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Violet

El suelo me recibe por décima vez, mientras la sangre escurre de mi frente con la herida que recién me hicieron, la mujer me mira, su gesto de burla mientras avanza hasta a mí

—No tienes toda la vida — expresa con su voz bailando en diversión

Ahora soy su entretención favorita

—Esto es complicado — gruño levantándome del suelo, su mirada me examina por completo — no puedes juzgarme cuando has pasado toda tu vida en esto, yo recién llevo una semana

Se encoge de hombros, mis palabras siendo un impulso más para que siga atacandome

Yo debí sospecharlo cuando me saco del orfanato, quería algo de mi, cómo todos

Siempre quieren algo de mi

—De nuevo — gruño, el rosario rebota cuando doy un paso atrás, y me pongo en modo defensa, tal como me enseñaron, el golpe lo recibo de frente y puedo atajarlo

Mi rodilla toca el piso corriendo entre sus piernas y alcanzando la navaja que guarda en la bota, logro encajarla en su pantorrilla y me impulso a levantarme, el hombre gruñe y la mujer me ve con una ceja arriba

Se retira, luego de dar una orden en su idioma natal y yo me apoyo contra el césped, tomo el rosario entre mis manos y saco un poco del polvo blanco que cuido como tesoro

Ya se está acabando, necesito conseguir más

Es mi pensamiento mientras lo inhaló, trayendo calma a mi corazón acelerado, suspiro y me levanto de la grama, avanzo hacia el sótano de la pequeña casa en la que vivo

Es acogedora

Algo que no puedo decir, de los lugares en los que he vivido antes, me desnudo y entro a la ducha que me limpia hasta los pecados, la cocaína haciendo efecto mientras coloco unos lentes protectores y entro a la cápsula que logré armar

A escondidas de la mujer que me saco del orfanato

Derramo unos dos o tres granos del polvo blanco, y uso aquella sustancia que me regalaron, gruño cuando no sale como quiero y ya he desperdiciado cocaína

Necesito más y no puedo crear más

Necesito una visita a algún laboratorio o conseguir a un traficante, pero no quiero endeudarme todo la vida

Gruño de nuevo, salgo del laboratorio y busco ropa, justo a tiempo que la puerta se abre y la mujer entra seguida de otra persona que ya conozco

Se llama Laura, es psiquiatra

Y me está tratando, le sonrió, pero todos sabemos que no es una sonrisa verdadera

Ya que estoy tensa y estresada, necesito mi droga, si quiero seguir aguantando dentro de este lugar

⛓️⛓️⛓️

—No es tan sencillo, Isaac — me quejo por enecima vez, mientras el sonrie, indicándome que repita el ejercicio

—Quieres aprender a pelear según me dijeron, — explica — y no lo lograrás si no logras fuerzas en las piernas

—Eso es tu culpa — gruño

—Necesitabas un descanso, el coma fue la mejor opción, tu cuerpo no resistía un golpe más, ni siquiera ibas a poder mantenerte por ti sola, estabas demasiado delgada, además de la anemia, a la cual tengo que tratar de otra forma, por qué no puedo darte drogas

Gruño rodando los ojos

—Solo la inhaló — explico cómo si eso fuera mejor, y el me ve con una ceja arriba — inhalaba, vivo con el rey de la mafia y no puedo consumir, ya que tengo un guardaespaldas

—Es lo mejor y lo sabes, además tú psiquiatra asegura que no es prudente que vuelvas a consumir — lo miro mal — Violet, tu cuerpo no puede resistir más drogas, podría matarte y antes de que digas algo, ya tienes un propósito, ¿Morirás antes de cumplirlo?

Tomo aire, viendolo, y entonces detengo el ejercicio

Es cierto, encontré un propósito, un propósito que tiene mi mismo rostro y dice llamarse mi hermana, cada que me entregan información de ella es como una carga más de odio a ese ser que no debió existir

Ya que no solo me incrimino para que muriera a manos del demonio británico, parece que ha estado detrás de mi desde que mi vida se volvió el centro de las desgracias

Lamo mis labios sintiendolos resecos y recibo el agua que me extiende el médico, tomo un sorbo largo y retomo el ejercicio

—Solo por eso, sigo esta tortura — doy pasos más firmes que los  que llevaba dando y el me ve con una sonrisa

—En menos de una semana podrás caminar bien — asegura

—No me refería a esta tortura — aclaro, cierro los ojos, tomando la fuerza de los ojos grises de mi madre, que aparece constantemente en mis pensamientos — hablo de la abstinencia

El hace una mueca pero no dice nada, concluyó el ejercicio y sonrió, el me ayuda a volver a mi habitación y me acurrucó en las sábanas

—¿No te vas a duchar? — murmura una voz femenina entrando a la habitación y dejando una bandeja al lado de la cama, ruedo por está y la miro

Sus ojos avellana tan tranquilos que me son los únicos que me generan confianza en este lugar, asiento a su pregunta y me ayuda a llegar al baño, me deja sobre la tina y prepara el agua caliente mientras me desnudo

Observó mi reflejo en el espejo que está en el techo

Las ojeras, porque las pesadillas se repiten y no me dejan dormir

Sin drogas es imposible no tenerlas

Las marcas de una vida de torturas, con Jacob, y sus golpes, y luego con Johnson y su abuso

Se me remarcan las costillas, ya que estoy delgada, cierro los ojos mientras Marie me ayuda y yo solo pienso en volver a casa

Aún cuando no sepa si tenga alguna 

La Equivocada ¥ [LM#0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora