del baño y desesperado empezó a sacudirme y de vez en cuando tratar de escuchar mi respiración, la cual en los casos en los que la revisaba la tenía que aguantar para que fuera más creíble.

 - Tengo que llamar a Tom y Mattheo, - habló desesperado consigo mismo, - pero si lo haces te matarán por no haberla ayudado antes, Draco, piensa antes de poner tu vida en riesgo.

Por lo menos yo no soy la única loca que habla con su estúpida conciencia.

Auch. El está más loco, su conciencia habla en voz alta.

Ya volvió.

 - T/n, por favor, despierta - por merlín, no puedo aguantar más, - por favor, por favor.

Espera...

Estaba a punto de levantarme y suplicar de todas las formas posibles que me perdone cuando el me agarró de la cara y se agachó juntando nuestros labios en un cálido y suave beso.

Oh, no.

Oh, si.

Quiero corresponder el beso.

No entiendo el porqué, pero siento la necesidad de corresponder el beso, dejar la tontería esta de la broma, -la cual ya ni me acuerdo la razón- y corresponder este maldito y perfecto beso.

Y eso hice, - aunque tardé un poco- le correspondí el beso tras lo que me dijo.

 - Te quiero, T/n - esta vez si me ahogué de verdad porque no me lo esperaba, - te quiero joder, no me dejes, no ahora.

Le correspondí el beso porque yo también lo quería. 

El beso no fue a más, así era perfecto.

Cálido y suave

El me gustaba desde que nos conocimos.

El me gustaba desde que apareció ese día en el orfanato pillándome desprevenida cuando espiaba la conversación de sus padres. Me gustaba desde que me contó sus secretos y yo le conté los míos. Me gustaba desde que me contó que había encontrado una ventana rota por la que podíamos escapar. Me gustaba desde que me enseñó las cicatrices que tenía solo por intentar verme todos los días escalando un árbol.

Pero cuando nos dimos nuestro primer beso en esa playa bonita a la que siempre iba cuando tenía tiempo y me tocaba los labios recordando un beso mágico pero no al autor de ese beso, en ese momento me di cuenta de que lo quería.

Aunque no me acordara de quien fue, lo empecé a querer por ese beso.

Quiero a Draco Malfoy por un maldito beso.