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Violet

El cielo estrellado lo veo através de la ventana del avión, en el que llevo poco menos de media hora, James está frente a mi, y Cristóbal a mi lado, aún cuando los destinos de ambos sean diferentes, cierro los ojos con el destello iluminado de un rato, y el piloto vuelve a hablar diciendo que es imposible viajar

James gruñe, yo me mantengo en silencio, miro mis manos que al parecer siguen llenandose de sangre por más que las lavo

—¿Segura que estás bien? — pregunta Cristóbal por décima vez, luego que paso mis manos por el pantalón, parpadeo y la sangre se ha ido, a lo que yo asiento

—Volvamos a la casa — dice James, mirando a Cristóbal — debes irte ahora

El hombre a mi lado rueda los ojos, mientras salimos del avión y me subo al auto dónde Cristóbal se despide dejando un beso sobre mi frente, James se queda en la puerta del mismo auto donde voy yo, dándole más ordenes al ruso, mientras yo inhaló y exhaló varias veces

—Conten el aire y luego lo expulsas, varias veces — expresa Jared, levanto la vista y lo veo y hago lo que me pide, al hacerlo puedo medio respirar, el sonríe de lado, aún cuando no es una sonrisa completa, pero es una sonrisa — Mi esposa tenía ataques de pánico, y respirando así se calmaba

Yo sonrió, viendolo de lado, habla de pasado y no se si quiera contarme que sucedió, así que no pregunto

—Gracias — susurro, el se encoge de hombros

—¿Puedo preguntar, que pasa? — yo suspiro — te vi hace días y esto no te pasaba

Saco el cigarro que tengo escondido entre mi chaqueta, James sigue hablando con Cristóbal y no prestan atención a lo que hago, juego con el cigarro antes de suspirar y tirarlo por la ventana, las ganas que he tenido de encender uno estos últimos días, supera todo mi proceso de rehabilitación

Así que solos suspiro viendo al hombre, sus ojos negros viéndose confundido pero no sé si porque tire el cigarro o no se

—Tuve un peso por años, desde que salí del orfanato y me libre de sus malditas garras, y quería verlo morir, lo quería con tantas ansias, pero luego paso, su vida la tuve en mis manos y no fue tan satisfactorio, solo como si fuera una misión más, una vida que acaba y ya está — el asiente una vez, enciende el motor y luego suspira

—Pasa más de lo que te imaginas — se encoge de hombros — mira el lado positivo

—¿Cuál es? — el sonríe

—Libraste al mundo de un hombre como el, y eso es un bien común — sonrió sin poder evitarlo, James se acomoda en mi lado y cambia la mirada entre ambos, mirándonos confundidos

—¿Todo bien? — asiento sin dar más detalles, y el auto se pone en marcha, escucho el ladrido de Cerbero y hago una mueca, James rueda los ojos y pide que detengan el auto

Me bajo de el, las botas que aún conservan un poco de barro del bosque, y voy por mi machista que estaba en el guacal donde iba a viajar, lo saco y salta dónde estoy, sus ojos se ven dilatados y lame mi rostro mientras camino con el hasta el asiento trasero

Se que en su mirada me dice cuando habrá otro festín cómo el de hace varios días, pero aún no se cuando, así que solo acaricio su cabeza y se queda dormido sobre mis piernas, todo era más fácil cuando era un cachorro y no esta pequeña bestia que es ahora

Pasamos por un terreno baldío y le tocó el hombro a James que me mira confundido

—Deten el auto, Jared por favor — pido y el lo hace, bajamos, hay una cerca eléctrica cuidando el terreno y un anuncio pequeño en una baya dónde anuncia que el terreno está a la venta — imagina esto, unas casetas aquí — señaló el inicio del lugar — por allá una casa común, o dos y debajo, todo lo que tienes en Londres, debes proyectarte, con una base en Estados Unidos, es más difícil por no decir que imposible, esperar que te roben, y evitar que secuestres a gente que no tiene nada que ver con la mafia

James rueda los ojos, pero se queda en silencio analizando lo que le dije, viendo que no es una mala idea, le pide a alguno de sus hombres que le tome alguna foto al anuncio, y entonces volvemos al auto, las gotas de agua empiezan a caer, la brisa helada nos hace encender la calefacción y suspiro acomodándome mejor en el asiento

Algo se quebró en mi, hace varios días cuando los dos malditos pastores fueron asesinados por mi, no sé si ese algo fue malo o bueno, yo quiero verle el lado positivo, tenía tantas emociones encima que sentí un alivio inmediato, y las lágrimas que tenían tiempo en no salir, lo hicieron

Jhon jamás volvería hacerme daño, y yo me había encargado de eso, ya no era aquella niña de 14 años años que su padre había golepado toda su vida y que buscaba un refugio, ya no era ella, solo era esto que soy ahora, y que no me arrepiento, y eso lo supe cuando Cerbero empezó a comerse el corazón de Jhonson

Me gusta lo que soy ahora, y no importan los secretos que tenga encima, o la vida que me obligaron a vivir, me gusta y eso siempre será motivación para todo lo que sigue, para aquellos secretos que jamás serán contados y de la vida que ahora me acompaña

La Equivocada ¥ [LM#0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora