Ámbar una chica que se va de intercambio a estudiar, con un secreto familiar en sus manos, conoce a Matteo un futbolista famoso y se enamoran, pero se debate en un dilema entre seguir a su corazón o hacer justicia.
-Vine porque la última vez que hablamos terminamos muy mal y no quiero que nuestra relación esté dañada, yo te quiero-la interrumpo.
-Pero quieres más a tu nueva amiga Ámbar-suelto con ironía- Basta, no quiero pelear más, quiero que estemos bien prima, eres parte de mi familia-
-Una prima no te traiciona como lo hiciste tú conmigo, le pediste perdón...te humillaste frente a la persona que más odio, la persona que me quitó todo lo que tanto trabajo me costó-la voz se me quiebra.
-Emilia, yo jamás quise lastimarte, yo te quiero prima-intenta tomar mi mano- Ni me toques, tú también me abandonaste Luna, ¡juramos que siempre íbamos a estar para la otra!-
-¡Y siempre voy a estar para ti!, pero no me pidas que siga siendo cómplice de tus venganzas, porque eso no va a pasar-
-Vete, si vienes solo a esto mejor vete-desvío mi vista- Deseo que te recuperes lo antes posible, porque lo que se te viene no es nada fácil-se levanta.
-Espera-tomo su brazo- ¿Cómo que lo que se viene?, ¿a qué te refieres con eso Luna?-cuestiono temerosa- A que...-respira profundo- Matteo se va a casar con Ámbar-
-¡¿Qué?!, no no no-me levanto- Eso no puede ser, ¡dime que no es cierto!, ¡dímelo Luna!-suplico alterada.
-Lo siento pero es la verdad, Matteo le pidió matrimonio a Ámbar hace un par de días-me contiene en un abrazo.
-Pero no se van a casar ¿verdad?, tú me tienes que ayudar a impedirlo, si si, me vas a ayudar-me aferro a ella.
-Emilia yo...-la interrumpo- No me digas nada, solo no me sueltes por favor-suplico al borde del llanto.
-Tranquila, todo va a estar bien-ella acaricia mi cabello mientras yo lloro desconsolada en sus brazos.
