🌊FUERA DEL AGUA

265 36 7
                                    

Zee se acercaba despacio y en silencio, aquella habitación se encontraba en silencio total con una suave sonrisa se aproximó hacia su omega el cual dormía profundamente, estaba agotado, su cuerpo recibía una sobre carga de emociones y necesitaba descansar, el príncipe acercó sus labios a su frente depositando un suave y amoroso beso, finalmente estaba con su amor, lo había extrañado tanto y ahora lo tenía junto a él, observó sus rasgos tan hermosos y tiernos, a cada instante la sonrisa del Tritón aumentaba y como si fuera aquel primer encuentro sus ojos azules chocaron con los abiertos ojos miel que lo veían fijamente.

- Zee...- Saint sonrió y con asombro llevó su mano a sus labios.- ¿Puedo... puedo hablar?

- Mi padre te ha colocado el collar de Gong Gong. - Zee tomó su mano y la beso. -Has sufrido mucho.

- Tu recuerdo nunca me abandono. - Sabía que regresarías, te estábamos esperando. Saint se agitó y miró a todos lados.-Nuestra bebé... -Nuestra bebé... -Zee sonrió. - Está bien. -Alteza... - Una joven sirena se acercaba con la pequeña en brazos. - Aquí esta la princesa.

- Mi bebé... - Zee la tomo entre sus brazos con emoción. - Es... es perfecta. - Acercó su nariz a la mejilla de la bebé y la frotó con suavidad. - Es hermosa. - Se acercó a Saint y besó sus labios. - Gracias... gracias por este regalo amor mío...

- Gracias a ti por regresar a nosotros. Saint recostó su cabeza del hombro de Zee mientras observaba con amor a su pequeña.

-Zee... ¿Mnn? -Un nombre… ¿Como?

- Debes darle un nombre...- Saint reía, Zee era un poco despistado.

- ¿Un nombre?... Zee observó a su bebé detenidamente y una sonrisa se dibujaba en sus labios.- ¡Fei!

- ¿Fei?

- Es el nombre de mi madre.- Zee sonrió.- Será tan hermosa y amada como ella.

- Me parece hermoso. -Saint beso su hombro.

- También llevara un nombre real por el cual será conocida en este mundo.

- ¿Cuál?

- ¡Ariel!.- Zee sonrió con más intensidad.

- ¿Ariel?.- Saint agrando los ojos mientras sonreía.

- Si... al igual que aquella princesa sirena de la que me hablaste. - Zee observó a su bebé. - Nuestra hija será amada por todos... nuestra princesa Ariel.

Fei Pruk  cuyo nombre de realeza sería Ariel, era una hermosa y regordeta bebé sirena de cabello verdoso casi tornándose a amarillo, sus ojos color aceituna eran enormes y su cola tenía una hermosa tonalidad multicolor, como sirena y ser místico había nacido un poco más grande que un bebé promedio, su cabello era frondoso y sus ojos despiertos, tenía una mezcla de ambos padres, lo que hacía que su belleza incrementara.

- ¿Ariel?. - El rey sonreía mientras se acercaba. - Mi princesa se llamará Ariel?

-Padre se llamará ¡Fei Pruk!.- Zee sonrió mientras colocaba a la bebé en brazos del rey -Su nombre de realeza será Ariel.

- ¿Fei?. - La voz del rey se quebró mientras veía a los ojos a su hijo. - ¿La llamaras Fei?

- Cómo mi madre. - Zee sonrió.

- Hijo... - El rey acarició su mejilla. - Es hora que sepas la verdad sobre tu madre y la razón por la cual tienes piernas.

El rey se acercó, aquella platica la tendría con su hijo y su familia, el rey empezaba a contar la historia de su vida y el origen de su odio a los humanos, el rey William se desmoronaba a medida que les hablaba sobre su amada Lawan y su trágica historia de amor, Zee se agitó al saber que era mitad humano, pero más se agitó al saber sobre el trágico destino de su verdadera madre, se sintió triste por ella y agradeció que incluso hasta el último momento hizo lo posible por salvarlo, enterarse que la reina Fei no era su verdadera madre no cambió en nada sus sentimientos, todo lo contrario, si el príncipe antes la amaba ahora la amaba mucho más, por haberlo acobijado y brindado amor sin ser de su sangre, Zee finalmente pudo entender a su padre y aunque no le guardaba rencor por lo ocurrido decidió perdonar todo y dejarlo atrás.

🌊 AZUL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora