❀Capítulo 12❀

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Hola, bicho.

Felix escuchó la voz grave del matón a su lado y, para su desgracia, tendría que volverse a casa en el mismo autobús que su acosador.

—H-hola.—saludó bajito y cabizbajo.

Apenas y se atrevía a hacer contacto visual con el tipo tatuado que, para colmo, había dejado en exposición sus mil y un garabatos en ambos antebrazos fibrosos, otorgándole un aspecto más rudo y tosco.

De un momento a otro, el autobús hizo su parada frente a ellos. Varias personas se dispusieron a bajar por lo que Felix y Hyunjin esperaban pacientemente el momento de subir.

Para cuando fue el turno del pelirrojo, éste pasó con duda su tarjeta y caminó por el pasillo atestado de personas hasta encontrar un solo lugar vacío.

Pudo disfrutar de la comodidad de su asiento por sólo dos minutos.

Hasta qué llegó Hyunjin por detrás.

Más te vale quedarte parado ahora mismo bicho.—amenazó muy cerca de su rostro, poniendo nervioso al niño de pecas quien, sin más remedio, le cedió el lugar al matón.

Hyunjin sonrió triunfante y procedió a acomodarse en el respaldar, dejando ambas piernas separadas sólo para asegurarse de dejarle menos espacio a su víctima favorita.

Y vaya que lo estaba irritando; Felix suspiraba con pesadez mientras viajaba de pie y tratando de enfocar su mirada en el techo.

De lo contrario tendría que verle la cara a Hwang todo el santo día y no era ese su objetivo.

Al parecer, el autobús había pegado varios saltos bruscos por un camino mal diagramado, por lo cual varios sujetos en traje habían golpeado sin querer su pequeño cuerpo con sus pesados maletines, haciéndolo gemir de dolor.

El rubio parecía disfrutar de la agonía del menor.

Para hacerlo sentir el doble de desgraciado, en un rápido movimiento logró quitar la nueva corona de Felix, como lo había hecho en un primer encuentro.

Felix, con ambas mejillas rojas de ira, miraba como el sujeto tatuado lo provocaba ubicando su delicada coronita sobre su entrepierna.

Asco era todo lo que la carita del menor podía expresar.

¿Es que nadie reparaba en las actitudes desubicadas del rubio? Al parecer no.

—Si la quieres devuelta, intenta tomarla. Pero cuidado, no querrás tomar otra cosa en su lugar.—Hyunjin elevó ambas cejas y le sonrió de lado, dándole a entender a Felix que cabía la posibilidad de que terminase agarrándole el pene en vez del dichoso accesorio, por la ubicación.

Felix cerró los ojos y contó hasta diez para evitar abalanzarse sobre Hwang y partirle esa sonrisa sobradora que portaba.

Sabía que ese impulso sólo empeoraría las cosas y era obvio que era una batalla que nunca podría ganar, siendo tan enclenque.

El pelirrojo podía ser delicado y hasta bastante debilucho, pero eso no quitaba el hecho de que era capaz de sentir enojo y deseos de hacer justicia por mano propia como cualquiera.

Lástima que la genética estaba en su contra y su estilo de vida "pacífico" también.

—¿Y?

—Puedes quedarte con esa coronita también.—respondió neutral y miró a través del vidrio de la ventana si le faltaba mucho tramo para llegar a su destino y bajar.

Tattooed Guy.// HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora