Lo lindo de la Timidez [Tamaki Amajiki]

Capítulo 29

-Entendido. – dijo ___ revolviéndole el cabello a Eri y luego la miró. – Eres tan pequeña, pero tan genial, Eri chan.

-Ya vete. – dijo ella con una sonrisa tímida dándole el bento. Ella miró como su hermana salía con la lonchera de siempre, con una coleta alta y una sudadera de su novio. Eri se sentó en el sofá con un vaso de agua, al fin podría ver sus dibujos animados con tranquilidad, pero justo cuando iba a beber un poco de agua, el vaso se trizó frente a ella sorprendiéndola. – Qué les pasa a los vasos, ya es el segundo hoy.

____ caminaba afuera con una enorme sonrisa, los últimos días habían sido geniales, Tamaki había salido con ella todos los días, y cada que ella se sentía mal, él iba a verla a su casa. Incluso la última vez, la había dejado quedarse con su sudadera, la cual solo se quitaba para lavar, pues amaba usar algo de él. Ella cruzó la calle cuando estuvo en verde el semáforo llegando hasta UA, hacía un tiempo que no iba allá.

Ella miró la entrada un segundo antes de entrar y se sintió extraña, como si algo le dijera que no entrara, la cara de Kai se le vino inmediatamente a la cabeza antes de entrar. Ella solo sacudió la cabeza y caminó hacia la academia. Entró al lugar y se fue a la oficina de Aizawa, ya que aún no salían de clases los alumnos, ella dejó su bento sobre el escritorio y luego salió al patio, la campana retumbó en sus oidos mas fuerte de lo común, todo eso era demasiado extraño.

Esa presión en su estómago le decía que algo iba a pasar, no era normal. Había despertado temprano sin necesidad de ninguna alarma, se le había quebrado una uña incluso sin hacer nada, no quería caer en supersticiones, pero era demasiado extraño. Ella, sentada en la banca de siempre, miró hacia todos lados, sintiéndose extraña, por un momento pensó que quizás la estaban observando.

____ entró al edificio respirando con un poco de dificultar, asustada. Se dirigió a buscar a Tamaki, siguiendo el consejo de Eri, de avisar apenas se sintiera mal. Subió las escaleras, pero la primera persona que se encontró no fue a su novio.

-Wow, qué pasa. – dijo Mirio sosteniéndola antes de que se cayera, este la miró preocupado y ella levantó su mirada hacia sus ojos. – Oye ¿te sientes mal? ¿Quieres que te lleve a la enfermería, Anni?

-¿Cómo?

-Ah, lo siento. – dijo él sorprendiéndose a sí mismo y rascándose la nuca. – Es solo que me recuerdas a alguien, lo siento, fue mi error.

-¿Anni? – dijo ella mirando a Mirio asustada. ____ sintió que cayó al vacío entonces mientras miraba a Mirio, sintió que volvía a ser rubia, a tener los ojos azules y un mal temperamento por no tener una habilidad. Recordó como había golpeado a quienes la molestaba, recordó haber huido de la escuela y haber sido encontrada por Kai, recordó que el jefe le dijo que no se quedara, recordó que Kai, a pesar de que no era una buena persona en absoluto, la quería y apreciaba mucho. Mirio seguía mirándola, totalmente preocupado. – Mirio...

-Qué pasa, me estás preocupando. – dijo él confundido mientras la miraba, Tamaki también llegó al lugar y miró a su novia preocupado, pero ella no quitaba los ojos de Mirio, este último miró a Tamaki desentendido.

-Anni. – dijo ella sorprendiendo al rubio, los ojos de ____ se llenaron de lágrimas en un solo segundo y Mirio no pudo evitar abrir la boca con sorpresa. – Yo fui... Anni.

-¿Qué? – dijo Tamaki confundido mirando a Mirio, quien antes le había contado de su desaparecida hermana, Tamaki miró a la cara de su novia, y si bien se parecía a la fotografía de la pequeña rubia en algunos rasgos faciales, no era del todo idéntica. – Un segundo, ___ ¿estás recordando cosas?

-Si, si. – dijo ella mirando a su novio con una enorme sonrisa ahora. – Yo... no tenía una habilidad y me enojé con unos niños que me molestaban y los golpeé, Mirio no estuvo de acuerdo así que decidí irme de casa. Kai me encontró y accidentalmente me desintegró el brazo y luego intentó arreglarlo, pero olvidó... mi lunar de la palma.

-El lunar en la palma... por eso... - dijo Mirio sorprendido y ella asintió con la cabeza, Mirio se largó a llorar y la abrazó y Tamaki los miró desentendidos. – Jesús, después de que no tenías el lunar... yo pensé que... que ya nunca te encontraría.

-Y después me olvidé de Mirio, él modificó mis recuerdos, también mi ADN. – Dijo ella tratando de recordar, aunque era terrible recordar el sufrimiento al pasar por todo eso. – Y éramos... éramos hermanos, Kai era... todo para mí, pero él borró mis recuerdos para que él pudiera escapar con Eri y me... me dejó a salvo en la habitación.

-Tenemos que ir con Aizawa sensei inmediatamente. – dijo Tamaki y ____ asintió con la cabeza, Mirio la detuvo inmediatamente, ella lo quedó mirando un momento con una sonrisa.

-Hablaremos mas tarde ¿está bien? – dijo ella con una sonrisa y él asintió con la cabeza dejándola ir, completamente aturdido. La pareja llegó a la oficina de Aizawa interrumpiendo su almuerzo, él los miró y frunció el ceño. – Ya lo recuerdo todo.

-¿Todo, todo?

-Todo, todo. – dijo ella y él tragó para voltearse a verlo. Ambos le contaron todo lo sucedido mientras él escuchaba atentamente. Cuando ellos comenzaron a hablar cosas que él no entendía comenzó a pensar en cómo pedirle disculpas a Mirio por haber besado y estado con su hermana ¿tenía entonces que buscar su aprobación?

Conociendo a Mirio, se portaría muy protector de ahora en adelante, sería una gran carga desde hoy.

-Deberíamos ir a ver a tus padres ahora. – dijo Aizawa terminando de comer y levantándose, la chica se sobresaltó y lo quedó mirando unos momentos, él frunció el ceño. – Qué pasa, tienes que ir a verlos, seguramente te han extrañado mucho.

-Pero yo... no quiero irme de casa. – dijo ella mirando a Aizawa y sorprendiéndolo, este la miró soltando un suspiro agotado. – No quiero irme de casa, quiero estar con Eri chan y contigo.

-Mira, eso sería genial, pero no puedo decidirlo yo. – dijo él soltando un suspiro y pasando una mano por su cabello. – Tienes que ir con tus padres, explicarles lo que pasó, y si quieres, puedes hablar con ellos sobre eso, las puertas de casa siempre estarán abiertas.

-Está bien. – dijo ella soltando un suspiro. Aizawa salió de la habitación y ____ miró a Tamaki unos segundos. - ¿Sabes algo? Pensé que, al recordar mis recuerdos, sería mucho mas doloroso, digo, sentimentalmente horrible, pero no es tan así. Incluso a pesar de las cosas que hacía Kai, él siempre se disculpaba si sentía alguna molestia por su culpa, jugaba conmigo y demás, es algo que me gusta recordar.

-Me alegro. – dijo Tamaki dándole un pequeño beso en los labios y soltando un suspiro. Ella no parecía estar tan animada como predicaba. – Qué pasa.

-¿Qué pasaría si algún día te olvido? – dijo ella mirando a Tamaki. – Hace tiempo te olvidé por un momento ¿recuerdas? Que pasa si finalmente te olvido.

-Te llevaría a cada lugar en donde hemos estado juntos, recorreríamos toda la ciudad diciéndote las cosas geniales que hemos hecho. – dijo él besando su mejilla y haciéndola sonreír. – Incluyendo mi casa, creo que también hemos hecho cosas importantes allí...

-TAMAKI.