La Equivocada ¥ [LM#0]

63

Violet

Los minutos se hacen horas mientras reviso cada espacio del interior de la jaula, ya han pasado varios días desde que Victoria se presentó aquí con Cristóbal, Viktor le tiene miedo y eso me provoca hincarle los dientes y terminar lo que no pude, meses atrás

Cerbero gruñe, y se tira a los pies de la cama donde reposa Viktor, cansado

Suspiro sacando el encendedor que encontré entre las cosas de mamá, supongo que pertenecientes a Alexey, del cual no se nada, y se que si estaría bien, ya nos hubiera encontrado, por eso trajo a Cerbero antes de la batalla en el bosque

Aprieto el encendedor, sacando mi cepillo de dientes y alejándome de la alarma de incendios

Se que nos sacarán de aquí pronto y por eso necesito un plan de ataque, no he dejado de ejercitarme aún cuando el dolor en mi vientre bajo es fuerte y para nada superficial

Me recuerdan que perdí algo pero no me procuro matar la cabeza con ello y es por eso que derrito parte del cepillo de dientes, logro dejarlo como un arma cortopunzante después de un rato, para luego afilarla con el suelo, dejándome un arma poco convencional entre los dedos

Guardo el encendedor y luego el cepillo que me servirá de cuchillo, las puertas se abren, y varios hombres de Cristóbal y Victoria entran, tomando a mi hermano y a mi madre, exigiendo nos salir

Cerbero gruñe y amenazó con la vista a los hombres que están listos para dispararles

—Aun no bebé — le hablo en ruso, saliendo con todos ellos, me mantengo alerta una vez empezamos a subir los escalones hacia un salón poco decorado, escucho el crujido de las ramas, lo que me hace indicar que estamos en el bosque

Miro a todos los hombres, mientras mamá tiembla y Viktor llora

—Nos separaremos — anuncia alguien y giro la cabeza viendo a Cristobal, su cabello está recogido mientras dislumbro mi arma sobre su cintura en unos vaqueros desgastados y en una camisa con algunos botones abiertos, no habla conmigo pero sus ojos azules no tardan en encontrarme

Le doy una sonrisa ladeada, mientras Victoria baja tras el, también tiene un vaquero puesto que le llega a la cadera donde tiene varias armas y una granada atada en su cinturón, la camiseta le deja el abdomen descubierto

Aún tiene leves moretones al igual que yo, pero su rostro Luce terso mientras echa el cabello rubio y suelto hacia atrás, dejándome ver el tatuaje que me libero de la muerte en la mansión Murphy

También le sonrió con suficiencia, el y ella hablan entre susurros mientras nos dividen y gruñó, aljenadome de mi hermano que grita para que lo suelten al momento de subirlo al auto, Victoria ríe ahora mientras mamá súplica que lo dejen en paz

Que solo tiene 5 años y no merece nada de lo que le está pasando

Pero a Victoria nada de eso le interesa, le doy un silbido a Cerbero que sube al auto donde llevaron a Viktor antes que cierren las puertas

—No te cohibas bebé, si quieres arrancarle la mano, hazlo — le digo a mi perro, Victoria gruñe pero sabe que de Cerbero no se librará a menos que lo sede y esta tan débil que no lo hará, mientras a mí me arrastran al interior de otro auto con mama sollozando pidiend9 piedad por la vida de Viktor

Suspiro viendo por la ventana, sintiendo la marca que poco a poco deja el cepillo escondido entre mi piel

⛓️⛓️⛓️

La noche se hace eterna mientras aterrizamos en algún areipuerto de alguna ciudad que no reconozco a simple vista, Cristóbal habla por teléfono mientras nos adentramos en un camino sinuoso que hace a mamá maldecir y seguir llorando pensando en lo que podría estar pasando Viktor

Pero se que Victoria no le hará nada mientras tenga la orden clara de arrancarle la mano si lo intenta

Masajeó mis sienes, hasta que nos detenemos en una simple casa, donde sus hombres se reparten para cuidar la entrada, y sus alrededores, mientras otros dos nos sacan a la fuerza del auto para hacernos entrar

Cristóbal sigue hablando por teléfono cuando nos encierran en una habitación y el estómago me ruge con hambre pero lo ignoro, buscando algo para salir de aquí

—Mama necesito que dejes de llorar y estés fuerte para cuando podamos huir de aquí — le exijo para que deje de llorar

La puerta no tarda en volver a abrirse mientras un Cristóbal enojado entra por ella, se acerca a mi y me toma por el cabello para sacarme de la habitación donde mama grita que me suelte

No me quejo mientras me arrastra por la casa hasta detenernos en otra habitación que supongo es la suya, mi espalda queda pegada a la madera mientras las manos me pican por sacar el cepillo de dientes y clavarlo sobre su cuello

Su mano suelta mi cabello solo para enroscarse a través de mi cuello viendo esa misma mirada que me dedico antes de que saliermos de la cabaña en el bosque

—¿Estás enojado porque me folle a tu jefe y lo disfruté más que contigo? — lo reto, mientras el aprieta más el agarre en mi cuello, jadeo

El aire escasea lentamente mientras él se burla de mí y la forma en la que puede partirme el cuello sin detenerse a mirar otra cosa

—¿Disfrutar más con el que conmigo? — pregunta con burla, tal vez ya estoy perdiendo el sentido pero siento su boca impactar con la mía, y su mano aflojando se en mi cuello, sonrió sobre sus labios

Se que por más que mi hermana sea su mujer, lo que vivimos en la mansión Murphy, fue tan fuerte para el que siente por mí más cosas de las que siente por Victoria

En cambio para mi, solo fue un plan, uno que le lleva a sacar el cepillo cuando me carga para dejarme sobre la cama

»—Vamos a comprobarlo — le sigo el juego, cuando vuelve a acercarse para no despegar su boca de la mi, levantó el cepillo acariciando con una mano y su nuca buscando su yugular y aprovechando su distraccion para clavarselo justo en ella

Se separa con los labios hinchados mientras cae a un lado sosteniendo si cuello sangrante, su fuerza rápidamente se pierde y sonrió, quitándolo de encima de mí y limpiando mi boca con asco

Busco mi arma en su ropa y busco la almohada que me servirá como silenciador

El último resquicio de vida en sus ojos azules me ven furiosos, pero ya no tiene salida y me encanta la idea que lo último que vea son mis ojos rasgados cobrando todo lo que hizo en el bosque y la manera tan mala en la que dejó a mi rey

—Nos hemos en el infierno — susurro colocando la almohada sobre su rostro y disparando, guardo mi arma y busco también mi cuchillo quitando la almohada que también se llena de sangre y miro a Cristóbal ahora muerto

Ahora solo me toca recuperar a mi hermano y matar a la perrs de mi hermana