^Capitulo 9^

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A continuación hubo un silencio increíblemente incómodo

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A continuación hubo un silencio increíblemente incómodo... Ninguno de los tres sabía que decir, o sí, pero no querían decirlo.
USA los miraba con enojo, mientras que los latinos buscaban con rapidez una escusa en su mente.

México aclaró su garganta, sonriendole nervioso.

- Ay, USA, compa... ¿Cómo estás? - Le preguntó, en un inútil intento de cambiar de tema

El americano no respondió, tan solo frunció más el ceño, mostrando su enojo. Sus ojos afilados se clavaron en el mexicano, logrando que este se estremezca, nunca había visto esa mirada tan fría de parte del estadounidense.

El de habla inglesa caminó lentamente hacia el argentino, confundiendo a ambos latinos.

- Why did you lie? (¿Por qué mentiste?) - Le reclamó, mostrando un tono molesto

- Eh... -

- It was YOUR idea! (¡Fue TU idea!) - Volvió a hablar, sin dejar responder al otro - ¡TU fuiste el primero que mencionó esa fiesta y México te copió! -

Argentina se tensó, el miedo recorría su cuerpo, no quería meterse en una pelea en esos momentos, pero el norteamericano apretaba los puños como listo para lanzar un golpe en cualquier momento. Aún así, le sostenía la mirada, no iba a retroceder ante nadie que buscara problemas, era demasiado orgulloso para eso.

El de tez celestina ya estaba más que listo para pelear cuando USA intentó acercarse más... Pero una mano en su pecho lo detuvo, la mano del mexicano.

- Ya, cabron... Si quieres bronca es conmigo, pero a él déjalo - México le dijo frío

México lo miró directo a los ojos, demostrandole que hablaba en serio. Nunca dejaría que alguien le haga daño a su "Hermano", al menos no si podía evitarlo. Si bien sabía perfectamente que el sureño sabía defenderse solo, lo ayudaría si podía, a veces Argentina se molestaba por eso, le repetía que podía solo y que no quería que los otros países crean que no sabía defenderse sin su "Hermano mayor", pero México no podía evitarlo, realmente le enojaba ver a otros molestar al argentino...

El de cincuenta estrellas retrocedió y suspiró pesado, sin mirar a los latinoamericanos.

- Fuck you... - Murmuró con más que claro enojo

Luego tan solo se fue... Sin decir nada más, sin buscar más pelea... Solo se alejó, con las manos en los bolsillos.

Lo vieron irse sin tratar de detenerlo, Argentina se sintió levemente culpable, pero México... No, él no...
No quería irse de su casa, así que le mintieron, no iba a sentirse mal por hacer lo que debía para sacarlo de su hogar, ni siquiera le había hecho daño.

No quería sonar cruel, pero no habían hecho nada malo.

Estuvieron callados por un rato, pero rápidamente volvieron a caminar.
Argentina miró algo mal al mexicano, por lo que este suspiró al darse cuenta.

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