CAPITULO 17

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COMANDO ÉLITE.

Tipo de narrador: Omnisciente.

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Horas después de que Christopher haya dejado Manarola.

El juicio suele nublarse cuando estamos heridos, ardidos, cansados, sea física o emocionalmente. Y mientras que unos empiezan a despertar encerrados en las paredes de una mansión italiana, otros se preparan para operativos que pueden costarles la vida.

Rachel no sabe cómo eliminar la sensación de amargura que le abarca al saber que el hombre que ama tiene las manos manchadas al igual que los criminales que tanto persigue, y es que a ella las circunstancias la obligaron a aliarse con Antoni, pero ¿Qué excusa tiene Christopher Morgan?

«La ambición» piensa la teniente, esa es su única justificación; las ganas de poder desmedido lo hacen sobrepasar barreras sin detenerse a pensar en las consecuencias o en los seres con los que se junta.

Limpia su cara cargada de enojo y respira hondo frente al espejo acomodándose el equipo tecnológico. Christopher se marchó hace unas horas y ese tiempo no lo ocupó para lamentarse, lo empleó para conseguir la información que necesitaba.

Acomoda las armas estratégicamente en su traje, cierra la chaqueta y se pone al teléfono llamando a la persona que contesta al otro lado quedándose fría cuando escucha su voz.

La teniente habla arriba mientras que Luciana abajo lidia con la conmoción de los últimos acontecimientos. Sus dos hijas están en el sofá, Sam con una taza de té relajante entre las manos y Emma mirando a la nada.

—Sabías que Rachel actuaba y no dijiste nada —le reclama Luciana a su hija menor—. Nunca sé qué esperar de ti.

—Nadie me preguntó y los secretos de Rachel no son los míos —contesta impaciente—. Problema de ella si quiere sustituir a Megan Fox.

Los ojos de Luciana se achican y Sam suspira anhelando paciencia, «Su hermana menor es tan tonta e inmadura en ocasiones». Una hija, 21 años y no toma seriedad, claro está que la segunda hija de Rick no sabe que "Bromear" es un método de evasión a la realidad, porque aunque a Emma la vean como si nada, por dentro no deja de pensar en las palabras del coronel que vino a buscarla queriendo que cumpla con lo que le tocó.

—Lárgate a tu alcoba —la saca Luciana—. Si no vas a aportar soluciones mejor mantente ahí.

Se va a la cocina por una bebida que la calme a la vez que su hija toma camino. Sam y Luciana tenían la sospecha de que Rachel tenía algo entre manos, sin embargo, no era nada seguro y el que llegara soltando todo las ha dejado anonadadas.

El colmo de todo es Christopher vivo. Luciana nunca ha sido gustosa de los Morgan, siempre ha odiado su soberbia cargada de ego, el machismo y la forma de denigrar.

Sería hipócrita de su parte decir que su muerte no la alivió, ya que nunca lo ha querido con Rachel. Acepta a sus nietos solo porque sabe que con una crianza digna se pueden corregir, pero a ese neardental que regresó nunca lo va a tolerar y mucho menos ahora que está aliado con el asesino que quiere matar a Emma.

Sam, por su parte, no sabe qué hacer en esta encrucijada, ella solo anhela tranquilidad, lejos de homicidas, armas y delincuentes. Quiere salvar vidas con su carrera como lo había planeado, trabajar en Hong Kong, New York o Londres, gozar de la pareja que ama y ahora lleva meses sin ver.

Se pasea con las manos en la cintura a través de la sala mientras que Rachel baja preparada.

—Mañana temprano te quiero en el centro médico Mascherano, necesito que mis heridos se recuperen rápido —dispone reuniéndose con ella y su madre —. Luciana, encárgate de Damon que está en su alcoba. Si pregunta por su padre dile que tiene asuntos pendientes con la pirámide y no se sabe cuando volverá. Emma se va a Gehena mañana.

DESEO,  (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora