Lo lindo de la Timidez [Tamaki Amajiki]

Capítulo 19

-No lo entiendo. – dijo Tamaki frustrado desde su asiento en el aula, Mirio y Negire estaban preocupados por él. ____ había venido a la hora del almuerzo, se acababa de ir. – Ella no estaba emocionada.

-Bueno, viene todos los días... - dijo Negire un poco obvia. – No creo que se emocione cada vez que venga a UA.

-Pero a qué te refieres con "no emocionada". – dijo Mirio mirándolo un segundo. – ¿A desinteresada? ¿A aburrida?

-No, ella estaba sonriente y con el mismo ánimo que siempre. – dijo él mirando a sus amigos confundidos unos segundos. – Pero antes era... no lo sé, como si ella hubiera estado impaciente porque llegara la hora de comer. Ahora estaba feliz, pero... no lo sé, sólo fue como... como cuando voy a comer con ustedes, me pone feliz, pero no es esa emoción de "hay, al fin la veré otra vez", me sentí como su amigo.

-Pero si tan solo se vieron ayer. – dijo Negire un poco confundida. – A demás, que yo sepa no eres su novio.

-Pero no es su amigo. – dijo Mirio defendiendo a Tamaki y luego lo miró. – Quizás ella estaba pensando en otras cosas que tenía que hacer en el día, es normal. Quizás estaba recordando lo que tenía que hacer después, o algo por el estilo.

-No creo que sea por Todoroki kun ¿no? ¿No estaba ayer hablando con él? – dijo Negire, Mirio pasó una mano por su cara y Tamaki dejó caer su cabeza en el pupitre. – No, es decir... no lo creo, lo dudo bastante... aunque puede ser una posibi-

-Negire ya... es suficiente. – dijo Mirio mirándola un segundo, ella se mordió las uñas unos momentos. La campana sonó dando fin a la jornada de clases, Tamaki bajó las escaleras con Mirio, Todoroki pasó corriendo a su lado. El peliazul lo miró un momento. El chico mitad y Mitad se cambió los zapatos rápidamente y sacó sus cosas de su casillero. Tamaki miró hacia la entrada de la escuela, efectivamente, ____ estaba parada allí con la misma ropa que traía en la hora del almuerzo. Mirio no daba crédito a lo que estaba viendo.

-Tamaki, tenemos que seguirlos. – dijo Mirio tomando al brazo de Tamaki, el peliazul sólo se dejó llevar por el rubio, que estaba decidido a llegar al fondo de esto.

-Lamento la tardanza. – dijo Todoroki llegando junto a la chica, ella le sonrió. – Tuve que ir a dejar unos papeles a la sala de profesores, fui lo más rápido que pude.

-No te tardaste nada. – dijo ella con una sonrisa y comenzando a caminar. – Vamos, tengo un poco de hambre.

-¿Sabes qué tengo ganas de comer? – dijo el chico mitad y Mitad, ___ lo miró. – Brochetas de calamar.

-Oh, suena genial. – dijo ella caminando a su lado. Tamaki y Mirio los seguían discretamente, no de muy cerca, pero no de muy lejos. Tamaki estaba muriendo por dentro ¿qué había hecho mal para que ____ lo traicionara de esa forma? Su baja autoestima lo estaba pudriendo. Por otro lado, Negire, que se había colado al juego de los espías, sólo pensaba que estaban exagerando la situación, ____ sólo había conseguido un amigo, así como Tamaki la tenía a ella. Aunque si, era verdad que Todoroki era bastante llamativo, una amenaza creciente para cualquiera.

____ se veía tan feliz como cuando estaba con él ¿sería quizás porque era su primer amigo conseguido por si misma? ¿O quizás sería porque le estaba comenzando a gustar Todoroki Shouto? Él realmente era alguien genial para ir en primer año, cualquier persona caería impresionada a los pies de ese chico ¿____ sería una de sus presas? Tamaki no lo soportaba, no quería seguir espiándolos para saber algo que no estaba preparado para saber, pero a pesar de ello, quería seguir espiándolos para saber si realmente estaba perdiendo a ____.

____ por otro lado, estaba muy contenta, era la primera vez que salía con un amigo por una razón que no fuera Tamaki, a pesar de que le gustaba mucho Tamaki, a veces también tenía ganas de distraerse.

-Esto está genial. – dijo ____ probando las brochetas mientras ambos chicos caminaban por la ciudad, el chico asintió con la cabeza. – No sabía que aquí vendieran brochetas tan deliciosas.

-No es un lugar muy conocido. – dijo el chico mitad y mitad con una cara neutra, el chico detuvo a ___, tocándole el hombro, una niña pequeña pasó corriendo delante de ella, bastante cera. ____ la miró unos segundos, sorprendida.

-Mamá, quiero ir al parque de diversiones, vamos di que si. – dijo la chica haciendo un berrinche unos segundos, la madre asintió con la cabeza y ella siguió corriendo con una sonrisa. ____ miró a Shouto unos segundos.

-Todoroki kun, quiero ir al parque de diversiones, vamos, di que sí. – dijo la chica haciendo un pequeño falso berrinche al igual que la niña que acababa de pasar, haciendo reír unos segundos a Todoroki, este sólo la siguió hasta el parque de diversiones.

-Aish, no puede ser... - dijo Mirio molesto siguiéndola junto a sus amigos, estaba nervioso. Tamaki parecía devastado, no podía creer que ____ estuviera teniendo una cita con otro chico después de haberse declarado a Tamaki. – Seguro no es nada, amigo, tranquilo.

-Está bien...

-A qué quieres subirte. – dijo el chico llegando a la entrada junto a la chica, él miró a su alrededor unos segundos mientras ella hacía lo mismo. – Elije tu primero.

-A cualquiera, menos a la rueda de la fortuna. – dijo ella mirando a su amigo unos segundos, el chico frunció el ceño. Los tres chicos siguiéndolos se callaron por una señal de Negire para que escucharan, los tres estaban atentos a lo que pudiera decir después. – No quiero subirme a ese.

-Por qué no.

-Porque quiero subirme a él con la persona que me guste. – dijo ella mirando el gran juego con una sonrisa. – Nunca me he subido, pero si algún día lo hago, espero que sea con Tamaki.

-Tienes razón, deberías subir con tu pareja, creo que es una atracción ideal para una cita. – dijo el chico con una sonrisa. – Lo siento, no lo había tomado en cuenta, después de todo, prefiero las montañas rusas.

-Si, vamos a eso. – dijo la chica siguiendo al chico mitad y mitad con una sonrisa. Los tres chicos que estaban allí, siguiéndolos, soltaron un suspiro mucho más aliviados, Tamaki tenía la cara completamente sonrojada por las palabras de la chica, a ella no le daba nada de pudor admitir que Tamaki era quien le gustaba.

-Dios, me asusté mucho. – dijo Mirio con una sonrisa palmeándole la espalda a Tamaki. – No tienes de qué preocuparte, ella no ha dejado de pensar en ti.