DESEO, (BORRADOR)

CAPITULO 18

ALERTAS, TROPIEZOS Y PELIGROS.

Christopher.

Moscú/ Rusia.

La mansión de los Morgan en Rusia es dos veces más grande que la de Alex en Londres. Los ventanales blindados ocupan toda la pared, los muros son sólidos y los espacios cuentan con acabados llenos de exclusividad. Al igual que en High Garden, viví gran parte de mi infancia aquí, ya que a cada nada me traían alternandome entre las dos sedes, debido a que Regina comandaba la central de Moscú con Elijah.

—Se vería lindo un cambio de muebles... No sé, más modernos, fotos de los niños, flotadores en la piscina —sugiere la sirvienta—. Eso le traería nuevos aires al hogar y a la familia.

«Familia», la palabra hace eco en mi cabeza. Es como una burla y le estoy empezando a tomar fastidio porque los mellizos están a cargo de Uda y de la sirvienta cuando no estoy. Trato de que los periodos de tiempo sean cortos, pero se terminan extendiendo dejándolos solos.

Estuve varios días en Haití masacrando gente a la que no le tuve pesar y de ahí me largué a Las Vegas donde me embriagué no sé por cuántos días, dándome un receso obligatorio antes de volver al trabajo que consiste en comandar, planear, entrenar y atacar.

Llegué hace pocas horas, me quedaré un solo día aquí y por ello avanzo a los jardines quedándome en la puerta. La renovación se está realizando de a poco para no levantar sospechas y cerca de la fuente está Milenka con la sobrina de Rachel comiendo mientras que la hija de Patrick está sobre uno de los árboles y Owen en la orilla del pórtico con el perro.

Sus hombros suben y bajan rápido demostrando la dificultad respiratoria, no tiene oxígeno y desde que llegó la hija de Patrick no se ha querido quitar los lentes. Está afuera porque se lo exigí, ya que se niega a salir de las cuatro paredes de su habitación.

—No deberías ser tan duro con él —comenta Uda atrás—. Abby Linguini se asustó y lloró cuando lo vio, no se le acerca, cuando lo ve huye y es normal que tenga inseguridades.

—Que aprenda a vivir con ellas, a la FEMF no la va a dirigir escondiéndose —contesto— ¿Qué soluciones me tienes? Ya te he dado varias semanas.

Se calla por un momento viéndolo y detesto ese tipo de silencio. Desde que estaba en gestación lo trata y las dudas ya no deberían existir.

—El sistema de Owen es demasiado impredecible, el veneno vive con él haciendo parte de todo su organismo al igual que el Taipán suministrado —explica—. El Hasse atina a matarlo, pero el veneno de Gehena le hace resistencia, sin embargo, no quita las molestias que padece. Llevo años buscando de todo y no he encontrado algo definitivo.

Cada que escucho cosas como estas se me avivan las ganas de despedazar a Antoni Mascherano.

—Puedo seguir produciendo medicina para él, nació en Gehena, tiene familia real y eso es algo que hay que aprovechar —explica—. Soy buena, pero hay mejores que pueden darnos más resultados a largo plazo por si las cosas se complican. En mí tienes una ayuda, pero ve con cuidado porque si se enteran de que su padre hace parte del robo del plutonio lo van a aborrecer mientras que a mí me van a matar por traicionar mis tierras y Owen sin Gehena no puede vivir...

Vacila por un momento antes de continuar.

—Lo que tienes es peligroso, pone en riesgo la sociedad, por no decir el orden mundial...

—Lo sé y por ello no lo voy a dejar, así que no pierdas tiempo en querer convencerme.

Me marcho, es mi ventaja porque cuando todos se enteren de que estoy vivo se me van a venir con todo, pero lo van a pensar dos veces si tienen claro que les puedo volar el culo con un simple chasquido si se me da la gana.