Ámbar una chica que se va de intercambio a estudiar, con un secreto familiar en sus manos, conoce a Matteo un futbolista famoso y se enamoran, pero se debate en un dilema entre seguir a su corazón o hacer justicia.
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Tenía que ser una broma, nadie puede enterarse porque estoy aquí realmente, y mucho menos tan pronto, un descuido como este podría costarme muy caro.
-Yam, estaba hablando con mi madre, ya sabes que en México son nueve horas de diferencia, y cuando allá amanece aquí es de madrugada-trato de no sonar nerviosa.
-Pero, ¿está todo bien?, ¿hay algún problema con tu familia?-
-No, nada que ver, por suerte está todo bien, solo es mamá preocupada por mi, no está acostumbrada a estar lejos, para ella es muy difícil-sonrío.
-Bueno, pero será mejor que regresemos a la cama, mañana tenemos que levantarnos temprano, además Delfi puede despertarse-camino hacia mi cama.
Menos mal que Yam no logro escuchar nada, tengo que ser mucho más cuidadosa, estas chicas en serio me importan, han sido muy amables conmigo y son personas increíbles, unas verdaderas amigas, las que jamás tuve en México y no quisiera que ellas piensen cosas que no son, algún día les contaré el porqué estoy aquí y espero puedan entenderme.
Barcelona, Cataluña, España.
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Mi alarma sonó a las seis y media de la mañana, hoy tengo un entrenamiento antes del partido de esta tarde en el que mi rubia irá a verme, no hay nada que me emocione más.
-Ramiro amigo, buen día, te quiero pedir un favor enorme-digo al teléfono- Buen día hermano, ¿qué necesitas?-responde adormilado- ¿Crees que pueda irme contigo al entrenamiento?, lo que menos quiero es pedirle algo a Simón o tan siquiera mirarlo-
-Hermano sabes que siempre te puedes ir conmigo, paso en media hora por ti-habla al otro lado del teléfono- Gracias hermanito, eres el mejor, nos vemos, chao-corto la llamada.
Tomo mi teléfono y decido mandarle un mensaje a mi hermosa rubia para recordarle el partido de esta tarde.
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