3 años más tarde...Un nuevo apogeo.
Brisbane, Australia.
-Felicitaciones, mi rayito de sol ¡Me llenas de orgullo!-dijo su mamá contemplando junto a él las vidrieras del nuevo local.
Felix sonrió y colgó en la puerta de entrada el cartel de "abierto".
Quién diría que los caminos de la vida lo llevarían a abrir una florería en Brisbane.
Sin dudas un trabajo soñado para el chico que siempre llevaba flores en sus zapatillas cuando era pequeño, o coronas de flores en sus últimos años de estudio...
Las flores eran algo muy especial para él. Lo acompañaban a cada paso que daba. Significaban todo...
Incluso hubo una vez que alguien se tatuó una por él...Por amor.
-¡Sin dudas estás flores van a enamorar a muchos!-exclamó con alegría. Su rostro iluminado con su centenar de pequitas cuales besitos del mismo sol que les daba vida.
Felix era inmensamente feliz y afortunado de poder dedicarse a lo que le gustase. Incluso ya había tenido múltiples encargos de ramilletes y ramos para bodas y diferentes festividades.
Todos en la ciudad le conocían y el hecho de tener su propia florería era un salto más en su emprendimiento que buscaba expandirse tanto como las enredaderas del tapial de su casa.
Con su jardinero de mezclilla y sus guantes de goma comenzó a rellenar macetas con humus...Luego llenó su regadera de agua mezclada con sulfato ferroso para avivar unas rositas que estaban apagadas. Era muy meticuloso y dedicado a cada espécimen.
Sentía que a su vida no le podía faltar nada, tenía a su familia con él, había hecho nuevos amigos y se había reencontrado con otros de su infancia.
¿Qué más podía anhelar su pequeño corazoncito?
Lo sabía, pero prefería ignorar esa molesta espinilla clavada en su pecho.
-¡Felix! Mark necesita ayuda con la caja registradora, ¿puedes ir a ver, tesoro?
-¡Voy!-dejó sus artículos de jardinería, a regañadientes.
Mientras se dirigía a auxiliar a su nuevo empleado, una mujer con falda plisada, borcegos negros y lentes de sol entró con sigilo a su local, inspeccionando de arriba a abajo tanto sus plantas colgantes como las macetas que yacían posicionadas en estantes y el suelo.
La mujer no había emitido palabra alguna, sólo se dedicaba a anotar "cosas" en una especie de libreta con bastante frenesí y expresión neutral.
-¡Buenos días! ¿Qué se le ofrece?-saludó con amabilidad el joven pelirrojo.
La mujer le miró atentamente y antes de contestar, quitó sus lentes con cierta arrogancia.
-Ah.
"Ah" fue todo lo que emitieron sus labios para ignorar globalmente a un Felix que había quedado boquiabierto ante semejante atrevimiento.
La mujer continuó fisgoneando de aquí a allá, hasta que se detuvo en un rincón suspirando.
-¡LAS ENCONTRÉ! ¡ESTÁS SON LAS ELEGIDAS PARA LA "GRAN OBRA"!-exclamó desde lo más profundo de su pequeña anatomía haciendo sobresaltar a Felix quién no terminaba de comprender el asunto.-¡JOVEN! ¡NECESITO CIENTO CUARENTA Y TRES VARAS DE LIRIOS BLANCOS PARA ESTE JUEVES!
Felix sí que estaba confundido.
-¿Perdón?
-Tome, ¿será suficiente?-la mujer le entregó un cheque con una suma de dinero tal que tuvo que revisar nueve veces el número para asegurarse de que era real.
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Tattooed Guy.// Hyunlix
Fanfic1 Chico tatuado. 1 Chico con corona de flores. Ambos en el mismo instituto. Exacto, es el cliché que andabas buscando. COMPLETADA. ⚠️(Me veo en la necesidad de decir que si estos temas hieren tu sensibilidad, evita la lectura) ⚠️ Acepto críticas CON...