(1)
La luz de la luna entraba deslumbrante por los cristales de la gran habitación de la pelinegra, un tono azul por la oscuridad del cielo hacían ver el cuarto relajante y acogedor. Lafne dormía plácidamente con sus mejillas sonrosadas y pelo disperso en las almohadas llenas de plumas y cubiertas con seda, movió su cuerpo hacia un lado causando que el sueño abandonará su cuerpo. Sus ojos color esmeralda se abrieron de a poco, era como un gato con ojos hermosos que brillaban aún en penumbras. La sorpresa de la diosa fue mayúscula al darse cuenta de lo oscuro del cielo, se había hecho de noche ¿Qué tantas horas durmió y por Loki nunca fue a buscarla?
Se sentó en la cama bajando sus pies de las mismas para tocar el frío suelo y aún atontada por el sueño su vista se perdió en el cielo notando el castillo de Poseidón que se veía desde su balcón. El castillo estaba medianamente destruido, una de sus torres aparentemente había sido víctima de la destrucción de Nihil pues algunos cristales eras visibles a pesar de la lejanía, se notaban por su tamaño y la luz de la luna. Zeus seguramente si metió a Nihil en medio y negarle algo con lo enojaba que estaba fue un gran error.
El cántico de un parajillo llamó su atención, algo que le extraño por la hora que era. Lo normal es que las aves estén en los árboles descansando o cuidando se sus nidos a estas horas de la noche. El parajito era hermoso y delicado, con plumas entre grises y azules y de un tamaño pequeño.
La Diosa era relativamente débil con cierto tipo de animales o bestias y las aves eran una de esas. Se acerco lentamente ante el pequeño animal acariciando su cabecita con delicadeza, la avecilla la miraba con ojos brillosos y buscaba constantemente las manos delgadas de la pelinegra.
En el gran balcón había un pequeño asiento donde la diosa decidió sentarse a disfrutar de la brisa nocturna y el estrellado cielo. Su balcón se encontraba en la suficiente altura como para no preocuparse de lo transparente de su vestuario para dormir, de todo modos tenía un cuerpo hermoso. Pérdida en las estrellas mil y un preguntas se hicieron presentes en su cabeza ¿Como sería entrenar con Poseidon? Tenía en mente que casi ni emitía palabra alguna y ambos eran lo suficientemente tercos para no arreglar las cosa si el otro no daba el primer paso. Shiva por otro lado tendría el espíritu para sobre explotarla lo suficiente hasta matarla como venganza por ser la causante de la suspensión. Por donde sea que lo viera le iría mal o por lo menos en una parte.
La avecilla no había desapareció, tampoco siguió su camino a su nido. Se mantuvo en el mismo lugar y para llamar la atención de la preocupada Diosa se coloco en sus piernas largas y tersas.
—¿Que haces aún aquí? Deberías marcharte amiguito. Tengo muchas cosas que pensar.—Dijo con una dulce voz colocando una de sus manos delante del ave para que este se posara en ella.
—Pensando tanto no vas a solucionar nada— Hablo el ave. Lafne tardo algunos 3 o 4 segundos en procesar lo que estaba pasando y el porqué aquel pequeño animal había hablado—¿Por qué te sorprende? ¿No ha visto a los dioses indu? —Eso terminó de asustarla haciendo que moviera sus extremidades desesperadamente para alejar al animal. Ni ella misma entendía su sobresalto porque estaba cansada del palabrerio de los pajarraco de Odín pero pensaba que sólo era un caso particular.
La pequeña ave voló esquivando los movimientos bruscos de la diosa que pudieran golpearle y posandose en el suelo cambio de forma de manera un poco desagradable. Lafne al tranquilizarse rápidamente se pudo dar cuenta que era Loki risueño como de costumbre. Se veía un poco diferente pues su atuendo era más relajado y menos apretado, traía un tipo de camisa de un tela muy delgada, abotonada a la mitad dejando ver su pecho que a pesar de su complexión delgada se notaba trabajado. En su parte de abajo unos pantalones que a la vista parecían muy cómodos por la tela, largos y de color negro. Realmente era un atuendo de dormir muy cómodo.
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𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 || 𝑆ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒
Fanfiction''𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙝𝙚 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙡𝙚𝙜𝙖𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙣𝙞𝙣𝙜𝙪́𝙣 𝙢𝙤𝙧𝙩𝙖𝙡 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞𝙧𝙢𝙚 𝙨𝙪𝙥𝙚𝙧𝙞𝙤𝙧, 𝙨𝙤𝙮 𝙡𝙖 𝙪́𝙣𝙞𝙘𝙖 𝙙𝙞𝙫𝙞𝙣𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙖 𝙤𝙛𝙧𝙚𝙣𝙙𝙖𝙨. 𝙇𝙖 𝙦𝙪𝙞𝙣...