Capítulo 5: Es pulpo.

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-Me voy, Eri chan, Aizawa san. – dijo la chica mientras papá oruga estaba tirado en el sofá junto a Eri, ambos se voltearon a mirarla, llevaba un bento y una botella de agua en el bolso, el pelinegro miró la bolsa colgada en su hombro derecho. – Iré a dejarle esto a Tamaki.

-Ah está bien. – dijo el hombre y la chica cerró la puerta a sus espaldas. El pelinegro miró a la pequeña a su lado. - ¿Te ha dicho algo sobre ese chico?

-No, lo mantendré informado. – dijo la chica dándole los cinco al pelinegro y volviendo a ver la tele. _____ caminaba hacia UA con total felicidad. A Tamaki le gustaba mucho el pulpo, lo había descubierto en un foro que tenía mucha información de él, así que le había cocinado algunas cosas con Pulpo para que las probara, y la botella de agua para que no se atorase.

Ella ya había pensado en todo.

Sin embargo, estaba nerviosa de todas formas, es decir, jamás en la vida había cocinado que ella recordara. Bueno, es que no recordaba absolutamente nada, así que, si alguna vez cocinó, no recordaba cómo lo había hecho.

Su estómago comenzó a doler en cuanto puso un pie en la UA, se fue inmediatamente al baño, se miró en el espejo y soltó un suspiro. Sonrió mirando su reflejo e hizo una sonrisa natural con su rostro.

-Hola, Tamaki... - dijo ella mirándose a si misma nerviosa. – Pensé que... no, así no. Te traje... no.

-Qué haces aquí. – dijo Mirio mirándola sorprendido después de salir del baño, ella lo ignoró y siguió practicando. - ____, este es el baño de chico.

-Qué mas da, saldré enseguida. – dijo ella sin mirarlo, ella aclaró su garganta. – Leí que te gustaba el pulpo ¿leí? No, pensará que soy una psicópata.

-¿Eso es para tamaki?

-Ah, tu eres su amigo. – dijo ella girándose hacia él sorprendiéndolo. Puso una sonrisa y se sonrojó un poco. – Hola, te traje esto, espero que te guste, lo preparé yo.

-Ah, muchísimas...

-¿Estuvo bien así? – dijo ella mirándose al espejo nuevamente y haciendo exactamente lo mismo. – Qué expresión debería poner...

-Creo que tan solo con que le digas que es pulpo él estará feliz. – dijo Mirio mirando a la chica, ella lo miró unos segundos. – Por qué le traes comida.

-Porque quiero su atención. – dijo ella sin preámbulos mientras miraba su expresión. – Está bien, iré ahora, deséame suerte, acosador.

-Vamos, te diré donde está. – dijo el rubio siguiéndola. Luego, fue ella quien lo siguió a él por los pasillos hasta llegar al aula, Mirio estaba por entrar, pero ella tomó su uniforme nervioso. El rubio la miró hacia atrás sorprendido. – Ah, qué pasa, ___... WOW, QUÉ PASA.

-Es que.... No lo sé... - dijo ella, tenía el rostro completamente sonrojado. La chica estaba respirando fuerte de alguna forma, mirio se acercó a ella preocupado. Tamaki por otro lado, le extraño ver a su amigo entrar y luego salir del aula, así que se levantó y fue hacia la puerta. – No puedo hacerlo... me puse nerviosa justo ahora...

-Ah, Mi... - dijo Tamaki, pero dejó de hablar en el momento en que vio a la castaña tomando el uniforme del rubio. Todo el mundo los miraba sorprendidos. _____ se giró a ver a Tamaki sorprendida al escucharlo, él se sorprendió, ella también. Su rostro comenzó a arder mucho más. - ____ chan...

-Lo siento, no puedo. – dijo ella girándose para irse, Tamaki se sorprendió. Ella dio algunos pasos, pero entonces tragó un poco de saliva. Soltó un suspiro y se volteó nuevamente hacia tamaki con cara de determinación, haciendo que se viera nervioso. Ella tomó la bolsa y sacó el bento de adentro. La extendió hacia él. – Es... es... es pulpo.

-¿P.pulpo? – dijo el chico tomando el bento, la cara de la chica se puso completamente roja. Tamaki también se sonrojó, Mirio estaba flipando completamente a su lado. – Bueno... gracias... no tengo nada para ti, lo siento...

-No quiero nada. – dijo ella mirándolo unos segundos. Sus ojos brillaron mientras lo miraba, él pudo darse cuenta, pero entonces él solo pudo ponerse mas nervioso. Ella sacó nerviosamente la botella de agua y se la entregó, no miró a su rostro para no ponerse mas nerviosa. – Es que... quizás esté un poco seco... no quisiera que te atorases...

-Gracias... - la chica se fue por el pasillo y Tamaki puso una mano en su cara completamente sonrojado, Mirio lo miró con una gran sonrisa. – Tu fuiste parte de esto ¿verdad? Quieres hacerme una broma ¿no es así? No es divertido.

-Te juro que no, es ella quien practicaba su expresión en el baño. – dijo el rubio emocionado y luego entró al aula. Tamaki lo siguió unos segundos, pero luego miró por la ventana.

____ tenía la cabeza apoyada en su árbol, solo estaba allí parada, sin hacer nada. Ella se sentó bajo el árbol y sacó otro bento y unos palillos. Tomó unas verduras con los palillos y luego la comió. Tamaki miró las cosas que ella le había entregado y se sonrojó.

-Me voy a arrepentir de esto. – dijo él nervioso. Seguramente iba a hacer el ridículo por lo nervioso que se iba a poner frente de ella. Él bajó las escaleras y se fue al jardín hasta donde estaba ella. Él soltó un suspiro y ella se sorprendió al verlo acercarse, haciendo que se atorase con un poco de comida. Él se apresuró a abrir el agua que tenía en la mano y hacer que bebiera. Ella se sonrojó mientras bebía un poco de agua. Tamaki se sonrojó, pero aún así se sentó frente a ella.

Él sacó su bento y comenzó a comer frente a ella, ella se sonrojó, pero comenzó a comer con él. Ambos se miraron unos segundos, Tamaki se aclaró la garganta.

-Está muy rico, gracias. – dijo él un poco sonrojado, sin saber qué mas decir. - ¿Cómo supiste que me gusta en pulpo?

-Lo vi en un foro. – dijo ella tratando de sonar natural frente a él. – Las fans de Suneater lo publicaron.

-Ah, no lo sabía. – dijo él mirando su comida nerviosa, su cara se sonrojó un poco. A pesar de que ___ estaba nerviosa, soltó una pequeña sonrisa. Realmente estaba comiendo con él ¿podía estar más feliz? Tamaki la miró unos segundos. – Qué... qué pasa.

-Nada, es que estoy feliz. – dijo ella comiendo nuevamente con una sonrisa. Tamaki la miró, sus ojos estaban achinados mientras comía. El no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa, pensó dos veces si seguir hablando o no.

-No solo me gusta el pulpo. – dijo el chico mirándola unos segundos, ella se sorprendió. – Es decir, la comida está deliciosa. Pero también me gustan las almejas, el cangrejo, esas cosas.

-Oh, si. – dijo ella emocionada con una sonrisa. – Traeré almejas la próxima vez, es una promesa.

-¿La próxima vez? – dijo él sonrojándose ella lo miró con una sonrisa, Tamaki soltó un suspiro y luego una pequeña sonrisa. – Lo esperaré con ansias.

Lo lindo de la Timidez [Tamaki Amajiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora