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Violet

El frío golpea mi cuerpo, el cual enredo en la cobija, parece que la calefacción dejo de funcionar y por ende mi piel se congela como hielo, estoy en el hielo, pero el frío siempre es un calmante

A excepción de ese día

Porque el frío me pone a pensar y odio pensar, no hay drogas para mí, ya que la puta loca que me saco del orfanato las escondió de mi aún cuando hice lo que ella quería, además cerro mi pequeño laboratorio así que no tengo nada

Solo la puta abstinencia haciendo real todos los malditos recuerdos, sobretodo uno en especial que llega a mi como un viento fresco y me hace detestar la brisa primaveral o el sol del verano, en un día de playa

Todo en mi mente se repite, aún cuando no quiero que lo haga, pero está ahí...

«Mis pies tocan el suelo, mientras entro al baño, ya tengo pechos, son pequeños pero están ahí, la pubertad golpeando, suspiro, sangre por primera vez hace algunos meses, y según mi vecina Mildred, es normal que venga así los primeros meses

Ella es la que me compra los tampones, ya que tener esta conversación con papá es un caso perdido, suspiro, recordando que dijo que los dolores en mi vientre deben ser normales, aún cuando no esté sangrando

Vuelvo a la cama después de lavarme el rostro y tomar un poco de esa agua, me acuesto boca abajo porque el dolor de ese modo es más soportable, y no me puedo quejar, ya que papá lo detesta

Cierro los ojos y suspiro de alivio cuando es menos el dolor, las luces están apagadas pero siento la presencia de alguien más, trato de enfocar y encender la pequeña luz que hay a mi costado pero una mano me lo impide

Es grande, a comparación de la mía, y lleva mi brazo hacia atrás, me retuerzo pero el hombre, —se que lo es por su respiración acelerada y sus manos fuertes— agarra mi otra mano atandolas las dos al final de mi espalda

La ventana está semi abierta por lo que el frío me estremece los huesos cuando levanta mi playera acariciando los costados de mi cuerpo, sollozo

—No lo haga por favor — murmuró con la voz tambaleante, pero el solo ríe, rompe el pequeño pantalón de pijama y también mis pequeñas braguitas de algodón — no, no por favor, no

No me escucha y si lo hace no me presta atención, solo separa mis piernas con las suyas y hunde la cara en la almohada, escucho cómo baja el cierre de su pantalón, me trato se remover pero está sentado sobre mi y es imposible moverme

Escucho un plástico romperse y como mi trasero es separado con dos manos antes de que palpen ese punto entre mis piernas y el dolor vuelve a estar presente, sobre todo por la forma tosca en la que me tocan, grito de dolor y el hombre ríe antes de sentir algo duro deslizarse en medio de mis piernas

Duele, duele mucho, cómo nunca antwsb me haya dolido algo, ni siquiera cuando perdí mi riñón, no puedo moverme cuando apoya los brazos sobre mi espalda y como entra y sale con brutalidad, rompiendo algo más en mi

Me quedo sin fuerzas de tanto gritar y me quedo sin ánimos de pelear, solo se ríe de nuevo para terminar lo que hace, y salirse de mi, mi interior agradece el alivio pero no por mucho cuando siento el calor de un fuego quemar mi espalda, y la punta de un cuchillo como si me marcara

—Estas rota por mi — gruñe con diversión en un acento que no conozco, termina de rayar mi piel y me voltea, en medio de mi miedo no abro mis ojos solo sollozo pero lo escucho soltar una maldición y luego irse, con prisa como si me conociera de toda la vida

Escucho gritos pero ya no se dónde estoy porque el dolor es inmenso, y la sangre que sale de mi cuerpo es tanta que me hace desmayar»

El frío es insoportable pero no tanto como las alucinaciones que me llevan al rincón de la cama, cubriendome con la cobija mientras veo al mismo hombre entrar a mi habitación y terminar de llevarse mi inocencia

⛓️⛓️⛓️

El grito de la mujer atada me hace parpadear y veo la sangre derramarse con una facilidad extrema, no siento remordimiento mientras el cuchillo en mi mano le hace trazos que no tienen sentido

Escucho el chasquido de una lengua y me giro hacia James que me ve con los brazos cruzados y yo lo miro enarcando una ceja

—¿Estoy haciendo algo mal? — una media sonrisa se extiende en su rostro y lo veo mal, lo que lo hace sonreír por completo

—Lo estás haciendo todo mal, — expresa — si, le estás haciendo daño, pero no el suficiente para que quede una cicatriz que le recuerde que conmigo no se mete

—Soy tu prometida — susurra la voz débil de la mujer atada

—Y por eso no te voy a matar, deberías agradecer — gruñe Murphy — ¿Puedo tocar tu mano? — pregunta hacia mi

Ignoro el hecho de lo que acaban de decir para hacer solo un movimiento de cabeza que me hace tener a James a mi lado, tomando mi mano, se que lo siente, de igual forma en que yo, me mantengo impasible, sintiendo el ritmo acelerado de mi corazón

Mientras su mano guía la mía en un compás perfecto sobre la piel de su prometida, que no deja de llorar, un compás que me hace sentir los latidos de su corazón, su piel rozando la mía me atasca la respiración y la suya también es un caos

Me susurra que patrón que debo seguir, y ese simple momento crea una expectativa que no puedo alcanzar ya que sigue siendo mi captor y yo su primer error

* * *

—Estas vivo — murmuró sin apice de alegría a la persona que abre los ojos en la cama, si mirada azul me mira mal mientras me acerco a ayudarlo a levantar

Tose un poco y le pasó el vaso de agua con el popote y toma un poco, gruñendo

—¿Dónde está Murphy? — empujó mi mejilla con la lengua y sonrió viendolo

—Creo que está entrenando — el asiente y yo me acerco lo suficiente para que pueda sentir su respiración sobre mi piel

—¿Que haces? — lo callo con mis labios sobre los suyos, algo que he querido hacer desde que empezamos las técnicas de combate y nuestros cuerpos se rozaban

El intenta alegar pero no lo dejo, y se rinde en su batalla mental para pegarme más a él, algo me molesta mientras lo beso y cuando me separó me doy cuenta que no es quien yo esperaba, aún cuando sabía que estaba besando a Cristóbal

La Equivocada ¥ [LM#0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora