CAPITULO 19

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Caza.

Christopher.

Búnker del ejército Rojo/ Moscú, Rusia.

Cayó Krint y ahora viene lo que falta, ya que cada acto es un paso a la cúspide de la montaña donde debo llegar y no debo volver a bajarme. Las noticias sobre lo que pasó no han dejado de difundirse y el 90% de los medios de comunicación a nivel nacional e internacional se mantiene inundado de lo mismo.

La bomba es un hecho catastrófico que acabó con una ciudad y con los cuatro pueblos que la rodeaban en un acto que a las malas le abrió los ojos al mundo mostrando el nivel de mi ejército.

Viene el turno de la pirámide de Antoni y por ello los soldados cargan los aviones subiendo los explosivos que se requieren para el ataque simultáneo que se planeó dividiendo el ejército en equipos de veinte soldados, los cuales marcharán a sitios diferentes dejando que los dirija desde aquí. Cada clan tiene un sitio eje que mueve su negocio; el de los Mascherano es Florencia, el de los Petrov es Pleven y el de los españoles es Oviedo.

Parker ya está marcado y prepara los suministros dándole indicaciones a los demás mientras que Patrick recoge lo que necesita. Estará al otro lado de la ciudad en lo alto del rascacielos que le permite controlar los equipos de todo el mundo.

—Mientras llegan a los puntos iré a ver a Abby —le avisa Alexa—. Volveré a darte apoyo antes del mediodía.

—Ve tranquila —responde y ella me mira a la espera de la confirmación que se requiere para marcharse.

No la necesito aquí y puede irse donde se le dé la gana. Asiento y se quita el fusil deteniendo uno de los vehículos que van de salida. Parker parte con el primer grupo, Boris con el segundo, Lenin con el tercero y dos veteranos con los dos últimos.

—Te veo luego, hermano —Patrick palmea mi hombro—. Si necesitas algo estoy en línea.

Aborda su camioneta. Los que quedan se encargan de dar señales para despegar, son matones en su mayoría, gente de distintas pandillas o grupos que hacen parte de la hermandad y están aquí sirviendo para todo.

—Llama a tu tío —Salamaro detiene su auto frente a mí—. No ha dejado de insistir en mi móvil recalcando que te necesita con urgencia.

Arranca otra vez y no tengo tiempo ni paciencia para atenderlo, por ende, ignoro sus peticiones volviendo adentro pasando por la oficina donde la hermana de Rachel está acostada en un sofá sacándome el dedo del medio cuando me ve pasar, «Niñata».

Continúo queriendo revisar las últimas noticias. El Boss se mantiene en lo mismo frente a mi escritorio y tengo a Zoe Lewis trabajando y enviando información inédita la cual reviso informe por informe.

—Tu padre está libre —me avisa el hombre que tengo al frente— y tu suegro también.

Sigue leyendo mientras absorbo la noticia de Alex teniendo claro quién lo pudo haber sacado, ya que Bratt no lo liberaría así porque sí y tampoco creo que haya podido escapar.

Le subo el volumen a las pantallas queriendo concentrarme en lo que estaba, Alex es uno de mis tantos señaladores y no tiene caso que me desgaste queriendo que entienda porque hago lo que hago. Leo todos los periódicos, desecho lo que no sirve y clasifico lo que puede ser útil.

—Lo requieren afuera —me levanto con el llamado que me hacen a través de la radio.

Los que están en vuelo se reportan una que otra vez y es Uda quien se aproxima reparando todo, este ambiente no es novedad para ella teniendo en cuenta que trabajaba en el Mortal Cage. Mete la mano en la cartera que trae sacando la botella que me ofrece cuando está frente a mí.

DESEO,  (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora