Capitulo 41 Mi alma Gemela

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Preparen pañuelos...


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- ¿Qué paso weyes? Ya llego por quien lloraban.

- Chingada madre – susurro Emilio.

- Tu hermano va a valer verga – sonrio Segis.

- Disculpe ¿Quién coño es usted? – dijo Gustabo acercándose.

- Lo mismo digo joto ¿Quién es usted?

- Se le va la lengua a Pablito – dijo Freddy.

- Pero eso enseñara – dijo Emilio.

- Soy el Superintendente Garcia.

- Oh Super ano ardiente.

- ¿Cómo dijiste? – se acerco mas sacando su porra.

- Perdone, super indigente.

- Vamos habla una vez mas mexicano – lo reto.

- Como diga, super verga ardiente – sonrio – Debe haber algo mas fácil ¿puedo llamarle papu?

- Y yo te llamare putita ¿Qué te parece?

- No tengo ningún problema por ello.

Ahora...

Gustabo masajeaba su frente, la melancolia en el recuerdo de Pablito le invadia.

Por fin tiene tiempo de enfrentar la realidad de que su mejor amigo ya no esta.

Mira su traje oficial, sus guantes blancos están acomodados en su mesa de noche.

Es hora.

-Eres mi mejor amigo Pablito – sonrio Gustabo - ¿Quién diría que acabarías siendo hasta mi confidente?

- Tambien eres mi mejor amigo y sabes cuanto te aprecio – le sonrio – Ahora dejemos estas joterias.

- Bien – los dos rieron – Hablando enserio Pablito – lo miro – Quiero que tomes mi puesto.

- ¿Qué? ¿Estas jugando?

- No, hablo muy enserio. Estas capacitado para mi puesto.

- No digo que no lo sea, pero Gustabo no lo tomare – lo miro – Con todo respeto, me honras, pero no quiero dirigir, ser jefe o estar metido en una oficina la mayor parte del tiempo. Se que no quieres el puesto, pero no me lo des a mi. Mi vida es estar en la calles haciendo un bien mayor, lo siento.

- Lo comprendo – palmeo su hombro – Confio en ti para esto, pero tienes razón. Tu estas mejor fuera – le sonrio.

- Me honras, pero jamas tomare tu puesto Gustabo. Prefiero morir haciendo mi deber que en un escritorio.

Ahora...

Gustabo se acomodaba su corbata, carraspeo tratando de deshacer el nudo en su garganta. Sus ojos le picaban a causa de las lagrimas que resistia por no sacar.

Solto un fuerte suspiro.

Bajo las escaleras de su casa, vio a Mia de pie en la sala, tenia un vestido negro. Se dio la vuelta cuando escucho sus paso, lo miro tiernamente.

-Hola – le sonrio.

- Hola – Gustabo se acerco a ella y la abrazo, realmente necesitaba un abrazo.

10-4 Superintendente GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora