8- Tus Verdaderos Colores

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Día 8: Colores

¿Dónde estaba Cas? Desde que Jack regresó de entre los muertos, Castiel y él eran como ninjas, siempre desaparecían de la vista. Sam no parecía estar muy afectado por eso, pero Dean… ¡Vivía el infierno en la Tierra! Dean era como un león enjaulado.

-Cálmate, Dean ... están buscando estrategias para terminar con Chuck y este nuevo Apocalipsis ..." observó Sam. Pero al ver a su hermano tan  desesperado, frunció el ceño y agregó: -es porque no tuviste tiempo para hablara con él y arregla las cosas, ¿verdad?- preguntó.

Dean parpadeó ante la cocina vacía. Sam se rió entre dientes con incredulidad, mirando al otro lado, y la sonrisa se desvaneció lentamente de su rostro. No dijo una palabra.
Sam resopló:

-Está bien, rey de la evasión, no te molestaré con este asunto- y volvió a su libro.

Dean lo miró vacilante, y aclarándose la garganta, dijo:

-Solo necesito hablar con él en privado por una vez, sin interrupciones, eso es todo.

Sam lo miró de reojo:

-Sí, lo sé ... Hay demasiada agua pasando por debajo del puente, lo entiendo.

Dean le dio una mirada rápida, y se movió en su lugar incómodo:

-Dije cosas que no debería ...

Sam asintió, pasando las páginas:

-Sí. Cosas feas - Él murmuró.

-Sí- repitió el hermano mayor:-Cosas feas- Y bebió de su cerveza.


Cuando se fue, escuchó un sonido extraño proveniente del calabozo. Bajó las escaleras y descubrió algo increíble: Jack tenía las manos sobre el pecho de Castiel y una luz brillante estaba invadiendo todo el recipiente del ángel. De repente, la luz se convirtió en hermosos colores, llenando el lugar con una calidez que Dean nunca antes había sentido.

Y luego, las vio. Vio las hermosas alas de Castiel, extendiéndose amplias y brillantes. Los colores los rodearon, mientras curaban cada pluma y cada porción. Dean sintió que su boca se secaba y su corazón se aceleraba. Cas se veía increíblemente hermoso. Su cuerpo quedó paralizado al ver una escena tan espectacular.

Todos los colores se desvanecieron al mismo tiempo y la luz fue desapareciendo lentamente. Hasta que solo eran Jack y Cas, parados allí, sonriendo con cariño, mirándose el uno al otro.

-¿Cas?- Dean lo llamó, y su voz sonó tan suave que tuvo que toser para aclararla.

-¿Dean?- el ángel se le acercó asombrado:-¿Qué haces aquí? Pensamos que estábamos solos- dijo Castiel.

Jack caminó hacia ellos, todavía sonriendo:

-Me alegro de que haya funcionado, Cas, ahora con mis poderes de vuelta y mi entrenamiento, sabía que podía curar tus alas- dijo el chico.

Cas le puso la mano en el hombro y le devolvió la sonrisa diciendo:

-Gracias, Jack, ahora ... vuelve con Sam, necesito hablar con Dean ... a solas- El niño obedeció, y luego, Dean y Cas se quedaron solos.

-Nos debemos una charla-afirmó el ángel.

Dean tragó ansioso:

-Lo sé-se las arregló para decir el cazador:-Así que ... tienes tus alas de vuelta, eso es increíble- Dean sonrió torpemente, se sentía tan nervioso.

Cas asintió:

-Sí ... se siente bien- Castiel lo estaba mirando a los ojos ahora, dejando sin aliento a Dean:-Escucha, Dean, yo ...

-No, por favor ... déjame hablar ...- pidió Dean, bajando la cara y apretando los puños, era tan difícil para él, ¿por qué siempre se sentía así  cuando quería hablar con Cas?:-Yo ... yo ...- el cazador se rió incrédulo.

Castiel inclinó la cabeza sorprendido por eso.

Dean no lo estaba mirando a los ojos. Apretó los labios con desesperación, y luego volvió a intentarlo:

-Sabes que podría hablar con el presidente mismo, y aun así, no estaría tan nervioso como me siento cada vez que intento hablar contigo ... maldita sea ...

Castiel parpadeó y sintió que su corazón daba un vuelco, dentro de él. Entendió las palabras del cazador, tragó saliva, esperando a Dean. El cazador se animó y clavó los ojos en los del ángel.

-Lo siento, por todo lo que te dije. Esas ... cosas estúpidas y ... Horrible ...- comenzó y se detuvo allí, porque sus labios estaban temblando, cerró los ojos y continuó:-Pero ... también lamento las cosas que nunca te dije ... cosas importantes. Cosas muy ... grandes, como ... -Dean respiró hondo, su mano estaba ahora sobre el hombro de Castiel, el ángel sonrió y Dean permaneció inmóvil.

-¿Qué cosas?- preguntó el ángel, conmovido: ¿Qué estás tratando de decir?

-Que estoy perdidamente enamorado de ti. Sí… y apesto con las palabras-El cazador simplemente dejó que su boca se moviera por sí sola, sus ojos estaban aterrorizados, pero cuando vio la cara feliz del ángel, se sintió como en casa.

-No apestas para nada-dijo Castiel, besándolo de repente.
Dean estaba asombrado:-Lo hiciste bien, Dean ... Y yo también estoy enamorado de tí- terminó el ángel, acariciando la mejilla de Dean.

El cazador le mostró una sonrisa feliz y lo besó de nuevo.

Destiel One Shot Collection (Vol. II) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora