🌊 SENSACIONES

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- Majestad, por favor debes alimentarte, si te enfermas será mucho peor.

- No puedo, no puedo estar tranquilo.

- El rey temblaba.

- Mi muchacho está solo ahí afuera ¿Y si se lastima?

- Majestad.

- Frank sonrió, ¿ Olvidas que Zee es uno de los mejores en combate ? Incluso superó a mi hijo, al príncipe no le sucederá nada.

-Frank era el consejero, mejor amigo del rey y padre de Kao.

- Lo sé podría ser el mejor del mundo, pero está solo quien sabe dónde.

- Miró con seriedad a Frank.

- Sabes muy bien a lo que le temo en realidad.

-William, la sonrisa de Frank se borro.

- Eso es algo imposible, el príncipe nunca irá a ese lugar.

- ¿Como lo sabes?

- Es imposible, desde el nacimiento del príncipe ese secreto ha sido celosamente guardado, tu padre, el anterior rey prohibió que se hablara de ese lugar, nadie podía ir y aquellos niños que nacieron contemporáneos con él príncipe no saben de dicho lugar, para ellos arriba no existe nada, para ellos nuestro mundo es el único existente.

- Algún día el lo sabrá.

- Nira llegaba.

- ¡ Lárgate !.

- El rey estaba enfurecido.

- Nunca entendí la razón por la cual se nos prohibió hablar de la superficie y los humanos.

- Nira susurro, ¿Que ocultaba el antiguo rey?

- Eso es algo que no es de tu incumbencia.

- El rey estaba enojado.

- Fue un decreto de mi padre y es algo que debe respetarse.

- A mi eso no me afecta de todas formas no me interesan esos seres tan inferiores a nosotros.

- ¿Terminaste?.

- El rey arqueo una ceja.

- ¡Lárgate!, Rugió.

- Majestad, Nira hizo un leve puchero. Solo vine a ver como estabas, se que estas sufriendo por la pérdida de tu hijo.

- ¿Pérdida?.

- El rey sonrió con enojo.

- Eso quisieras, ¿Cierto?, ¿Que mi hijo este muerto?

- William... cálmate. Frank repetía.

- Déjame decirte maldita arpía.

-El rey se acercó de manera intimidante.

Que aún si mi muchacho muere... Apuntó el trono mientras la veía a los ojos, tu nunca te sentaras ahí.

¿Sabes por qué?, se acercó a su oído. Porque si él muere, tu también lo harás, porque la única persona que es capaz de atreverse a lastimar a mí hijo eres tú y ten esto en cuenta... te sepultare primero y luego lo sepultare a él sobre tu tumba, así todos recordarán que siempre estuviste por debajo de él.

- El rey se alejó.

- No me importa si me matas, Nira susurro. Yo solo quiero verte sufrir.

El rey salió enfurecido del salón, sus palabras eran reales y contenían peso, estaba determinado, si algo le sucedía a su hijo se encargaría de sepultar a Nira con el, el gobernante del océano detestaba a su esposa, era una Sirena fría, ambiciosa y calculadora, pero sobre todo porque siempre mostró una mala actitud con su hijo, algunas veces el rey pensó que exageraba un poco con el trato que le daba a la Sirena y si al menos mostrará algo de suavidad por su hijo el podría dar un poco su brazo a torcer pero Nira cada día se mostraba más implacable y fría con el príncipe por lo que terminó provocando el odio del rey.

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