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Violet

En la mafia o mueres o matas, lo aprendí a las malas cuando Victoria me saco del orfanato, y vi las semejanzas de mi vida las que ahora tenian una enseñanza, una cruel enseñanza, toda la vida me tocó sobrevivir, de Jacob, de Johnson, de Victoria

Toda la vida fue matando todo dentro de mi convirtiéndome en una persona que jamás desee ser pero que le tocó matar para sobrevivir, matar los sueños que alguna vez tuve, matar las esperanzas de salir ilesa del orfanato, matar a todos esos hombres que intentaron matarme en el entrenamiento que victoria me exigía

Soy una pequeña máquina asesina, y no me arrepiento, porque también tengo la inteligencia que se requiere para mantenerse vivo dentro de la mafia, y por eso tuve que elegir aliados y mi hermana psicópata no hacia parte de ellos

Victoria quería algo de mi, como todos los demás antes de ella, quería una doble que muriera por ella para que tuviera el poder que quería, me dejó en el orfanato muchos años, porque supo de mi desde hace mucho, y cuando se dio cuenta que le servía me saco

Me entreno con lágrimas de sangre, sudor que quemaba cada poro de mi piel, con drogas que me mantenían vitalizada, como una falsa pantalla que eran necesarias, con amenazas, pero logró la perfección en mi, soy una mejor versión de ella

El alumno superó al maestro

Y ella cree que no es así, porque a ella la entrenaron desde que nació en la mafia, desde que se la robaron a mis padres, pero yo soy una mejor versión, ya que no solo fui entrenada por ella, porque cada que entrenaba con James el me mostró lo que hizo mi hermana, las veces que intento matarme al querer ser la única Russo hija de Rose y Jacob, viva

Como sacar a Jacob de prisión,  como dejarme en un orfanato a morir

Suspiro, viendo la cama donde James trata de cerrar la herida de bala, sin ayuda de nadie más, sonrió pidiéndole a Marie que salga y lo hace dejándome a solas con el rey de la mafia, me acerco despacio viendo como es el quinto intento de cerrar la herida sin éxito y con más pinchazos sobre su pecho de los que podría contar

Me siento sobre el borde quitándole la aguja de mala manera, sus ojos café se encuentran con los míos, está furioso y eso lo hace ver más atractivo, cierro las piernas como impulso minetras mis dedos tantean la herida

Gruñe, le duele

Pero apartó la vista de sus ojos para poderla en la herida, esparzo el vodka sobre ella y luego la limpio con una suave gaza, que queda repleta de sangre, le apunte al "corazón" pero le di a un pequeño vaso que se reventó y por eso la sangre, Isaac confirmo que solo era una herida superficial pero que aún hay que cerrarla

—Me voy a vengar de esto — gruñe, golpeando mi rostro con su aliento, huele a whisky y abro la boca dejando que el aire se escape entre mis labios, despacio y sin prisa, para luego levantar la vista después de dejar la herida completamente limpia

Su iris café, está turbio y se que no es por la furia que aún se cuela entre sus pupilas dilatadas sino por la cercanía que mantiene conmigo, se que nos ojos están igual y aunque estoy temblando por dentro no lo demuestro, me acerco inconscientemente  y el también lo hace, aguantando el dolor que le produce la herida, nuestros labios a punto de rozarse

—Digamos que estamos a mano — susurro sin querer que se escape algo de lo que aquí pasa, que no se con certeza que sucede, su mano va a mi rostro, acariciándolo, aun cuando tiene algo de sangre en ella, cierro los ojos y me acerco más

La distancia es mínima, puedo sentir su respiración, su corazón acelerandose, las gasas caen de mis manos cuando rompe cualquier mínima distancia que hubiera, pero la puerta siendo abierta me hace separarme de golpe y alcanzar la aguja que él tenía y que ahora uso yo para cerrar la herida

James gruñe, y no levanto la cabeza para ver de quién se trata, solo escucho la voz de la madre de James regañandonlo y empiezo a coser la herida que yo le hice

—¿Si iba en su contra porque no tiene ningún aruño? — sonrió bajando la cabeza ante la pregunta de Miranda, miro a James un momento en los que rueda los ojos

—Por que su hijo se metió en la mitad — contesto — luego pelee con ella y fue un caos me golpeó y luego huyo — levanto la camiseta donde se ve el moretón, Miranda encuentra mi Miranda, sus ojos iguales a los de su hijo me examinan y luego sonríen

Su comisura se eleva solo un poco, no le entiendo así que sigo con lo mío para salir de aquí y aclarar los pensamientos, no puedo creer que estuve a punto de besar a James Murphy, al hombre que me secuestro, si, todo fue un plan de mi hermana psicópata pero no debía secuestrarme a mi

—Ya me voy, pueden seguir en lo suyo — anuncia Miranda — no te preocupes que yo distraigo a tu esposa, hijo — cierro los ojos y miro a James que sonríe con burla, siento mis mejillas colorearse

Inserto la aguja con más fuerza de la que pretendo, haciendo que James se ría, casi no lo hace por lo que su risa se cuela entre mis tímpanos, grabándose en mi mente, terminó de suturar la herida y me levanto, aun cuando su mano me lleva de nuevo al frente

Abro la boca recibiendo sus labios, que saben un poco al whisky que bebió porque no quería anestesia, respiro fuerte, quedándome quieta, con una mano sobre su hombro y los ojos abiertos tratando de asimilar lo que pasa, pero solo pasa, cuando profundiza el beso y lo dejo ser

No pienso en nada más que no sea su boca no moviéndose sobre la mía, y la puerta abierta de nuevo con el aroma del perfume de Cristóbal entrando a mis fosas nasales

La Equivocada ¥ [LM#0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora