25- El Admirador Secreto de Castiel

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Día 25: Flores

-¡Hey! -  gritó Sam bajando las escaleras. Acababa de recibir rosas rojas de un repartidor y estaba tratando de leer la tarjeta cuando Cas, Dean y Jack llegaron de diferentes lugares a su llamada.

- Solo quería comprarte rosas ...- comenzó a leer Sam en medio del Team Free Will reunido: - porque no puedo quitarme tus ojos azules de la cabeza.

Se miraron los unos a los otros, pero Sam solo estaba enfocadk en Cas: - Son para ti, Cas - dijo, dándole las flores, Cas las tomó con desconcierto en sus ojos.

Dean, en una angustiante arrebato, tomó las flores en sus manos, y casi gritando, preguntó:

- ¿Qué es esta mierda? ¡¿¡¿Están tratando de engañarnos ?? !! - Dean estaba leyendo la tarjeta de nuevo, su rostro estaba rojo de ira.

Sam parpadeó:

- Ahm ... no lo creo ...- señaló a Cas: - Creo que Cas tiene un admirador secreto o ... algo así.

-¡Una persona enamorada de él!- proclamó Jack, asintiendo con una gran sonrisa en su rostro.

- ¡No, esto es una mierda! De ninguna manera Cas tiene a alguien… tratando de… - Dean balbuceaba y agitaba las rosas.
Cas frunció el ceño, y acercándose a él, tomó sus flores con un movimiento violento y mirándolo muy enojado, le espetó:

- ¿Por qué alguien no puede estar secretamente enamorado de mí? ¿No soy lo suficientemente deseable?

Dean se sorprendió con el comportamiento de Castiel, sintió la necesidad de decir algo para reparar eso:

- No, Cas ... no estoy diciendo que no seas deseable ... quiero decir ...- se rió un poco y bajó el rostro apenado: - Eres bastante deseable, pero lo que estaba intentando decir es que ...

- Voy a poner estas flores en mi habitación, con permiso - y Cas se fue. Todos notaron que todavía estaba enojado.

Sam se acercó a Dean y, poniendo una mano en su hombro, dijo:

- Eres un idiota.

Dean lo miró con disgusto y notó que el niño estaba sonriendo.

Al día siguiente, llegó una nueva entrega al búnker, y esta vez fue Cas quien recibió las nuevas rosas. Cuando entró en la sala de guerra, allí estaban Sam, Jack y Dean con el ceño fruncido y cruzando los brazos.

- Bueno ... ¿qué dice la tarjeta, amigo?- preguntó Dean con sarcasmo.

Cas frunció el ceño y comenzó a leer:

- Mi amor por ti se está volviendo salvaje cada día, por favor ... no puedo olvidar tus labios rosados ​​y hermosos que quiero besar ...

Dean frunció la boca y bajó los ojos, se veía muy afectado por eso, demasiado enfadado.

- Vaya, se está poniendo intenso - observó Sam, sonriendo incrédulo.

- Me siento halagado ... nunca me han dicho cosas tan bonitas - dijo Cas, caminando hacia su habitación.

Dean lo vio pasar, mordiéndose el labio inferior con fiereza.

Sam lo miró con picardía, y volvió a palmear su hombro, murmurando:

- Alerta roja, el pájaro podría volar si no haces el movimiento correcto - y se fue.

Dean desvió sus ojos enojados hacia su hermano, pero su rostro se tornó con preocupación al instante. Vio a Jack reír mientras se alejaba.

El tercer día a la misma hora, Dean estaba custodiando la puerta del búnker, cuando llegó el repartidor, tomó las flores rápidamente y leyó la tarjeta, sus ojos se llenaron de miedo, sintió su boca seca, y bajó las escaleras lentamente, hasta que encontró a Cas, Sam y Jack reunidos nuevamente en la sala de guerra.

- ¿Qué sucede? - preguntó Sam, al ver a su hermano palidecer

Pero Dean no respondió.

Se acercó a Castiel con tristeza en su rostro, y dándole las rosas, le dijo en voz muy baja:

- Tu admirador secreto quiere conocerte, esta noche - sus ojos estaban fijos en los de Castiel.

Castiel sintió que casi podía respirar al ver tanta tristeza en el rostro del cazador.

Jack estaba viendo todo eso con una sonrisa orgullosa, susurró cerca de Sam:

- Creo que deberíamos irnos ahora ...

Sam lo miró confundido, pero cuando vio al niño, y la forma en que miraba a Cas y a Dean, sospechó algo:

- ¿Tú hiciste esto?-  le murmuró Sam al chico.

El joven nefilim lo miró y asintió en silencio. Sam se rió divertido y ambos desaparecieron.

- ¿Vas a conocerlo?- preguntó Dean, parecía destruido.

Cas estaba sintiendo esas mariposas en su estómago. Y como no estaba respondiendo, Dean agarró la mano de Cas, lentamente, y temblando, agregó:

- Por favor, no  lo hagas.

Cas tragó y, al ver que el cazador sostenía su mano, dijo:

- ¿Por qué no quieres que haga esto?

Dean tomó esas flores y las puso sobre la mesa:

- Porque ... eres mi ángel, y el de nadie más.

Cas apretó los labios con ansiedad:

- Oh ... ¿es así?

Dean estaba acariciando la mejilla del ángel con su otra mano:

- Sí, y porque… porque te amo - terminó por decir el cazador, besando a Castiel con una dulzura que nunca pensó que podría ser capaz.

Cas le devolvió el beso, y fue un hermoso paisaje el verlos así.

Eso es lo que pensaba Sam con Jack, espiándolos, escondidos en la oscuridad.

- Resolví su tensión sexual, de nada, Sam - dijo el niño con una amplia y orgullosa sonrisa.

Sam lo miró de reojo sonriendo también:

- No te la creas tanto, chico, pero bien hecho - se rió el cazador.

Destiel One Shot Collection (Vol. II) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora