^Capitulo 17^

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México sentía el auto temblar, de vez en cuando pegando un pequeño salto al encontrarse con algún bache

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México sentía el auto temblar, de vez en cuando pegando un pequeño salto al encontrarse con algún bache. Él miraba al techo del auto, acostado en los asientos traseros con sus brazos apoyados en su frente, tan solo esperando y dejando el tiempo pasar.
Estaba aburrido, los sureños estaban en completo silencio y parecía que así sería todo el viaje hasta el aeropuerto.

Suspiró un momento, girando su cabeza para ver al argentino en el asiento del co-piloto... tenía ganas de preguntarle por aquella mañana, donde había actuado de una manera bastante extraña.
Él no estaba dormido... por más que pareciera, había despertado hacía rato pero quiso aprovechar para descansar un rato más... además de estar por algo más de tiempo junto a Argentina.

Ahora se sentía confundido.
Entre la reacción de Argentina a ese beso borracho y sus acciones aquella mañana... empezaba a sospechar algunas cosas... algunas cosas con las que no sabía como sentirse.

- Ey, te estás pasando el aeropuerto - Argentina le llamó la atención a su hermano menor

México se sentó con velocidad, mirando por la ventana como el aeropuerto se alejaba cada vez más a la vez que el auto avanzaba.

- Wey, se me va a ir el avión, dale la vuelta - Reclamó al instante

- Ah... sí - Uruguay habló de manera lenta - No, se vienen conmigo -

- ¿Qué? - El argentino se tensó

- ¡Odio los aviones! - Gritó el uruguayo en respuesta - Pero no quería hacer el viaje solo... -

- ¡Uruguay! - El mexicano frunció el ceño, molesto por la tontería que su amigo estaba haciendo

- Disculpame, bo, pero vas a tener que tomarte el avión en Colombia - Fue la única respuesta del de franjas, tan solo para seguir manejando como si nada, negándose a escuchar más quejas

El tricolor soltó un bufido, cansado pero ya rendido, sabiendo que era inútil quejarse con alguien tan terco como Uruguay podía ser.
Claro que le molestaba, se sentía increíblemente irritado, aquel era un viaje demasiado largo y una pérdida de tiempo.

Aunque... al menos tenía un positivo... podía pasar más tiempo con Argentina.
Y, tarde o temprano, iban a tener un momento a solas.

Así, el silencio continuó por varios, largos, insufribles minutos... hasta que Uruguay se cansó de él.

- ¿Qué tal su noche? - Preguntó, tratando de romper un poco el hielo

Argentina se negó a responder, tan solo mirando por la ventana con aparente mal humor.
México se rió leve por su reacción.

- Adivina a quien dejaron en la friendzone - Dijo al menor de los tres en tono divertido

Pudo escuchar al se tez celeste resoplar con enojo, el otro sureño por eso le dio una mirada rápida con los ojos bien abiertos.

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