Los días pasan tranquilos mientras espero a las visitas no deseadas, creo que han llegado a uno de los tantos portales que se han creado en mis siestas, por lo que ahora puedo sentir mejor sus almas que vienen a molestar.
Gracias a Mors y sus sugerencias, mis súbditos, están listos para dejarlos mareados y con muchos afectos de estado, por muy raro que parezca, no los quiero matar o mejor dicho si es que se mueren, que no sea en mi hogar, me niego a que un cadáver este en mis raíces o en cualquier parte de este sitió ¡Soy yo la que tendrá que soportar ver el cuerpo en descomposición después!
Si creo que pasara eso, tendré que soportar unas once generaciones de Reencarnados de mi vida anterior, si no estoy tan mal en matemáticas deberían de ser diez engendramientos de cuatro y una de tres, ya que en mi curso éramos cuarenta y cuatro alumnos, yo misma incluida.
-Han comenzado a moverse- comento a nadie en particular.
El viento como buen chismoso esta diciéndome cosas, mis súbditos y guardianes no son débiles así que les harán pasar, si o si, un mal rato, tengo entendido que estos son bastantes flojos tomando en cuenta que solo lucharon lo justo y necesario...En comparación a los otros que han llegado hasta aquí, aquellos que por un mero capricho interactúe con ellos, con los invitados no invitados no me entran ni una gana en incluso manifestarme.
Cada paso, respiración e incluso grito de dolor, aquí, puedo escucharlo perfectamente, por eso la cantidad de veces que mi mano ha llegado a mi frente ya ni siquiera me digno a contarlas ¡Son unos imbéciles!
Como el tiempo para mí pasa volando, no tengo idea de cuantos días o meses se han tardado estos en llegar incluso a donde termina una de mis raíces....Mis raíces son grandes y profundas, algunas sobresalen del suelo pero no me molesta porque es parte de mi cuerpo físico, la única forma de acabar con mi vida sería eliminando el comienzo de este lugar.
Escucho pisadas que no pueden ser disimuladas ¿Tantos años luchando y aun no aprenden a esconder su presencia?
-¿Esté lugar es donde descansa el Dios Neo?- escucho al primer imbecil
-¿Por qué demonios creció esta enorme hierba? ¡Gracias a eso casi nos matan!-
-¿Por qué el lugar donde duerme el Dios Neo seria esta hierba? ¿No se supone que él es un Ángel?-
-¡Callense este es un lugar solemne!-
Estas voces y pensamientos, son Billy, Lana, Daniel y Ariel
Billy y Ariel no les gustaba la naturaleza y trataban a todo de hierba de manera despectiva
Daniel y Lana tenían sentido común pero como eran amigos de los primeros igual se metían en problemas intentando que a los otros dos no los expulsara la vieja bruja de la directora.
Son los primeros idiotas de los reencarnados en aparacer ¡Que mala suerte!
-No soy una Hierba....Soy un Árbol- no pude evitar responder mientras comienzo a manifestarme exclusivamente para echarles la bronca por andar ofendiéndome.
La forma que tome es la idealizada por mis mortales, aquella que seré en un futuro no muy lejano para los Dioses pero que para mí será pasar una eternidad.
Silencio se hizo presente mientras tengo una enorme vena palpitante en mi cabeza y mis raíces se mueven furiosas debajo de la tierra, creando una especie de minis terremotos que estos incompetentes están sintiendo ahora mismo
-¿Quién eres?- pregunta el racional Daniel mientras intenta calmar su respiración.
-Soy la Diosa de esta Dimensión- respondo de manera tajante.
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Soy un....¡¿Árbol!?
خيال (فانتازيا)Por ser una tonta y distraída,en la calle, por estar mirando el celular fui atropellada por un camión y por lógica termine muerta. Nunca creí en la reencarnación, pero cuando tome conciencia de todo, estaba en un lugar totalmente tranquilo y lleno d...