❥𝐁𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭፝֯֟⋆ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ

❥31❥

Yoongi se encontraba abrazando el cuerpo de su novio, el era de las personas que le encantaba abrazar mientras dormía, y por lo que se aferraba con fuerzas al cuerpo del contrarío.

Los rayos del sol entraban por la ventana al igual que la fresca brisa que se colaba por ella, empezó a abrir sus ojos ya que los rayos solares llegaron a su rostro.

Su vista se fue aclarado poco a poco, y pudo ver a su pequeño y hermoso pelirojo escondido en su cuello mientras una de sus manos estaba firmemente sobre su gran pecho. Sonrió y admiró la gran belleza de su novio. Hasta que sintió como jimin comenzaba a removerse bajo su cuerpo, yoongi no dejo de mirarlo en ningún momento. Mientras tanto el pelirrojo abrió sus ojos y pudo notar como su novio lo veía, y medio ensoñado sonrió mostrando su típica sonrisa cuadrada que volvia completamente loco a Yoongi.

— Buenos días — murmuró jimin.

— Buenos días cariño — yoongi se acercó y besó la frente de su novio y jimin sólo pudo suspirar.

— ¿Qué hora es? — jimin se acomodó mejor en los brazos de su novio.

— Mhn... déjame ver — Yoongi se separó un poco del cuerpo del menor y estiro su brazo hacía la mesita de noche, encendió su teléfono — Son las seis con cincuenta y ocho — dijo y volvió a dejar el teléfono en la mesa y se volvió a acomodar junto a jimin.

— Humm, no falta mucho...

— ¿Para qué?

Y de la nada se escucho un silbato que hizo brincar del susto a y caer de culo al piso, mientras que jimin sólo se acomodó más entre las sabanas.

— ¿Pero que carajos? — dijo yoongi en el suelo.

Y en eso la puerta fue abierta por un hombre con ropa militar, y gran postura.

— Buenos di... — Yoongi no puedo terminar.

— Ya son las siete con dos minutos — dijo el general — A las siete deben de estar ya listos ¿qué hacen aún en la cama?

— Papá, déjanos dormir — murmuró jimin escondiéndose en la sabanas.

— Nada de dormir, asi que vagabundo — buscó a Yoongi hasta que lo vio en el suelo — ¿Qué haces en el suelo?, arriba — y cómo alma que lleva el diablo Yoongi se levanto al instante —
Y tú también cariño y no me voy a ir hasta que te levantes.

Jimin se sentó en la cama mirando a su padre con un puchero.

— Y aunque me hagas esa cara cariño, arriba.

Jimin resignado se levanto de la cama, llevo una de sus manos a sus ojos, para luego ir a donde estaba su padre y darle un beso en la mejilla y lo abrazaba. El señor Park le devolvió el besó y lo abrazó igualmente.

— Buenos días papá.

— Buenos días cariño — dijo el señor park regalándole una cálida sonrisa.