Capitulo 2: el escape del prisionero

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En la sala del trono...

- Que? Cómo que se escapó?! - exclamó el rey

- Aún no lo sabemos soberano, estoy por solucionar este problema- respondió disebeck

- Claro que tienen que solucionar este problema, ¡ No puede ser que ese prisionero hebreo se haya escapado! Tantos guardias, ¡¿Para que?! Si no hacen su trabajo como deberían, quiero que dupliques la seguridad y sea castigado quien no haya trabajado bien hecho como guardia si se llega a escapar otro más ¡Ya! - grito enfurecido

- Si mi soberano así será, mandaré a los soldados en su búsqueda- reverencio y se marchó

- Tenían que ser hebreos que justamente despertara mi irá - exclamó Seti

- No se preocupe mi soberano, ¿ Que tal si damos un paseo o sumergirnos al Nilo a refrescarnos un poco? Creo que te haría bien - sugirió la reina tuya

- Tu siempre viendo mi bienestar pero hoy ese hebreo me quitó las ganas de todo, quizás otro día si? - tomo su mano y la beso

- Cómo usted quiera mi amor - respondió tuya

El prisionero corrió lo más rápido que pudo hacia la villa de los hebreos, quería ver al menos por última vez a su madre porque estaba claro que tenía que huir de allí para no ser encontrado pero en el camino tropezó con una de las hebreas que cargaba una vasija llena de agua en la cual quedaron un buen tiempo mirándose.

El prisionero se levanta y se sacude la tierra pegada sobre la ropa.

- Disculpa, no me fijé, déjame ayudarte - extiende su mano para ayudar a levantarla y recoger la vasija

- No pasa nada, al parecer estaba apurado - respondió la muchacha con una pequeña sonrisa

El prisionero sonríe - estás bien? No te lastimarte? - le preguntó

- No, no se preocupe, estoy bien - dijo la muchacha

- Me alegro entonces, me llamo Elías y tú? - dijo Elías

- Me llamo Elisabeth - sonríe

- Que lindo nombre, un gusto conocerte

- Yo también

- Me tengo que ir, nos vemos luego - se despidió de ella y dirigió hacia la casa de su madre que estaba a unas dos cuadras de donde había tropezado con Elizabeth y al estar afuera, golpeó la puerta para ser atendido.

En el palacio

- Señora, usted si que es una especialista en el baile, quien baila como usted- dijo karoma halagandola

Nefertari sonríe - gracias karoma, siempre tu sacándome una sonrisa

- Señora no se sienta mal por Moisés, yo estoy segurisima de que el la ama tal como usted lo ama a él

- No creo karoma, ¿Por qué me rechazo ayer entonces?

- Creo que alguien se acerca a usted - dijo sonriendo karoma

Nefertari voltea para ver quién se encontraba atrás suyo

- Ramsés- sonríe ella

- Al parecer ya termino tus clases o me equivoco? - dijo Ramsés

- No, no te equivocas

- Que bueno entonces porque me gustaría saber si podemos hablar

- Claro, te escucho

Ramsés miro hacia atrás de nefertari y al percatar que aún se encontraban mujeres en el jardín, respondió - vayamos a un lugar más despejado.

Nuestro encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora