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Violet

Camino por todo el lugar, el apartamento es grande, más que la cafetería donde trabajaba, y a la cual pretendo llegar, ya que el viejo amargado debe estar preocupado, igual que Aranza

Pero ahora reviso cada espacio del apartamento que James compro, no está lejos de la base, incluso está tan centrado en la ciudad, que podría movilizarme sin problemas, suspiro

—Esto es gigante — murmuró, James se encoge de hombros y levanta el teléfono cuando entra una llamada

—Según el, el tamaño si importa — murmura Cristóbal sacándome de mis pensamientos, se acerca despacio, su nariz rozando la mía cuando nos encontramos, tiene el cabello recogido y aparto la cara con delicadeza cuando intenta unir nuestros labios

—Tengo que ir por algo a mi antiguo departamento — murmuró, James vuelve a entrar y aprovecho la excusa para separarme de él, se mantiene impasible, pero se que no le gusto el que no le aceptará el beso

Ambos hombres me ven con curiosidad pero asienten y salimos luego de que me hacen firmar algunos papeles de propiedad aún cuando yo solo sea la persona que va a habitar en el penthouse, y James sea el que pago todo

Subimos de nuevo al auto que nos trajo, está vez Cristóbal de conductor, veo por la ventana mientras Cristóbal conduce por las calles de Londres, las gotas deslizándose suaves por el cristal como un recordatorio constante que me dice que jamás dejará de llover

El clima frío me golpea después de horas en el trayecto ya que si estábamos lejos del barrio en el cual vivo desde hace años, lamo mis labios y acepto el abrigo que colocan en mis hombros, dos hombres de James van delante y hacen una revisión general del edificio y mi departamento antes de entrar

Las escaleras desgastadas nos reciben y cuento los escalones hasta detenerme al frente de la puerta, la cuál está igual a la de siempre, sostengo el pomo y lo giro, los hombres de James levantan las armas y una persona grita dentro, enciendo la luz y veo a Aranza maldecir luego del grito, su piel se pone pálida al ver los hombres que los apuntan y deja caer la vela que sostenía

—Bajen eso, ella es mi amiga — gruño y James le hace un sonido de afirmación, apagó la vela antes de que consuma el pequeño departamento y me dejó rodear por sus brazos, que me devuelven la calma que sentí perdida — te extrañe mucho

Le digo y ella asiente, llorando sobre mi hombro

—Dios, venía a diario a ver si regresabas, la policía no me creyó tu desaparición y rezaba por qué volvieras, te juro que me moría si no había noticias tuyas — habla entre hipidos mientras trato de consolarla

—Ya estoy aquí, todo estará bien — murmuró y aún cuando no tengo garantía de nada, ella asiente con más calma y me acompaña a mi habitación mientras trato contarle lo mejor que puedo todo lo que ha pasado estos meses lejos

—Tengo que irme, Cristóbal te llevará de nuevo a tu departamento nuevo, y mañana un carro te recogerá un amigo que tiene un hospital te dará empleo — enarco una ceja ante las palabras de James pero asiento — e irán a tatuarte mañana también

Sonrió y vuelvo a asentir viéndolo marcharse, mientras Aranza trata de hablarme pero no le prestó atención, abro las puertas del closet y muevo la pared falsa que tiene sacando la caja que aparece al final, con las fotos de mi madre y su diario el cual está en italiano y se me ha hecho complicado de leer

—¿Sostienes esto por mi? — le pregunto a Aranza y ella me recibe la caja — ve fuera, para que Cristóbal la revise mientras yo termino de sacar las cosas de aquí — ella asiente y se marcha, aprovecho para sacar un pedazo de papel y anotar una dirección y pegarla de nuevo a la pared falsa

Me levanto del suelo y cierro el closet, para salir, sintiendo su presencia al cerrar la puerta de la habitación

* * *

Coloco sobre mi cuerpo la camisa de Cristóbal el cual duerme plácidamente a un lado de la cama, muerdo mi labio inferior observando su espalda tallada y lo que hicimos ya hace un rato, recordarlo calienta mis mejillas de nuevo

Tal vez no debí hacerlo, pero lo hice, me deje llevar y se sintió jodidamente bien, voy a la habitación contigua y Aranza está dormida, avanzó hasta la cocina por un vaso de agua y miro a ambos lados asegurándome que los hombres de James están afuera para ver a la persona que sale de las sombras

Su cabello rubio perfectamente peinado, no entiendo aún que tienen los rusos con el cabello largo, ya que el hombre frente a mi lo usa igual al hombre que deje acostado desnudo en mi cama

Sus ojos verdes brillando con irá mientras sonrió de lado, y lo empujó a las sombras de nuevo escuchando a Cristóbal salir de la habitación, su cabello está recogido y sonríe acercándose, besa mis labios y me pregunta si estoy bien, asiento y le devuelvo su camisa, tapándome con los brazos los pechos

—Tengo que irme, y no colaboras — río ante lo que dice, le beso de nuevo y luego lo invito a irse

—Mañana nos veremos de nuevo, tengo que descansar — murmuró con voz suave, asiente dándome un nuevo beso y arruga el ceño, pero no sospecha nada por lo que se va después de darle una mirada final al lugar

—Cubrete maldita sea — dice en un perfecto ruso y ruedo los ojos caminando a la habitación, la cama está desordenada cómo testigo de lo que pasó está noche

Suelta una maldición mientas busca algo dentro de mi closet y luego me hace levantar los brazos para vestirme, suspiro y me acuesto, el se acuesta a mi lado y empieza a acariciar mi cabello de forma paternal

—¿Te irás antes que despierte? — suspira lo que me da la respuesta y entonces me acurruco mas a su pecho

Alexey ha sido un padre para mí, me ayudó en mi adicción y aunque siempre está en las sombras, para mí jamás pasará desapercibido, por lo que su aroma rápidamente me lleva el sueño aún cuando en la mañana no sepa que hacía aquí, si lo tiene prohibido

La Equivocada ¥ [LM#0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora