La Equivocada ¥ [LM#0]

15

Violet

—Muy lenta — murmura y le saco el dedo medio volviendome a colocar de pie, lista para un nuevo ataque, aplicó todo lo que me ha enseñado en estas semanas y logro acertar un puñetazo sobre su vientre, a tiempo que saco el cuchillo y lo inserto un poco más abajo de donde di el golpe — mierda

Sonrió y el maldice de nuevo, suspirando y dando un paso atrás

—¿Quien es el lento ahora? — murmuró divertida y el vuelve a rodar los ojos

—Ire por agua — asiento y me tiró en el césped viendo el cielo, la realidad pasa ante mis ojos como el rollo de una película, y odio tener que pensar en ello cuando se supone que ya lo he superado

Las pesadillas son normales

Eso decía Laura, pero yo detesto tenerlas y por eso prefería drogarme para no sentirlas y no tenerlas

Ella me ayudó en mi adicción, pero luego de que salí de aquella casa fría en Rusia eran más frecuentes y por ello tenía que recurrir de nuevo a las drogas

Drogas

Necesito drogas

Es mi pensamiento diario, aún cuando no he podido consumir, ni inhalar nada en los meses que llevo aquí, casi 6, y odio la se sensación de adrenalina que me causa la abstinencia

Porque aunque Isaac diga que ya pase ese periodo en mi inconciencia se que no es así, se necesita más de un mes en coma, me pongo sobre mis rodillas y saco la pistola de la parte de atrás de mi pantalón, la Glock acaricia mis dedos y la repaso en silencio terminando en la perfecta M que tiene el escorpión

Miro a mi alrededor y al asegurarme que no hay nadie más que mi sombra, levanto un pie dejándolo en un ángulo de 90 grados y enfoco los objetivos que no tienen ningún círculo, ninguna perforación, tomo aire por la nariz y la expulsó con la boca, entrecerrando los ojos y disparando

La sensación en mis dedos es la misma que siente mi pecho cuando inhaló cocaína y lo hago una vez más, despacio para que el efecto no se vaya, uno a uno, los objetivos de cartón van cayendo con un agujero en el medio de las frente, cambio el cartucho y así sigo hasta que las municiones se acaban y la ola de dopamina me hace sentir que ya no necesito las drogas

»—¿Desde cuándo prácticas para que esos tiros salgan perfectos? — gruñe una voz gruesa a mi lado y giro alterada, James me observa sus ojos café curiosos y algo más que no logro reconocer — tengo hombres que llevan 10 años de práctica y no les dan a la cabeza

—No duermo en la madrugada para poder practicar, lo hago con balas de salva y un silenciador para no despertar a nadie — respondo con tranquilidad, lamo mis labios aceptando el agua que me ofrece para beber — así no hiero al muñeco de cartón y práctico

Me encojo de hombros y el me observa con una ceja arriba

—Haré como que te creo — me río ante lo estúpido que suena y giro la cabeza viendo los muñecos en el piso, una idea pasa por mi cabeza, una idea que he intentado antes y por falta de recursos ni siquiera lo he terminado

—¿Me llevas al laboratorio? — pido con una sonrisa y el empieza a negar

—No, Isaac me dijo que te alejara de las drogas y no te voy a llevar a la cuna donde están — gruño pero no hace que pierda el humor, debi sospechar de Isaac pero eso no me molesta

—Teme que vuelva a recaer pero haré algo mejor, solo necesito, algodón, café en granos— el me confundido y yo río — quiero hacer algo para la abstinencia, se vendería como pólvora entre los adictos recuperados si funciona

—¿Cómo sabes que funcionará ? — sonrió de lado y me señalo completa

—Soy el sujeto de prueba — lamo mis labios dándole un sorbo más al agua — soy adicta desde los 15, y aunque he estado sobria por breves periodos de tiempo, nadie ha podido ayudarme en si, ni darme algo útil que sirva, pero creo que Puedo lograrlo

—No eres química — sonrió con más ganas viendolo y el solo me ve cada vez más asustado

—En el orfanato con menos recursos hacia pastillas de éxtasis — expreso despacio y el suspira

—Con una condición — murmura y yo asiento emocionada — Yo estaré pendiente a casa lado y no me explicas como sabías disparar antes de llegar aquí

Ruedo los ojos ante su desconfianza

—El cura del orfanato tenía una y la usábamos de noche para aprender, no sabía mucho, y me iba mal tenía tanto tiempo sin usar una que se me olvidó cómo hacerlo — explico rápido y entre dientes para que el pueda llevarme al laboratorio — y por eso empecé a practicar en las noches, así conseguí mi puntería perfecta

—Y otra cosa — expresa no muy convencido de mi relato

—Dijiste una condicion no veinte — expreso y el se ríe

—Te irás a casa — expresa y yo abro la boca asombrada — está es la condición, cada dos días irán por ti para que sigas entrenando tendrás vigilantes en todos lados y aceptarás el departamento que compre para ti, ya que tú antiguo departamento no es seguro, mi trato se mantiene y juntos acabaremos con tu hermana

Asiento feliz de poder volver y entonces una idea para por mi mente cuando empezamos a caminar hacia otro lado de la bodega

—Quiero tatuarme