7-Enséñame basketball

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¡CUIDADO! AVISO DE SMUT. SI ERES MENOR A 18 AÑOS NO LEAS ESTA HISTORIA!

Día 7: Deportes

-Hola, Dean- saludó el ángel en el patio trasero de la casa de Lisa. Dean estaba rastrillando hojas cuándo se sorprendió y dio un pequeño salto.

-Cas… qué…?- maldijo, con el corazón en la garganta. Fue por la sorpresa… o… ¿fue porque estaba viendo a Castiel después de tantos meses?

-Tómate tu tiempo para venir a visitar a tus amigos- el cazador dijo con sarcasmo.

Cas parecía avergonzado… y hermoso, como siempre. La mirada de Dean estaba sobre él. Realmente lo había extrañado.

-Lo siento ... estoy en guerra en el cielo con Raphael-Castiel se disculpó, bajando el rostro: -Me sentí tan abrumado hoy, quería venir a visitarte.

Dean bajó la guardia y se acercó a él.

-Está bien amigo-dijo, y apoyó la mano en el musculoso hombro del ángel. Tuvo que tragar nuevamente. Luego vio el aro de baloncesto sobre sus cabezas y una idea vino al rescate.

-Mira, Lisa y Ben fueron a visitar a la madre de Lisa-explicó:-¿Quieres jugar al baloncesto conmigo?

Castiel entrecerró los ojos con desconcierto:

-No sé cómo-afirmó.

-Te enseñaré- ofreció Dean con una gran sonrisa:-Esto te ayudará a distraerte de tus problemas celestiales, ven aquí-ordenó el cazador, recogiendo la pelota. Vio a Cas caminando hacia él, y lo detuvo:- Tienes que quitarte toda esa ropa extra, y me refiero a la gabardina y el saco, y la corbata también.

Castiel se miró a sí mismo e hizo lo que Dean le dijo.

El cazador no pudo evitar mirarlo, lamiendo sus labios. Joder ... tan delicioso ...

-Ok- tosió Dean tratando de no mirarlo como si estuviera a punto de comérselo:-Empecemos, tienes que intentar poner esta pelota dentro de ese anillo, ¿de acuerdo?- señaló el cazador-Y yo no te dejaré.

Esta última información hizo que el ángel frunciera el ceño. Tan lindo.

Dean le arrojó la pelota. El ángel miró el anillo y luego vio cómo Dean tomaba posición. Respiró hondo y trató de acercarse a la cesta, pero Dean tenía sus brazos alrededor de él, casi abrazándolo.
Castiel podía sentir su calidez… al igual que Dean sentía la suya. Algo en los pantalones del cazador se sintió apretado.

Castiel le dio la espalda, y Dean tuvo una buena vista del buen trasero de su amigo. Mierda, ¿en qué estaba pensando? No estaba pensando en absoluto, seguro, porque decidió acercarse a él, abrazándolo por la espalda y poniendo su rostro en el cuello de Cas.

-Dean ... ¿esto está permitido?- preguntó el ángel inocentemente.

-No+ fue la única respuesta de Dean.

Castiel tragó excitado:

-Entonces ... ¿por qué?

Dean se apretó más contra el cuerpo de Castiek, sintiendo el calor y la imparable pasión ardiendo dentro de él:

-Porque te extrañé tanto- murmuró.

Cas dejó caer la pelota en silencio, y luego, sin saber exactamente qué hacer, solo tocó con ternura las manos del cazador:

-Yo también, Dean… por eso vine…- susurró.

Cas se dio la vuelta para mirarlo. Dean se sonrojó furiosamente. Y se veía tan hermoso. El ángel abrió los labios observando los del cazador.

Dean lo notó y lo besó con fuerza. Cas respondió de inmediato y ambos estaban ahora en medio de aquel fuego.
Dean colocó una de sus manos sobre el trasero de Castiel y lo apretó.
Cas gimió en su boca:

-Dean ... no podemos ... tienes una familia ahora ...- susurró el ángel, tratando de manejar los muchos besos y caricias que Dean le estaba dando por todo su cuerpo.

-No amo a Lisa, Cas ... te amo a tí...- dijo Dean, ahora guiándolo hacia la puerta.

Se volvieron a besar dejando toda la ropa en el suelo. Castiel había perdido su camisa y pantalones en su camino hacia ese sillón, y lo mismo sucedió con Dean.
D

ean estaba encima, y ​​comenzó a deslizar su cuerpo hacia abajo, endureciendo sus penes mientras se rozaban, gritando por más.

-Te amo Dean- Dijo el ángel, y Dean sonrió con cariño, besando su cuello. Se quitó los bóxers y Cas hizo lo mismo.

-Después de esto ... quiero estar siempre contigo, Cas ... me siento tan lleno contigo ... de verdad- el cazador susurró en el oído del ángel, y lentamente, lo penetró, con movimientos suaves, estaba siendo muy cuidadoso.
Castiel  soltó un pequeño grito de placer.

-Se sientes tan bien, Cas ...- Dean lo besó de nuevo, y comenzó a moverse, esta vez más y más fuerte, hasta que no pudieron resistir más, y se vinieron con fuerza.

-Dean ...- murmuró Castiel, apoyando su cabeza en el pecho del cazador:-Realmente disfruté jugando baloncesto contigo, hagámoslo de nuevo.

Dean se rió entre dientes y volvió a besar a su ángel.

Destiel One Shot Collection (Vol. II) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora