^Capitulo 28^

313 27 44
                                    

La situación ya era aterradora cinco minutos atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La situación ya era aterradora cinco minutos atrás... pero esos diez segundos de tenso silencio, en donde sus ojos conectaron con los de Colombia y no pudo hacer más que cuestionarse una y otra vez qué decir... esa fue la verdadera tortura.
Había temido tanto que Uruguay descubriera su secreto, que nunca hubiera esperado que su mayor amenaza fuera el mismo país que estaba esposado a su lado.

No sabía muy bien qué decir, sentía una piedra en la garganta, negándole hablar y respirar, ni siquiera podía tratar la saliva que se le acumulaba en la boca.
Solo lo miraba a los ojos, tratando de encontrar en estos alguna mentira, alguna manera de llevarle la contraria y negar que el colombiano sabía la verdad.
Suplicaba que su explicación tan perfecta del pasado hubiera sido solo una coincidencia.

Pero... ¿Como podía negarlo?
Colombia relató los hechos tal y como habían pasado... además, eso explicaba ciertas actitudes que solía tener.
Este hombre ya le generaba un miedo irracional antes, ahora era peor porque tenía motivos.

- ... Todo este tiempo... ¿Lo sabías? - Argentina cuestionó en un tono ahogado

Colombia tan solo asintió, pero esta vez su porte no era tranquilo y sin importancia... ahora se mostraba serio, las comisuras de sus labios ligeramente fruncidas en muestra de incomodidad pero las cejas bajas con estrés.
Fue claro entonces que ninguno de los dos estaba cómodo con la situación.

- ... ¿Por qué no... dijiste nada? - Volvió a preguntar Argentina, pues las cosas tan solo no le cerraban, no podía comprender como nunca antes, en más de cien años, esa información nunca había llegado a la luz

- Nunca fui muy cercano a ustedes dos... así que no tenía motivos para decirlo - Murmuró el colombiano si respuesta, encogiendose de hombros y mirando hacia el costado

Argentuna se quedó mirándolo por unos momentos, viéndolo desviar la mirada y volver a su estado mudo tan usual... tan irritante.
No pudo evitar soltar una risa sarcástica.

- Pero Uruguay es tu novio. - Hizo énfasis, sonriendo por una emoción que no llegaba a diferenciar entre la graciosa pena y el pánico más puro

- Exacto - Dijo Colombia con firmeza mientras giraba a darle la cara otra vez - Antes no me importaban lo suficiente como para reclamar nada... Pero ahora que estoy con Uru no puedo evitar hacerme cercano a ustedes dos... Así que está mentira se hace mucho más presente e importante en mi vida... - Terminó diciendo, negando con la cabeza

Los ojos del colombiano brillaron perturbados, y Argentina se preguntó si aquella era la culpa de estar mintiendole a su pareja... o el horror de lo que contenía esa mentira en sí.

- ... No le digas nada, Colombia... - Fue lo primero que el bicolor pudo razonar en su mente paniqueada - No lo entendería... -

- No pensaba hacerlo - Colombia respondió al instante, abriendo bien los ojos - No es mi lugar, no soy yo quien está mintiendo... - Agregó en un tono severo

Hermanos de corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora