Nuestro encuentro

Capitulo 55: sucesos ( parte I)

Al dia siguiente...

Elias no dejaba de pensar en lo que Sheriff le había dicho acerca de otro hermano. Su mente estaba en otro mundo, indagaba en sus pensamientos sin poder creer lo que se había enterado. Era una serie de sensaciones que le invadía en su interior.

Lina; mi amor, mi amor ( llamaba pero él no lo escuchaba) mi amor

Elías: disculpa ( voltea)

Lina: ¿Que sucede? ¿De que hablaron ayer con tu hermana?

Elías: mi nombre no es Elías, mi nombre era Alexander. Y no solo eso, tenía otro hermano

Lina: ¿Hermano?

Elías: si, un hermano, un hermano donde no se si fue sacrificado o tirado

Lina: por Dios

Elías: mi mamá no me dijo nada de esto

Lina: ¿Y tú le crees?

Elías se acerca a un asiento y agarra los papiros y dice: es lo que trato de confirmar a traves de esto ( muestra los papiros)

Lina: ¿De dónde sacaste esos papiros? ( Quedan en silencio) ay no me digas ¿Fuiste al lugar prohibido donde hay papiros?

Elías: así es

Lina: si esto se llega a enterar tu tío, no se que haría contigo

( Sheriff toca la puerta)

Elías: pase

Sheriff: buen día hermanito querido ( mira a Lina) ¿Cómo te va cuñadita?

Lina: bien, los dejo solos ( sonríe levemente)

Sheriff: si gracias, nos haría un gran favor (Lina se va)

Elías: ¿Porque le hablas así a mi esposa?

Sheriff: sin ofender pero la última vez fue muy desconsiderada conmigo, en fin, no vine para esto

Elías: ¿Entonces para que? Mira estuve pensando y no creo que mi hermano este vivo o quizás ni siquiera exista y la verdad es que no me interesa, yo tengo a mi hermana Sara y para mí eso es suficiente

Sheriff: ¿Y a mí? ¿Yo no cuento?

Elías: y a ti ( dijo de mala gana)

Sheriff: como sea ¿No te importa en lo mas mínimo tu otro hermano?

Elías: aún no leí los papiros, de hecho, iba a hacerlos justo ahora, así que si me permites me gustaría leerlos y si te pudieras retirar me harías un gran favor

Sheriff: ay bueno, ya voy hermanito, pero eso si, volveré

Elías: de acuerdo, ahora sal

Sheriff: bueno bueno ya me voy

Elías se dispuso a leer las cartas y en una de ellas decía  lo siguiente:

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Querido hermano César:
                                        
                                Estamos aquí en un lugar cuya ubicación no te la puedo dar pero quiero avisarte que con mi esposa estamos muy bien a pesar de todo. Aún lidiamos con el dolor de la desaparición de nuestro hijo pero Dios nos ha dado la fuerza suficiente para soportar todo lo que tenemos que afrontar. En fin, quiero pedirte perdón porque pasó 2 meses desde que hui y no te mande ninguna carta pero justo hoy se me dio la oportunidad. También quiero que sepas que no todo lo que vivo con mi esposa es de mala suerte, al contrario pese a todas las circunstancias que pasamos siempre viene una bendición,gracias a la voluntad de Dios tendré otro hijo ¿No es emocionante? Mi esposa y yo tendremos otro más, lo bueno es que estamos en un lugar seguro. En fin, espero que te haya alegrado la noticia, pero me gustaría saber cómo esta todo allá ¿Cómo estás tú en estos momentos? La verdad hermano, es que te extraño mucho y si es posible tambien, me gustaría que mandes saludos a mi hija, a ella también la extraño mucho y que la cuides por mí por favor, ella es mi pequeña. Bueno me despido, espero que leas mi carta y me cuentes todo.