CAPITULO 10

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NUBARRÓN.

Christopher.

Alex Morgan fue un buen ministro, no lo voy a negar, sin embargo, mis ideales nunca fueron iguales a los suyos. La FEMF era grande, pero para mí necesitaba más mano dura y me hartaba verlo pedir opiniones de otro. El ministro debía decidir solo sin tener que estar consultandole a nadie.

¿Para qué tienes poder si no puedes usarlo como se te antoja?

—¿Mandaste abajo el hotel? —pregunta Patrick mientras recojo lo que necesito — ¿Al menos diste preaviso para evacuar?

—Empezó a caerse por partes —contesto—, eso es más que una advertencia la cual te avisa que debes largarte.

—Es absurdo convertirte en el enemigo de tu mujer...

—Tan absurdo como irte a los brazos del peor enemigo de tu marido —protesto—. La persona que he odiado la mayor parte de mi vida.

Con los dedos me echo el cabello atrás. «Tenía que irse con Thomas», criar a mis hijos y no estar con el hijo de ese infeliz, pero no, como siempre antepuso su terquedad y no hizo nada de lo que estipule.

—Ella no se acuerda de nada Christopher... No sabe quién eres...

Si no supiera no me hubiese besado como lo hizo, hay cosas que gritan verdades y no sé qué pretende con esto, pero siento que... No sé qué es lo que siento.

—Owen, ven aquí —llamo a la persona que pasea el carro por los vidrios de mi alcoba y tomo la chaqueta que le coloco antes de tomarlo mientras él se pone en la boca el inhalador nuevo que mandó Uda y que carga en el bolsillo.

Tengo cosas importantes que hacer, así que tomo las pertenencias y a mi hijo sacándolo de la alcoba dejando que Patrick me siga, Thomas me está esperando abajo y lo hallo besuqueandose con Agatha Romanova, no tengo idea de qué pretende, pero ultimamente anda con la rusa la mayoría del tiempo.

Continúo mientras él se despide y se une con nosotros en la entrada.

—Que no falte ninguno —advierto—. Todos se necesitan.

Se va con los que lo van a llevar y yo abordo la camioneta que conduce el consejero de la Bratva respaldado por el camión que pedí mientras Patrick se sube atrás con Owen. Pasamos dos pueblos y nos detenemos en la primera casa de la lista.

—¿Estás seguro de esto? —pregunta el moreno— Mira que esta gente muy cuerda no está.

—Yo tampoco —saco mi arma bajando con Patrick mientras que Owen se queda en el auto mirando por la ventana.

Camino a la cabaña y no toco, pateo la puerta tomándome el sitio de una sola planta mientras el sujeto que busco aparta a las dos putas que tiene encima.

—Mueve tu culo al camión que las vacaciones se acabaron —demando.

—¿Quién diablos eres tú?

—Tu jefe.

Salgo de nuevo buscando el nombre en la lista mientras el hombre de barba me sigue a medio vestir a la vez que lo tacho. «Boris Korolev»: mercenario, revolucionario, conocido por las violentas protestas que le pagan por organizar contra el gobierno.

—Salamaro ¿Qué pasa? —pregunta en la entrada.

—Un tal Bratt Lewis anda diciendo que la Bratva cayó en manos de él y estamos en la mierda.

—¡¿Qué?! —me adelanta— ¿Dónde está su madre que la voy a llenar de balas?

—Ya descansa en paz —le dice Patrick y no deja de alegar en ruso.

DESEO,  (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora