10-4 Superintendente García

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- No me puedes hacer esto, acabo de salir del puto psiquiatra, déjenme en paz, maldición.

- Sabes que si fuera por mi te dejaría en paz, pero...

- Tus amigos del coñac me quieren joder - suspiro cansado - ¿Porque no simplemente me matan? Así me dejaría en paz.

- Es una salida fácil - lo miro - En verdad lo siento.

- ¿Que quieren que haga? - dijo resignado.

- Quieren que vayas a Los Santos, ellos limpiarán toda la mierda - suspiro - Serás el superintendente de la ciudad.

- Genial, tener a mi cargo a puros payasos - soltó una risa amarga - Bien, lo haré pero diles a tus amiguitos que será lo último que hago y si me joden más el trabajo dejaré que salga Pogo y los mate a todos. Se tragaran lo que ellos crearán.

- Se los diré - le sonrió - Y tranquilo no estarás solo, tendrás a alguien.

- ¿Lo arrastraste?

- Nadie me arrastró Gusnabo - lo miro sonriendo saliendo de una habitación - Yo hice que me arrastrará.

- Joder Horacio ¿porque? Ya eras libre.

- ¿A eso le llamas libertad? Maldición Gustabo, desde que la marina me degradó por mi "lesión" he estado de bar en bar, de club en club - suspiro - Quiero volver a la acción, volver a ser el dúo dinámico.

- Bueno, quién mejor que tú para cuidar mi espalda - le sonrió - Gustacio volvió al rodeo.

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Los Santos

- Bueno hemos llegado - suspiro - ¿Esta listo Superintendente García?

- 10-4 Comisario Pérez - le sonrió y ambos bajaron del auto. Entraron a la comisaría.

- Caballeros ¿en qué puedo servirles?

- Pues en mucho - sonrió Gustabo - Soy el Superintendente Gustabo García.

- Vaya, ya esperábamos su llegada, asuntos internos nos informo hace unas horas - suspiro - Soy el comisario Trucazo, él es el comisario García y el comisario Escobilla.

- Tres comisarios y aún así me mandaron a mi - suspiro cansado - Bien, este de aquí es el comisario Pérez.

Y aunque en ese momento hubo mucha tensión, en poco tiempo ya estaban en confianza...

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- Hoy llega carne fresca - dijo Horacio.

- Afilen los colmillos nenas porque vamos a tener a los recién graduados de la academia de San Francisco - sonrió Gustabo - Esto será muy divertido.

- Neno esto será un caos - sonrió Freddy.

- El cargamento llegó - dijo Emilio sonriendo.

Un autobús llegaba, de ella bajaban los nuevos alumnos del CNP, los comisarios y el superintendente sonrieron divertidos, les ha gustado siempre esos días porque son donde por tener poder pueden hacer lo que deseen.

- Bien super haga su magia - dijo Segismundo sonriendo.

Gustabo miro que eran en total 10 alumnos, parecían ya conocerse ya que algunos iban en parejita platicando o en grupo.