Capitulo 28:llegada de Maya

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Al día siguiente Sara al ver la luz del día se levantó para prepararse, ya que tenía que presenciarse, más aún siendo la bailarina principal.

( Sara se vistió de esa forma)

Ella detestaba tener que hacer esto y más aún en aquella ceremonia que se llevaría a cabo el compromiso de Ramsés y su nueva prometida. No quería estar allí pero no sabía el porque no quería. Quizás sea por el beso que se dieron a noche o quizás por no querer. Aún no lo sabía, estaba tremendamente confundida.

Leila: Sara!! ( Llamo al ver a su amiga)

Sara volteo apurada: ¿Si que pasa Leila?

Leila: Quería preguntarte sobre a noche ¿Que te sucedió? Te vi tan desesperada y perdida ¿Acaso pasó algo? ( Recordando a su amiga entrar en el harén)

* A noche*

Sara había entrado desesperada y desconectada por lo habia pasado que solo se dirigió a su cama sin decir nada mientras Leila, Nefertari, Alira y karoma la llamaban.

N,A,L y K: Sara!! ( Llamaron al unísono pero está las ignoro)

Nefertari: que raro, que le habrá pasado para estar en ese modo ( dijo preocupada)

Alira: ni siquiera se volteo a vernos

Karoma: ni contesto ( dijo extrañada)

Leila: deberiamos preguntarle

Nefertari: no Leila, es mejor dejarla sola por ahora, mañana hablaremos con ella, no parece estar calmada

Leila: pero somos sus amigas, se supone que tendríamos que estar con ella

Nefertari: concuerdo contigo pero a veces es mejor estar sola por un momento. Hay que dejar que se tranquilice. ( Recomendó)

Leila: tienes razón.

*Fin del recuerdo*

Sara: no me pasó nada ( mintió) ahora estoy apurada Leila, luego hablamos ( dijo nerviosa y con prisa y luego se retiró)

Nefertari al ver eso dijo a karoma: bueno, creo que Sara está rara hoy, deberíamos hablar con ella luego de la recepción ¿No lo crees?

Karoma: tienes razón señora, creo lo mismo

Todos se fueron a la recepción que el faraón tenía preparado para que si hijo Ramsés, conociera a su futura gran esposa real. Todos estaban muy ansiosos por conocer aquella muchacha que pronto gobernará junto a Ramsés. Mientras tanto, el príncipe Ramses solo deseaba escaparse al menos por un momento que tener que conocer aquella joven que de tanta insistencia del rey quería que se casará.

Disebeck: al menos finge una sonrisa Ramsés ( sugirió al ver el semblante serio del príncipe)

Ramsés: no puedo hacerlo general por más que lo intente ( respondio sin apartar la vista de la puerta)

Nuestro encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora