Capítulo 32

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-¿Ya te vas? – preguntó Eri viendo como Tamaki tomaba su mochila de la sala de estar y se ponía sus zapatos. – Creí que te quedarías a cenar.

-Lo siento Eri chan, será para la próxima, Mirio me está esperando justo ahora. – dijo el chico revolviendo el cabello de la pequeña y dándole un corto beso en la frente a su novia antes de irse. Aizawa hizo un ademán con la cabeza para despedirse. – Adiós, Aizawa sensei.

-Ah, por cierto. – dijo el hombre entrando nuevamente a su saco de dormir. – Desde mañana...

-NO, PAPÁ ORUGA, NO ABRAS LA BOCA. – Dijo Eri lanzándose encima de él, ____ también parecía alterada, pero de seguro estaba guardando la compostura porque Tamaki estaba frente a ella. Él miró a su novia y ella sonrió inusualmente nerviosa. – Que te vaya bien, Tamaki san.

-Ah... nos vemos. – dijo el chico saliendo de la casa un poco confundido, cerró la puerta a sus espaldas, pensando en qué demonios estaba queriendo decir Aizawa sensei, pero de seguro no valía la pena seguir pensando en ello. El chico llegó rápidamente al café donde Mirio lo estaba esperando, este lo saludó con una enorme sonrisa. – Hola, lamento la tardanza.

-No te preocupes. – dijo Mirio soltando un suspiro y tomando un sorbo de su café. – Solo quiero pasar un rato con mi mejor amigo antes de... bueno, ya sabes, la escuela y todo eso.

-Antes de qué. – dijo Tamaki curioso, Mirio solo negó con la cabeza y el chico arqueó la ceja. Tampoco quería sugestionarse de que algo en especial iba a pasar el día de mañana, así que solo soltó un suspiro y pidió un café para él. Tamaki se giró hacia la ventana un segundo y en la acera del frente vio algo que definitivamente no se esperaba.

____ estaba muy agitada esperando que el semáforo cambiara al verde con una mochila en la mano, junto a ella, estaba Todoroki, quien miraba directamente hacia Tamaki y apresuró a ____ angustiadamente para que saliera corriendo apenas cambió a verde. A Tamaki se le puso la piel de gallina de un momento a otro y Mirio le giró la cabeza para que lo mirara a él.

-Tu café, está aquí. – dijo Mirio haciendo que Tamaki mirara la mesa, en donde estaba su café y su dona. Él volvió a mirar a la ventana preocupado, ya no estaban allí, pero él estaba seguro que eran ellos, eran bastantes reconocibles. – Qué haremos después...

-¿No viste a ___ y Todoroki kun justo en frente? – preguntó el chico sorprendiendo a su amigo, quién negó con la cabeza inmediatamente y luego miró por la ventana, no había nadie, pero parecía un poco nervioso. – No ahora, pero pasaron corriendo, parecían apurados.

-No lo creo ¿no estuviste apenas hace unos minutos con ____? – dijo Mirio señalándole su café, este bebió un sorbo y después le envió un mensaje a la chica, pero esta no le respondió. Él estaba casi seguro de que eran ellos. La salida con Mirio finalmente fue corta, recordaron que debían estudiar para un examen y volaron cada uno hacia su casa, pero Tamaki no pudo concentrarse en absoluto.

Habían pasado tres horas y media y ___ aún no leía siquiera el mensaje, no podía sacarse de la cabeza la cara angustiada de Todoroki al darse cuenta de que los estaba viendo.

El sabía que los celos no eran buenos, sabia también que no tenía por qué ponerse celoso, no había un motivo, _____ lo amaba y él la amaba a ella, lo sabía perfectamente bien y lo demostraban cada día con mas fuerza, pero entonces ¿qué era lo que le hacía sentirse tan inseguro? La manera en que Mirio decidió su respuesta tan rápidamente sin siquiera haber chequeado antes, la mirada nerviosa de ____ antes de irse, Eri chan callando a Aizawa Sensei para que no siguiera hablando, lo hacía sentir tremendamente excluido, inseguro y nervioso.

Tamaki apenas si pudo dormir esa noche, pero al menos el insomnio le ayudó para estudiar para el examen de la mañana, en el cual tuvo muchos aciertos. El estaba mirando por la ventana del aula hacia el jardín, pensando en qué iba a decir el profesor Aizawa antes de que lo callaran, porqué Mirio estaba tan tremendamente feliz esta mañana, por qué Todoroki no dejaba de verlo en la entrada de la escuela ¿todo el mundo estaba en su contra el día de hoy? A pesar de que nadie le hubiese hecho nada, eso lo hacía sentir muchísimo mas ansioso de lo que estaba. Tamaki se levantó de su asiento para ir a desayunar, Mirio lo detuvo.

Lo lindo de la Timidez [Tamaki Amajiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora