La Equivocada ¥ [LM#0]

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James

El dolor de cabeza no me deja pensar en otra cosa, que los datos tan exactos que sigo revisando, giro mi cabeza hacia la pantalla que me muestra el laboratorio de Violet, aun cuando ella no está ahí, y trago en seco, la droga ya está hecha

Ella creo una droga perfecta en tan poco tiempo y aun cuando sigue en investigación por mis químicos y en sujetos de pruebas, ha trabajado más de 6 meses en el laboratorio sin parar, ya casi no va al trabajo que tiene en el hospital, y aun cuando me ayuda a cocinar la droga y demás, su trabajo ha estado más enfocado en terminar la droga que empezó

Ella también es su sujeto de prueba

Y según las estadísticas, aquella chica de 20 años que recién cumplió los 21 ya no tiene tanta sangre de una adicta, sus niveles hormonales se han regularizado y ahora tiene más defensas que antes

Aún cuando la droga no está científicamente comprobada

Lo que bien podría venderse como polvora, tal como ella me dijo meses atrás, suspiro, apagando las pantallas y levantando me de la silla, ya podré seguir leyendo más en casa, ahora quiero dormir un poco, ya que el cansancio me está pasando facturas

Reviso la tablet donde me señala la ubicación de la rubia, también me muestra los signos vitales, está en su trabajo en el hospital, está calmada, y tengo tantas ideas en la cabeza con ella desnuda en mi cama o sobre mi escritorio que gruño cuando mi miembro empieza a levantarse

Salgo de la base con una mueca y subo al auto que se pone en marcha hasta la casa, masajeó mis sienes, mientras sigo viendo la ubicación de Violet, necesito dejar de pensar en ella

Necesito follarme a alguien, tengo tiempo sin hacerlo y tal vez por ello estoy tan empalmado todo el tiempo, no porque esa chiquilla de ojos rasgados sea como es

Solo te engañas a ti solo

Bufo mirando el techo del auto, tratando de convencerme de que necesito follarme a alguien, puede que hoy lo haga con Ginger y se me quite la jodida idea de follarme a Violet

El auto se detiene frente al castillo y me bajo azotando la puerta, voy directo a la caseta de Ginger por lo que me subo a uno de los pequeños autos de golf que transportan a los guardias de caseta en caseta, me dejan sobre la puerta de la casa más alejada del castillo donde vive la perrita italiana

Observo el lugar por fuera y hago una mueca antes de deslizar el pomo hacia abajo para poder entrar, la casa está a oscuras , enarco una ceja mientras busco a la mujer con la que me casé pero no la encuentro, no está en el salón, ni en la cocina, aun cuando fue el último lugar en el que busco, también llego a la habitación pero no está

Gruño de nuevo, entre para desestrearme y sacarme a una pequeña rubia de la cabeza y salgo más estresado de como entre, salgo de la caseta y subo al auto de golf que me deja de nuevo frente a la entrada al castillo, me quito la camisa con fuerza haciendo que los botones salgan volando

Observo una vez más la tablet que muestra la ubicación de Violet, está en camino a su casa, al departamento que le compre, sus signos vitales siguen estables, tan estables como es ella, que siempre maneja una frecuencia cardíaca baja, y según dice con la droga que creo puede también regularla

Mi madre está en el salón principal, me sonríe antes de acercarse dejando un beso sobre mi mejilla, me lleva a mi estudio donde sigo perdiendo me en trabajo, y puede no sea una solución a lo que siento, si es un respiro para dejar de pensar en Violet

🔪🔪🔪

Marie me hace apartar la vista de la pantalla, sus ojos café están asustados mientras entra acelerada, reviso la pantalla de la tablet, Violet llegó a su casa, pero sus signos están bien, igual a los de la última vez así que no es algo relacionado con ella

—Señor... La señorita Ginger — enarco una ceja sin entender porque está tan pálida

—¿Que paso con la perra italiana ahora? — gruño la pregunta, ella palidece aun más pidiéndome con la mirada que la siga, vuelvo a gruñir, llevando la tablet conmigo mientras la sigo, me lleva a mi habitación, hay sangre en el pomo, frunzo las cejas

Entrando, la escena me hace querer matar a la castaña que se retuerce entre mis sábanas marfil ensuciando las de sangre, su mirada miel se encuentra con la mía, gruño de nuevo acercándome a ella, hay algo de alivio cuando llegó hasta ella pero la ignoro viendo como tiene las muñecas cortadas con uno de los cuchillos con los que duermo por si alguien intenta matarme

Llamo a uno de mis guardias y pido que la saquen de inmediato, Marie se va tras ella, mientras ella grita mi nombre o lo intenta ya que su voz se va apagando mientras sale de la habitación

Los sigo de cerca, gritándole a Marie que regrese y cambie las cobijas, la meten en la enfermería, Isaac la examina, mientras la tablet en mis manos empieza a timbrar, la observo, la frecuencia cardíaca de Violet aumenta, mientras a mi teléfono entra una llamada de su número

Contesto de inmediato, se escucha una respiración acelerada mientras otra voz habla con acento ruso, grito el nombre de Cristóbal mientras salgo de nuevo de la casa

—Señor, Cristóbal salió a ser un encargo suyo — gruño de nuevo ante las palabras de Rodrigo, mientras el auto se pone en marcha, las calles pasan ante mis ojos una, tras otra hasta llegar a nuestro destino que por suerte no está tan lejos del castillo

Mis hombres rodean a los de Victoria, no son muchos y se me hace extraño ya que esta en mi territorio, seguramente intentando matar a mi protegida, corro hacia el elevador con el arma en alto, disparando a quien intente detenerme, las puertas por fin se abren en el piso del departamento de Violet, disparo a los guardias instalados en la puerta y entró dándoles de baja a los que rodean a Victoria, la cual tiene un arma en alto al igual que Violet

Trago en seco, viéndolas tan iguales, aun cuando son tan diferentes, reconozco a Violet, cuando su mirada rasgada choca conmigo, miro a mi alrededor, el perro de Violet está a un lado, dormido mas no derrama sangre lo que me hace suponer que solo lo doparon

Mantengo mi arma arriba, viéndolas a ambas

—Dile a tus hombres que se vayan — gruñe la perra rusa, a lo que suelto a reír, el disparo resuena como advertencia y aun cuando Violet también tiene el arma arriba, la baja y me mira suplicando que haga lo que dice su gemela, de mala gana lo hago quedando a solas con las dos hermanas

»—Mi hermana es inteligente tengo que admitirlo, bienvenido a tu muerte Murphy — dice de nuevo entonando las sílabas de mi apellido con su fino acento ruso, dice algo más en ruso y Violet levanta el arma de nuevo, apuntando a mi pecho y soltando el disparo que me deja en el suelo con la mano en el lugar que no deja de brotar sangre