Deseo se dejará de actualizar después del fin de la primera fase, por favor, disfrutemos de los últimos capítulos sin pelear, no insultemos a personas reales por personajes ficticios.
LAZOS.
Christopher.
El olor de la fosa toma mi olfato, el hedor a encierro, sangre y suciedad es casi tan intenso como la zozobra y el hecho de saber que yaces en un sitio donde no saldrás jamás, ni acabando con miles de seres. Camino acorralado entre las piedras, a la vez que el enojo me posee envuelto en el desespero que...
Volteo en la cama de mi habitación en Alaska, rompiendo el recuerdo que me agrieta el genio empezando el día, porque el hecho de que esté afuera no quita el tiempo que me hicieron perder y, en ocasiones, hubiese preferido morir al ser acorralado de semejante manera, ya que fue una forma más de gritarme en la cara que había perdido y odio eso.
Mi móvil vibra y alcanzo el aparato que está en la mesa.
—¿Qué quieres? —le contesto a Parker.
—Bratt está trayendo arsenal bélico de la India —me avisa—, y no poco, mandó a fabricar submarinos, barcos, aviones, tanques y misiles.
Aprieto la mandíbula tratando de contener el enojo, ya era para que estuviera trabajando, pero heme aquí, perdiendo el tiempo atado de manos.
—La NASA está contribuyendo a la creación de artefactos y está reclutando, metiendo a las filas los mejores soldados de la fuerza naval, terrestre, aérea, dotándose de pilotos, francotiradores y todo lo que se le atraviesa —continúa—. Aparte de que está buscando apoyo en los gobiernos más poderosos. El ministro dice que se está poniendo bastante peligroso.
Le cuelgo saliendo de la cama, esto es lo que me enfurece, que en una guerra, cada minuto vale y yo no puedo mover un dedo por culpa del mal nacido del hermano de Alex. Otros moviéndose y yo quieto por culpa de su ineptitud. Me baño furioso y entro al closet lo más rápido, cambiándome en segundos antes de volver a salir, hallando a la pesadilla de dos patas que dice ser mi hija saltando en mi cama.
—Préndeme el televisor—exige. Luce una chaqueta azul mientras sigue saltando con los zapatos puestos—. Ya van a empezar las caricaturas.
—¿Cómo entraste aquí? Estás embarrando mi cama —en todos lados se aparece— ¡Bájate de ahí que eso no es para brincar!
—Pero me gusta saltar —Sigue mientras busco mis cosas— ¿Para dónde vas?
—Lejos de gente latosa como tú y todos los que están aquí —Tomo mi arma en busca de la salida.
—Llévame, quiero pasear —Se baja rápido y la ignoro— ¡Papá!
Tomo el pasillo en busca de la escalera que bajo rápido encaminadome a la puerta principal, pero se me pega a la pierna como una garrapata.
—Milenka me estás quitando tiempo —Intento quitarla, mientras camino a la salida.
—Llévame —no me suelta—. El abuelo me quiere llevar a Tijuana.
El día se termina de arruinar, «que Tijuana ni que nada». La tomo de la chaqueta sacándola, la meto en el auto y arranco. Por eso es que no me gusta gente metida en mi casa, me retrasa y creen que pueden venir a tomar decisiones que no les competen.
—Deja eso —Aparto las manos de Milenka que no deja de hundir los botones apagando y encendiendo la radio.
Giro en la curva rodeada de árboles y tomo la carretera que lleva a Sodom, el pueblo escondido entre las montañas donde la única ley de la Bratva es la perversión. Lo atravieso en busca del bar donde ha de estar la mayoría del ejército rojo.
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DESEO, (BORRADOR)
RomantikHubo Lascivia, hubo Lujuria y ahora todo se define en medio de un ardiente deseo. El mundo está en llamas y Rachel James camina de la mano del que se alzó como ganador, pero el campo de batalla clama revancha, sangre y pelea en una guerra de todos...