capitulo 11:murmullos

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En la villa...

- Que sorpresa samira, pasa - dijo jocabeb con una gran sonrisa

- Shalom, espero no molestar - entró

- Tu nunca molestas, siéntate - dijo jocabeb

- Y Miriam? - preguntó samira al notar su ausencia

- Ah ella está con Abigail - sonrió

- Con razón - sonríe- como estás? - preguntó samira

- Muy bien, gracias por preguntar y tú cómo estás lidiando con todo lo que te está sucediendo en tu vida?

- Más o menos, aún no me adaptó en la vida solitaria en mi hogar, siento mucho la ausencia de mis hijos pero Dios me da las fuerzas suficientes para soportarlo - hablo samira

- Dios es grandioso - sonrió - y Sara te visito en estos días?

- No, aún no pero mando a Leila a qué me mandara un recado para que sepa que está bien pero no lo sé Jocabed. Sabes lo que me da miedo? Es que mi hija se deje llevar por aquellos dioses paganos y se corrompa

- No Samira, tu hija es una muchacha de muy buena fé y firme como su madre, yo creo que ella siempre estará en el camino de Dios y nunca se dejará llevar ante cualquier tentación

- Tienes razón pero aún así, la gente puede cambiar, inclusive mi hija, hoy puede creer en Dios y mañana no sabemos, pero no quiero pensar lo peor, confiaré en Dios en qué protegerá a Sara

- Amén - contesto jocabed

- Irás al cortejo? - preguntó Samira

- No, si voy me van a obligar a reverenciarme ante el rey

- Entiendo, pero yo sí iré de igual manera con la esperanza de ver a mi hija

- Ten cuidado si?

- No te preocupes jocabed, estaré bien

En Roma

- Sigue, vamos! Con más fuerza! Tu puedes! - alentó Abel

- Podemos...parar - contesto Elías agitado

- No! Para ser un buen guerrero...tienes que estar día y noche practicando... la práctica hace al maestro - dijo mientras chocaban espadas

- Esto no es para mí - dijo al minuto de rendirse

- Huy, cuidado - dijo Abel mientras sostenía su espada sobre el cuello de Elías

- No tienes que descuidarte, si no terminarás muerto - aconsejo el príncipe nuevamente

- Solo tomemos un descanso - suplico Elías

- Un descanso es mucho, hay que seguir

- Lo dices porque tú ya eres todo un profesional

- Tal vez - guardo su espada - pero flaquear de esa manera no sirve de mucho, guarda tu espada, solo tómate un par de minutos y seguimos

- Gracias príncipe - guardo su espada

- Príncipe? Jaja - río- basta de formalidades, dime Abel

- Es costumbre jaja - río - oye princ... digo Abel, porque eres amable conmigo, es decir, no se ve mucho que un principe trate bien a un fugitivo?- preguntó Elías

- Dices eso porque quizá en Egipto te trataban como basura pero como verás hay príncipes excepcionales que no tienen necesidad de maltratar personas

Nuestro encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora