Ámbar una chica que se va de intercambio a estudiar, con un secreto familiar en sus manos, conoce a Matteo un futbolista famoso y se enamoran, pero se debate en un dilema entre seguir a su corazón o hacer justicia.
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Debía ser una broma, una pesadilla de mal gusto...no podía ser verdad lo que acababa de decir Sharon, mi padre jamás se atrevería a tomar a una mujer a la fuerza, esto era un error.
-No hijo-habla mi padre mientras toma mi rostro- ¡¿Eso vas a hacer?!...¿violarme otra vez?...ándale, eso es lo que eres cobarde, eres un cobarde, un violador, un asesino-habla Sharon dolida.
-¡Estas loca!....¡Están enfermas! ¡locas! ¡Dementes!-grita mi papá- Y así como te probé que tu padre es amante de Monica, te voy a probar lo que le hizo a mi madre hace tantos años-habla Ámbar.
-¡Agh!...no es cierto lo que dicen, hijo-se queja mi padre mientras toma su brazo con fuerza- ¿Qué te pasa?...¿qué tienes?-cuestiona Sharon burlesca.
-¡Tú te me ofreciste! ¡No te hagas!, ¡eres una mentirosa!-suelta con dificultad- ¿Ah me ofrecí?...¿me ofrecí?-lo cacheta Sharon- ¡No soy la misma de antes Fernando!....de la que te aprovechaste, a la que violaste, ahora si me sé defender-grita.
-Si lo que dicen Ámbar y Sharon es cierto...eres...eres un ser despreciable-suelto con odio- ¡Ahg!...me duele hijo...siento que me está dando un infarto...son madre e hija, se están protegiendo, lo que querian es desprestigiarme-habla con dificultad.
-Te sentías muy hombre ¿no?....muy poderoso para aprovecharte de mi y quitarle la vida a todos, ¡pero mírate!....¿qué tienes? ¿Qué te pasa?-suelta Sharon.
-Te acobardas frente a tu hijo, eso es lo que tienes...ahora ya sabes porque te engañé....porque estuve en Barcelona-habla Ámbar con la voz cortada.
-A ver espérate, mi padre se siente mal-camino hacia él- ¡No le creas! ¡No tiene nada!-se acerca- Hey, papá levántate por favor-me agacho- ¿Estás bien papá?-
-A ver...dile....dile a Matteo como quedó asfixiada Marcela después de que le disparaste....¡díselo!-se altera Ámbar- ¡Basta ya Ámbar! ¡Está mal mi papá!-grito desesperado- ¡No tiene nada!...a tu padre no le creo nada-toma sus cosas y sale en compañía de su familia.
-Hijo...por favor no creas nada de lo que te dicen, están mintiendo-habla levantándose- ¿De verdad vas a seguir mintiéndome en la cara?-cuestiona molesto.
-¿Qué?-habla desentendido- ¡Por supuesto que les creo!-grito- Y ahorita mismo Simón se va a enterar de todo lo que le hiciste a mi madre-saco mi celular.
-¿Simón?-pregunta burlón- Simón jamás se atrevería a lanzarse a los golpes-ríe- Que no se te olvide que Simón no es tu hijo, y él no se va a tentar el corazón para hacerte pagar por lo que le hiciste a nuestra madre-salgo del lugar.
