—Sabías que no iba a ser tan fácil, Dazai. Ya que le comparas con joyas y obras de arte, usaré tu semejanza. Si él fuera el cuadro de la Monalisa, no sé si estaría muy de acuerdo en dejar de ser la joya deseada del Louvre para pasar a ser la sola compañía de un ladrón.
Dazai lanzó un quejido exagerado como si todo el cuerpo le doliese mientras se levantaba y daba un par de pasos alejándose de la mesa de la merienda donde Ranpo daba cuenta de una bandeja de cruasanes con mucha nata.
Dazai apoyó sus manos enguantadas en la barandilla de una de las terrazas al sur de la mansión de la reina y suspiró mirando el horizonte.
Ranpo seguía engullendo sin parar hasta que dio cuenta de todos. Solo entonces abrió los ojos y levantando la bandeja habló:
—Atsushi, ¿ puedes ir por más?
El nombrado miró unos instantes con incredulidad la bandeja que le tendía Ranpo y a punto estuvo de aceptar, cuando se recordó a sí mismo que era el líder de la banda y por lo tanto debía tratar él la crisis actual y darle una solución.
Ignorando a Ranpo se puso en pie y fue junto a Dazai.
—Tú a veces pareces que no estás bien de la cabeza, pero siempre piensas todo de manera fría y racional, me asombra que en todo este asunto de Chuuya te hayas dejado por las emociones, más que por tus esquemas tan bien calculados.
Dazai le miró de reojo con un amago de sonrisita de reconocimiento en sus labios, luego volvió a dirigir su atención al frente. Atsushi vio como retorcía sus dedos mientras hacía fuerza contra la barandilla.
—Creo que el único racional aquí es Ranpo. Tú estás total idiotizado por Akutagawa, Atsushi.
Atsushi notó que las mejillas se le ruborizaban solo unos instantes, pero era tal el sarcasmo con que Dazai le había hablado que sin pensarlo le replicó con un poco de hostilidad a Dazai:
— Al menos yo no intento destrozar su carrera.
Aunque Atsushi se refería a la intención de Dazai de vengarse de Akutagawa quitándole su prestigio, este malinterpretó sus palabras y creyó que se refería a alguien distinto.
Un quejido salió de sus labios al decir:
—Yo solo quería salvarle, quitarle de las garras de esos malditos que destrozan las vidas de los que queremos vivir de otro modo. Darle un lugar aquí, en este paraíso de libertad. Cubrirle con mi amor, arder los dos de deseo, rodearle de belleza, de lujo, de confort. Donde no hubiera espacio para lágrimas, ni para arrepentimiento.
Atsushi estaba lanzado en su ganas de restregarle su frustración.
—Mandarle una foto de él medio desnudo a Akutagawa, incriminándole como tu cómplice, no veo que sea una manera muy adecuada de demostrarle tu amor.
—¡ Yo ya dije que era una acción estúpida! — se defendió Ranpo quien, tras la negativa de Atsushi de ir a por más comida, estaba dando cuenta del pastel sin tocar de Dazai. —Chuuya se iba a negar a dejar su carrera por tus ojos bonitos, Dazai. Ahora está detenido en la comisaría enfrentándose a un procedimiento interno.
Aquella información la conocían por Poe.
Dazai se dio la vuelta y Atsushi vi su resolución en los ojos.
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Ahora me ves, ahora no me ves. BSD. Soukoku , Shinsoukoku. OC.
Hayran KurguEl detective Chuuya Nakahara vuelve a su ciudad natal Yokohama con la confianza plena de atrapar a la banda de ladrones de guante blanco que juegan al rato y al gato con el famoso detective Akutagawa. Quizá él mismo sea la joya más tentadora de ser...