Destiel One Shot Collection (Vol. II)

30- Tócame

Día 30: Suspirando

Un toque aquí ... otro allí ... tal vez una palmadita de hermano ... nadie se daría cuenta de que Dean estaba tratando de sentir el calor de Castiel. El miedo a ser descubierto lo estaba volviendo loco.

Desde que Cas regresó de ser poseído por Lucifer, Dean sabía que no podía perderlo. Y estaba hambriento por su cercanía. Pero Cas solo lo había tocado cuando estaba a punto de curarlo. Y ... ese fue un momento exquisito ... un momento dulce y glorioso. Su toque era tan suave y tierno que Dean tenía que cerrar los ojos cada vez porque si miraba a Castiel a los ojos… no sería capaz de controlarse.

Acababan de tener una pelea porque Cas mató a Billie, luego regresaron de matar al estúpido ángel Ishim y Dean sabía que Cas había tenido un día difícil. Puso una cerveza frente a él, y luego tocó el hombro del ángel, solo una palmadita de hermano, pero esta vez se animó a acariciar ese hombro, solo un poco. Había sido el toque más "no tan de hermano" que le había dado.  Dean tuvo que evitar ver el rostro de Cas, así que miró el telescopio y luego se sentó a su lado.

Pero cuando Sam salió de la habitación, Dean aventuró sus ojos a encontrarse con esos azules, y el ángel le sonrió y bajó la barbilla de esa manera tan linda y encantadora.
Dean sintió un millón de mariposas volar dentro de su estómago. Maldita sea ... era un idiota adolescente.

A la mañana siguiente Dean preparó un poco de café, Sam se fue a correr como siempre.
Cas entró a la cocina y lo saludó:

- Buenos días Dean - dijo.
Dean se acercó a él, Castiel se sentó y puso la taza con café frente al ángel, esperándolo.

El ángel miró al cazador porque Dean no quitaba la mano de esa taza.

- Es para ti, Cas ... espero que te guste ...-  dijo Dean. Había un temblor en su voz y sus ojos estaban fijos en los de Castiel.

El ángel sonrió y bajó su rostro de nuevo… maldita sea… tan hermoso y tentador. Llegó a la taza con ambas manos, rozando los dedos de Dean tan exquisitamente que tuvo que recuperar el aliento.

- Gracias, Dean - murmuró el ángel. Dean observó encantado cómo el ángel disfrutaba del café.

Sam llegó y Dean se escapó.

Y esa vez cuando estaban cazando… terminaron una cacería de hombres lobo en el bosque. Solo Cas y Dean.

Caminaban de regreso a Baby, cuando Dean lo detuvo.

- Espera Cas, tienes una hoja en tu cabello… - observó el cazador, alcanzando con sus dedos temblorosos e inseguros esa hoja impertinente.

Cas lo dejó y se sintió un poco sorprendido. Dean lo hizo lentamente y se tomó su tiempo. Cas notó esto y sonrió en silencio.

- Listo - anunció el cazador, mostrándole a Cas la hoja.
Entoncez el ángel tomó la mano de Dean para mirarla con detalle, el cazador sintió cómo toda su sangre invadía su rostro. Cas estaba tocando su mano, y se sentía tan suave y cálido ... El ángel fijó sus profundos ojos azules en los verdes de Dean, y el cazador olvidó cómo respirar ... y sin premeditación, Castiel besó esa mano.

Dean estaba petrificado:

- Deja de anhelarme tanto, Dean, me vuelves loco - susurró Castiel, mirando a Dean a los ojos de nuevo.

El cazador no respondió, solo cerró el espacio entre sus labios y lo besó dulcemente.

Un toque aquí, otro allí, y recibirá el mensaje ... sabrá que lo amas como nunca antes amaste a nadie.