Capitulo 14

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Gustabo entraba y miraba a Pablito y Horacio manchados de sangre y a Trujillo en el piso jadeando y escupiendo sangre.

-Freddy, Segis – los miro – La comisaria estará cerrada, nadie de la malla sale, solo a nuestros oficiales de confianza que hagan 10-33, quiero a todo el mundo aquí, están haciendo revisión de evidencia, atento a que falte si falta algo grande me avisas – suspiro – Estaremos antes de la reunión de prensa.

- 10-4 Superintendente Garcia.

- Horacio, saca el audi – le sonrio – Iremos a dar una vuelta – se acerco a Trujillo – Hola Truji ¿Qué tal llevas los golpes? – solto una risita.

- Te... Te lo dire todo – se quejo.

- Los dos sabemos que si yo te traía hasta aca no seria para hablar – le sonrio – Subanlo – los miro - ¿Quién quiere divertirse?

En el camino a una ruta marcada, fueron cantando canciones a todo volumen, estaban divertidos y eso le aterraba a Trujillo.

-¿A dónde me llevan?

- Hubo una vez hace muchos años, tenia poco que habia llegado – comenzó Gustabo – Habia un tio que dijo ser brujo – los hermanos Escobilla comenzaron a reírse – Lo llevamos a un lugar y le dijimos pruebalo, vuela – los cuatro comenzaron a reírse.

- Se fue a la verga el wey – dijo Pablito.

- Fue carne de lobos y pumas – sonrio Gustabo – Pero fue estupendo ese dia, todavía recordarlo me da risa.

- Es que, joder el tio estaba tan confiado – dijo Horacio – Su grito antes de saltar fue tan penoso – volvió a reírse.

- Es que no llego a saltar, solo se dejo caer – dijo Emilio – Pobre wey.

- ¿Y eso me harán a mi?

- No – sonrio Gustabo y justo en ese momento Emilio le inyecto algo en el cuello – Tú seras mucho peor.

- ¿Qué coño me has...?

- Sera mejor que digas quien es el topo en comisaria antes de que tu garganta se desintegre – dijo Horacio sonriendo.

- No hay topo – dijo Trujillo nervioso – Lo juro, no tengo ya nada que perder, no hay topo pero – Gustabo lo miro – Cuidado con Brown, ha tenido contacto con una mujer que parece querer tener tu cabeza – le sonrio – Te vere en el infierno.

- Te vere en el infierno amigo mio – sonrio Gustabo.

Pasaron un par de minutos cuando el acido comenzó a hacer efecto, Trujillo comenzó a retorcerse, Pablito le puso cinta en la boca para que se callara, no tardaron tanto en llegar al lugar. Lo bajaron y lo llevaron a la orilla.

-Te dire lo mismo que le dije al brujo, si vuela te llevamos al hospital y te perdono la vida y sino – le sonrio – Un gusto.

Trujillo con los ojos rojos, retorciéndose de dolor, atado de manos y con cinta en su boca, le lanzo una furiosa mirada y solo tomo carrerilla para lanzarse de la montaña.

-Se lo llevo el diablo – dijo Emilio.

- Si, bueno ¿Quién tiene hambre? – dijo Pablito.

- Yo – dijo Horacio – ¿Pasamos por una hamburgesas o comemos algo?

- Podemos decirle a Manolo que nos prepare algo – dijo Gustabo subiendo al auto – Y asi ya solo pasamos por la comida, que aun tenemos una reunión de prensa.

- Joder, es cierto – Horacio vio como Gustabo hizo un gesto de su hombro - ¿Cómo llevas ese disparo?

- Bien, solo duele – dijo Gustabo – Armando es un buen enfermero.

10-4 Superintendente GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora