Los meses pasaban y las cosas seguían como siempre, la bebé se mantenía en secreto, Lucius siempre me miraba con una mezcla de desprecio y terror, como si en cuanto fuera a abrir la boca, sería el fin de los Malfoy, cosa que es demasiado extraña, tomando en cuenta que según lo poco que recordaba y lo que ellos me habían contado, era amiga de su hijo desde siempre. Con Cissy las cosas eran diferentes, siempre era amable conmigo y solía acompañarme en la mesa de la cocina cuando comía sola porque Colagusano estaba encargándose de los mandatos del señor tenebroso. A veces incluso platicábamos de los que Draco me contaba en sus cartas y lo que yo le respondía, ella lo quería demasiado pero cuando salía en la conversación, siempre tenía una mirada triste. Además siempre me mantenían lejos de las reuniones de la secta en la que estaban metidos, el señor tenebroso y sus mortífagos, cada que pensaba en ellos me daba un escalofrío y una furia inexplicable, pero prefería mantenerme lejos y no pensar en lo que sea que hubiera pasado antes del accidente. Básicamente Delphini y yo éramos igual de invisibles y solitarias, pero al menos ella no tenía idea.
La buena noticia es que las vacaciones de Pascua se acercaban y Draco regresaría a la mansión por una semana, lo cuál ponía a Cissy contenta, a pesar de que en general, los ánimos en la casa eran lúgubres y Voldemort siempre se la pasaba enojado, maltratando y burlándose de Bellatrix y Narcissa, trayendo prisioneros que se lamentaban en las noches, no tenía idea de quienes eran ya que me mantenían al margen todo el tiempo, pero sabía que cada vez eran más.
La noche en que el heredero de los Malfoy llegó, además de mí, en la Mansión sólo se encontraban sus padres, Colagusano y los prisioneros; Bellatrix y el señor tenebroso habían partido hace unos días con la bebé pero lo que sabía era que al final de la noche la única en regresar sería Bella. Me habían dicho que ya no necesitaban que cuidara a Delphini y me asignaron ayudar al torpe cara de topo a limpiar la casa o preparar la cena, pero jamás y lo repito en sus palabras, jamás acercarme al sótano donde se encontraban los prisioneros.
Narcissa corrió a abrazarlo en cuanto la puerta principal se abrió automáticamente gracias al hechizo que tenía, luego Lucius simplemente se acercó y lo miró de arriba a abajo para después retirarse. Por último, él se acercó a mí y me saludó asintiendo con la cabeza, se veía un poco preocupado y diferente al Draco que conocí por unas semanas o al Draco de los recuerdos borrosos.
Cuando Draco estaba en la mansión y los demás mortifagos no se encontraban cerca, los Malfoy me dejaban pasar más tiempo con ellos, así que esa noche me invitaron a cenar en el comedor principal, Lucius como siempre se pasó toda la noche enojado mientras Narcissa y su hijo hablaban de la escuela, de los nuevos profesores y el director que "al fin pondría las cosas en su lugar" después del fracaso del anterior.
Unas horas después, Bellatrix había llegado porque esperaban nuevos prisioneros, pero de nuevo, nadie me diría lo que estaba pasando, así que decidí salir a dar un paseo en el jardín, a pesar de ser de noche, era más reconfortante que estar escuchando susurros por la mansión y que todos se callaran al acercarme.
De pronto escuché unos pasos detrás de mí y al girarme, pude ver entre las penumbras a Draco, cuando me acerqué más a él, me di cuenta de que estaba teniendo un ataque de pánico por la forma en que temblaba y lo pálido que estaba su rostro.
Me jaló hacia él y me tapó la boca antes de que pudiera protestar.
-Tienes que escucharme, hay algo que necesitas saber.
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Un final feliz. Fred Weasley y tú.
Fanfiction¿Qué pasaría si una Slytherin se enamora de uno de los gemelos Weasley? ____ Green es una alumna transferida de Beauxbatons al colegio Hogwarts en 1992, pronto se hace amiga de chicos de otras casas, pero no sabe lo que le espera al toparse con un...